En el programa de esta semana, analizamos la cara humana de la economía.
Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre el papel fundamental de la economía en la vida de las personas, afirmando que “nos resuelve el presente: el sustento para llegar al final de cada día.” Además, señaló la complejidad y conflictividad del mundo que los humanos deben enfrentar: “Una economía global insuficiente y la ausencia de líderes ejemplares han creado desconexión entre las personas, la sociedad y el Estado.”
Gutiérrez expuso que América Latina, a pesar de tenerlo todo para ser naciones prósperas, “está, por mayoría, mal gobernada y llena de políticos inútiles, narcos y bandidos; y a causa de eso, con niveles de atraso y pobreza ofensivos y sin sentido.” Para superar estas dificultades, “hacen falta más condiciones, certezas y libertades para que haya más empresas y podamos avanzar a mayor velocidad.”
A raíz de esta compleja realidad, “de las faltas, los vacíos y las ausencias viene el drama humano de la migración; sobre todo a Estados Unidos”, donde, en general, los latinos “logran lo que en sus países jamás habrían tenido: seguridad, paz y oportunidades.”
Gutiérrez finalizó reconociendo “la batalla diaria de millones de latinoamericanos por nivelar sus aspiraciones con la realidad de un mundo que cada día se entiende menos.” Indicó que debemos “preservar las ilusiones y la dignidad para enfrentar las dificultades y soñar con un futuro de prosperidad, paz y libertad.”
En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Paulina Henoch, coordinadora del programa pobreza, vivienda y ciudad de la Fundación Libertad y Desarrollo de Chile, y a Clynton López, director de economía en la Universidad Francisco Marroquín, sobre el lado humano de la economía, el desarrollo y sus desafíos.
Henoch indicó que, si bien las ayudas sociales son necesarias para salir de la pobreza, “la generación de nuevas inversiones es algo muy bueno para las familias.” Especialmente, es necesaria la generación de empleo formal con seguridad social. Además, expresó que, para promover un mayor crecimiento económico, debemos “mantener las mismas reglas para quien está invirtiendo y no cambiarlas cada cierto tiempo.”
Respecto al crecimiento inmanejable del Estado de bienestar en algunos países, Henoch señaló que el nivel de endeudamiento al que están llegando los países es preocupante: “Cuando los Estados se endeudan, generan un ciclo vicioso en el que el costo de endeudarse y acceder a bienes es mucho más caro para toda la sociedad. La irresponsabilidad del Estado que se endeuda más de lo que tiene de ingreso está teniendo efectos directos en la familia.”
En cuanto al caso de Chile en específico, Henoch considera que una de las cosas que se hicieron bien fueron “los instrumentos de focalización que permitían de forma objetiva identificar a las personas que estaban en pobreza”, así como pensar en herramientas para que quienes viven en pobreza “sean capaces de salir adelante sin la ayuda del Estado.”
Por su parte, López comenzó explicando el impacto de la inflación en América Latina sobre la clase media: “Ha afectado muchísimo porque los salarios son, probablemente, los últimos que reaccionan, y hemos tenido un aumento generalizado y sostenido en la mayoría de productos. Como los salarios no han reaccionado a la misma velocidad, hay menos poder adquisitivo y la clase media, probablemente, hoy en día, en términos generales, es más pobre.”
Respecto al ciclo inflacionario, considera que aún no ha terminado y que seguiremos con períodos de inflación. Además, destacó que existe desconfianza por parte de los ciudadanos en los datos inflacionarios que los gobiernos publican: “Lo que están encontrando [los ciudadanos] es que los precios suben a unas tasas muy diferentes a las que publican las autoridades monetarias.”
Por último, sobre las remesas y el impacto que tienen en América Latina, López indicó que “efectivamente reducen la pobreza, porque son sueldos privados que no se tendrían en ausencia de la migración.” Asimismo, indicó que el dinero que se recibe suele invertirse “primero, en alimentación; segundo, en vestimenta; tercero, en educación; cuarto, en construcción o mejoras del hogar y quinto, en migrar.” Para López, el peligro de la migración en la región es la pérdida de la juventud, quienes más “asumen riegos son los que se están yendo.”
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