En los últimos días, el Gobierno ha propuesto una reforma fiscal para incrementar los ingresos del país y múltiples sectores se mostraron insatisfechos ante esto.
Guatemala atraviesa una situación fiscal crítica. Después de haber alcanzado una recaudación tributaria equivalente al 12.1% del PIB en el año 2007, ésta disminuyó hasta llegar a 10.2% del PIB en el año 2015. Esto se debió principalmente a una disminución significativa en el pago del IVA de importaciones y de aranceles, derivado del contexto económico global y del poco control que la SAT ejerce en las aduanas.
Por el contrario, durante el mismo período, el pago de impuestos directos, que es realizado principalmente por las empresas, se incrementó de 3.3% a 3.6% PIB, lo que ayudó a contrarrestar la caída en la recaudación de otros impuestos.
En cuanto al gasto público, la situación es mucho más compleja. Durante los últimos ocho años el gasto en salarios se incrementó de 22% a 34% del total de egresos ejecutados por el Estado. Esto se debe en gran parte a los pactos colectivos que se han firmado en diferentes instituciones del Estado durante la última década; que han puesto en riesgo la viabilidad de las finanzas públicas. Además se han incrementado las contratacionesen renglones que no están bajo del control de la Oficina Nacional de Servicio Civil -ONSEC-, lo que ha contribuido a la opacidad en el gasto público.
El sector público de Guatemala es considerado el quinto más corrupto de América Latina, según el Índice de Percepción de Corrupción; tan sólo por arriba de Nicaragua, Paragua, Haití y Venezuela. La ciudadanía continúa percibiendo que la corrupción se encuentra profundamente arraigada en las compras y contrataciones que realiza el gobierno, lo que mina seriamente la confianza de los contribuyentes. Los casos de corrupción de alto impacto que han salido a luz en el último año, parecen confirmar la percepción de la ciudadanía.
Las finanzas del Estado enfrentan diversos desafíos, pero el más importante es ordenar y transparentar los gastos, que por décadas han representado una fuente de riqueza ilícita para políticos, sindicalistas y contratistas del Estado inescrupulosos. También se debe terminar de fortalecer la SAT, para que todos contribuyamos con las finanzas del Estado y se disminuya considerablemente la evasión fiscal. Estas dos medidas harán que el Estado tenga más recursos y que el gasto público ayude realmente al desarrollo del país.
Esta semana en Dimensión hablaremos con un grupo de expertos sobre la reforma fiscal propuesta por el Gobierno de Guatemala.
Panelistas:
- Fritz Thomas (Analista)
- Paulo de León (Director de CABI)
- Ricardo Barrientos (Analista Sénior ICEFI)
- Álvaro Velásquez (Diputado por partido Convergencia)
Sintoniza el programa completo este domingo a partir de las 10 p.m. por Canal 3 o encuéntralo aquí el lunes por la mañana: