Nobody said it was easy

Nobody said it was easy
17 Aug 2022

En el programa de hoy, analizamos el escenario global a la luz de las crisis geopolíticas y económicas, además del auge de los autoritarismos en buena parte del mundo.

 

En su editorial, Dionisio Gutiérrez se refirió a las disrupciones que trajo consigo nuestro siglo: “El Siglo XXI está demostrando ser volátil, inestable y desafiante, pero la historia de la humanidad ha sido así; y por momentos, incluso con eventos que dejaron huellas profundas y heridas que siguen sanando”.

También, señaló los enormes desafíos que se vivieron en el siglo pasado y cómo fueron superados:  “En los primeros 50 años del siglo pasado, el mundo vivió dos guerras, una crisis de salud y una depresión económica que dejaron más de 200 millones de vidas perdidas. De aquellas crisis salieron grandes ideas y grandes soluciones que dieron al mundo los mejores momentos de los últimos 80 años: crecimiento económico, soluciones a los problemas sociales y el nacimiento y la consolidación de una forma de vida, de un sistema político que se conoce como democracia liberal y republicana”.

Además, expuso que la única forma de enfrentar las amenazas del presente, es rescatando los valores de la libertad y fortaleciendo las instituciones: “Si queremos que el rumbo del Siglo XXI se vaya moviendo a uno más predecible, certero y constante tendremos que rescatar aquel código de valores que lo permitió hace un siglo y hacer las grandes tareas cívicas e institucionales que siguen pendientes en el mundo, y en espacial, en nuestra América Latina”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Héctor Schamis, profesor de la Universidad de Georgetown, sobre el escenario global a la luz de la invasión a Ucrania, la inflación y el declive de la democracia en América Latina.   

Sobre los elementos que están causando disrupción en el orden liberal, el intelectual afirmó: “Hay una serie de elementos que constituyen una tormenta perfecta. Muchos elementos están coincidiendo: inflación, materias primas, crisis alimentaria, una guerra en Europa, tensión en Asia y si venimos al hemisferio americano, vemos problemas de la supervivencia de la democracia en América Latina y tensiones muy fuertes en EEUU”.

Sobre el impacto de estas crisis en el mediano plazo, el profesor universitario explicó: “Me preocupa la guerra europea más que ninguna otra cosa y la potencial crisis en China y Taiwán. Una guerra en Europa siempre es una guerra sistémica que no sabemos hacia dónde puede ir o en dónde puede terminar. La tensiones en Asia por el viaje de Pelosi a Taiwán generó mucho debate y no sabemos muy bien qué es lo que China continental, Beijing, puede reaccionar. Por el lado económico, tenemos el aumento de precios. Ucrania es un gran proveedor de alimentos a Europa y a Asia y África. Tener sus puertos bloqueados, impide exportar granos y eso contribuye aún más a la presión de precios”.

Sobre las consecuencias para América Latina que pueda tener esta re-configuración global, el también economista expuso: Esto puede generar convulsiones sociales en diversas latitudes, en África y en Asia sin duda. América Latina es productora de alimentos. No obstante, cualquiera que produce hoy, tiene que pagar más para llevar a cabo el proceso de producción y le es más difícil conseguir inversión. En América Latina es particularmente delicado esto ya que son países con inflaciones más altas que la que está teniendo Estados Unidos. La inflación en Estados Unidos comienza a descender levemente, al menos de manera inmediata, no sabemos si será una tendencia de mediano o largo plazo. Y la democracia, que está en un proceso de deterioro con cada vez menos legitimidad y apoyo. También hay una tendencia a la perpetuación de individuos. El caso del presidente de China que está haciendo una reforma institucional jamás vista desde Mao Zedong que le permitiría perpetuarse en el poder. Esto es un poco lo que vivimos en América Latina aunque no tengamos sistema de partido único, pero sí tenemos un auge personalista en el poder.

Finalmente, en el último segmento de debate, Paul Boteo moderó el panel entre Stephanie Henaro, internacionalista, y Franklim Coletti, historiador especialista en Asia, sobre las tensiones entre China y Taiwán y los escenarios geopolíticos para los próximos meses.

 

 

 

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