Coronavirus, una pandemia de desinformación

Coronavirus, una pandemia de desinformación
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Directora de Comunicación y Prensa de la Fundación Libertad y Desarrollo. Comunicadora Social graduada de la Universidad Rafael Landívar. 
13 Mar 2020

La política en la era de la posverdad se ha encontrado con la pandemia del Coronavirus. La precisión de las declaraciones de los gobiernos podría tener consecuencias de vida o muerte. Es importante que informen correctamente a la población.

A medida que las autoridades de salud pública en todo el mundo luchan contra el nuevo Coronavirus, COVID-19 siendo su nombre correcto, existen otros obstáculos a los que también debemos ponerles atención: la desconfianza en los medios de comunicación, declaraciones irresponsables de los gobernantes y la desinformación en redes sociales.

El COVID-19, al igual que otras enfermedades del pasado, viene acompañado de teorías de conspiración que se han propagado tan rápidamente como el propio virus. Se comparten recetas mágicas para curar el virus por grupos de Whatsapp, videos que generan pánico en la población y hasta mensajes de racismo que asegura que todo es culpa de los chinos.

En la era de la polarización y la “posverdad”, la vida de miles de personas depende en gran parte en el uso responsable de la información. Los gobernantes y las autoridades del sistema de salud tienen una tarea titánica. A pesar de esto, presidentes como AMLO y Trump se burlan de la crisis y llaman a darse abrazos fraternales o se niegan a hacerse las pruebas de diagnóstico, respectivamente. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya considera el brote del nuevo Coronavirus como una pandemia y solicita a los gobiernos a activar y ampliar los mecanismos de respuesta a emergencias; comunicarse con las personas sobre los riesgos y cómo pueden protegerse; encontrar, aislar, probar y tratar cada caso de COVID-19 y rastrear a las personas con las que haya estado en contacto.

Guatemala, con un sistema de salud tan débil, necesita de la prevención para hacerle frente a COVID-19. El presidente y autoridades locales tienen la obligación de comunicar en todos los idiomas del país los protocolos de higiene. La OMS indica que es importante lavarse las manos con frecuencia, usar geles hidroalcohólicos, mantener una distancia mínima de un metro con aquellas personas que tengan síntomas asociados a la enfermedad, y evitar tocarse la boca, nariz u ojos.1 

Cuando hablamos de prevención, también debemos pensar en la información que leemos y compartimos; es muy importante verificar que este contenido sea cierto. Podría haber varios efectos devastadores con toda la información falsa que está circulando. Ya tenemos personas vaciando los supermercados; el siguiente nivel son los asaltos por la histeria masiva, creyendo que el mundo está a punto de terminar. O, peor aún, aquellos que se niegan a creer que la enfermedad es realmente una amenaza y, a su vez, descartan la importancia de lavarse las manos o ir al hospital si están enfermos, o incluso confiar en sus médicos.

En un mundo tan saturado de información, las consecuencias de un mal manejo de la comunicación sobre el COVID-19 son vida o muerte. Los ciudadanos debemos saber escuchar las voces correctas y los gobernantes necesitan precisión en sus declaraciones. El impacto de esta enfermedad en los países depende en gran parte de esto.

La divulgación de contenido falso y malicioso sobre el Coronavirus ha sido un drástico recordatorio de la batalla cuesta arriba que realizan los investigadores y las empresas de internet. Facebook, YouTube y Twitter indicaron que están esforzándose para que la gente se dirija a fuentes confiables de información médica, y tenga líneas directas de comunicación con la OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.2

En Guatemala ya tenemos el primer caso de COVID-19. Aprendamos las lecciones de Italia y España, donde sus gobernantes y ciudadanos no actuaron a tiempo; y son unos de los países con el mayor índice de propagación en Europa. Busquemos la prevención y exijamos a nuestros gobernantes decisiones responsables al respecto.

 


Referencias:

  1. https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public
  2. https://www.nytimes.com/es/2020/03/10/espanol/negocios/coronavirus-desinformacion-redes-sociales.html?te=1&nl=el-times&emc=edit_bn_20200313&campaign_id=42&instance_id=16694&segment_id=22167&user_id=64e238e22256ab77f12fbba56b4999ff&regi_id=8959005620200313