
En el programa de esta semana, analizamos los peligros que enfrenta la democracia en Bolivia y los retos que afronta Venezuela
Dionisio Gutiérrez inició alertando sobre una amenaza que trasciende fronteras: el riesgo que enfrenta la democracia en América Latina con las próximas elecciones en Bolivia. Advirtió sobre el avance de figuras autoritarias que hoy pretenden disfrazarse de demócratas.
Dirigiéndose directamente al candidato Rodrigo Paz, señaló: “Usted quiere silenciar a quienes denuncian su incompetencia, su corrupción y sus alianzas con el crimen”. Y agregó que “quiere callar a los periodistas, pero no puede esconder los hechos. Quiere intimidar a sus críticos, pero no puede borrar su pasado”.
Gutiérrez enfatizó el peligro que representa esta candidatura que intenta llegar al poder “con el gesto autoritario, con la mirada del que intimida, con la palabra del que amenaza”. Y recordó que Paz “fue alcalde de un pueblo que lo repudió en las urnas, y pretende ahora gobernar a toda una nación”.
“El señor Paz posa de estadista”, afirmó Gutiérrez, “mientras hace gala de su arrogancia y su estupidez, al lado de Evo Morales y el MAS, los destructores de Bolivia”. Y subrayó que la historia no puede repetirse: “Suficiente tuvo ya la nación boliviana con Evo Morales y el MAS, para que ahora, usándolos a ustedes como títeres, vuelvan a gobernar”.
También expuso el doble discurso del candidato: “La guerra sucia transnacional que usted denuncia es la que ha ejecutado el Grupo de Puebla contra las democracias de América Latina, un grupo del cual Evo Morales, su socio y mentor, es fundador”.
Para cerrar, Gutiérrez hizo un llamado a los ciudadanos bolivianos: “Los pueblos que se respetan a sí mismos no eligen verdugos: eligen estadistas. Y esta vez, señor Paz, Bolivia tiene la oportunidad de rechazarlo en las urnas y defender su derecho a la palabra y a la libertad”.
En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Orlando Avendaño, periodista, columnista y escritor venezolano, sobre populismo.
Bajo el contexto de las elecciones en Bolivia, y la candidatura del binomio Paz-Lara, Avendaño señaló que, a su parecer, la importancia de dicho país en la región se subestima: “[Lo que pasa en] Bolivia tiene implicaciones en la seguridad hemisférica de la región, en la dispersión o contención del crimen organizado. Es un foco central del narcotráfico y se venía potenciando de la mano del MAS”. Aseguró que la única esperanza y garantía de que Bolivia sea un aliado en la lucha contra el narcotráfico en la región es que gane Tuto Quiroga.
Agregó que la relación entre Paz-Lara y Evo Morales parece ser estrecha, aunque ahora están intentando “meterla bajo la alfombra”. A su vez, buscan presentarse como candidatos independientes, como una alternativa. Sin embargo, señaló que los reportes indican que a “Evo Morales le convendría un triunfo de Paz”.
Respecto al Foro de Sao Paulo, al cual pertenece Evo Morales —socio y mentor de Paz—, Avendaño indicó que no es una organización política convencional: “Estamos hablando de una organización del crimen organizado. El mismo que ha provocado desestabilización en países como Chile y Colombia”. Asimismo, mencionó que Evo Morales “es un actor fundamental de esta estructura, que mueve importantes redes del narcotráfico”.
Además, señaló que los países de la región deben entender que lo que ocurre en Bolivia, Venezuela y Colombia les involucra: “Esas estructuras de crimen organizado son las que financian y potencian las organizaciones de extrema izquierda, que al final se hacen con el poder en los países de la región”. Por esa razón, Avendaño afirmó que “manterse lejos” de la realidad política de la región no evitará verse involucrados.
En relación con Venezuela, y sobre la posibilidad de que algún sector del régimen de la dictadura entregue a Nicolás Maduro para un proceso de transición, Avendaño cree que eso “está sobre la marcha”. Añadió que “hay grupos que entienden que su supervivencia está ligada a quitarse este problema de encima”.
Sobre el rol específico de las Fuerzas Armadas en Venezuela en una posible ruptura del régimen, señaló que tienen poco espacio para maniobrar, pues están disueltas: “Es un cuerpo empobrecido que está sometido a supervivencia diaria y no tiene la capacidad ni de conspirar ni de ponerse de acuerdo”.
Respecto a las consecuencias regionales que supondría la transición democrática en Venezuela, Avendaño aseguró que “serían determinantes”. Se debe recordar que Venezuela “ha sido un factor de desestabilización político y social”, así como ha dispersado el crimen transnacional del narcotráfico. Por lo tanto, la transición democrática significaría tener “un hemisferio más seguro, con más prosperidad y libertad”, aseguró.
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