Medidas económicas en tiempo de crisis

Medidas económicas en tiempo de crisis
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Paul Boteo es Director General de Fundación Libertad y Desarrollo. Además, es catedrático universitario y tiene una maestría en Economía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. 
02 Abr 2020

Las últimas proyecciones de crecimiento del Banguat indican que este año el PIB de Guatemala crecería entre 0.5% y 1.5%, y en los próximos meses estas proyecciones podrían empeorar. ¿Qué medidas económicas se pueden aplicar en este contexto? Las propuestas deben ir en dos vías: una es tratar de preservar el empleo, y la otra, es ayudar a los que se quedaran sin ingresos.

 

Los primeros datos de los efectos del Coronavirus en la economía de Estados Unidos son realmente alarmantes.  Más de 3.2 millones de trabajadores estadounidenses aplicaron al seguro de desempleo en la última semana  de marzo. La cifra más alta que se había registrado hasta ahora era de 695 mil reclamos en octubre de 1982. Para tener otro parámetro de comparación, en febrero se contabilizaron 5.6 millones de desempleados en Estados Unidos. Si se suman 3.2 millones de desempleados más, la tasa de desempleo pasaría de 3.5% en febrero a 5.3% en marzo. Veremos si se confirma este escenario, cuando se publiquen los datos oficiales de desempleo.

Las proyecciones más alarmantes, indican que más de 47 millones de personas podrían quedarse sin empleo en Estados Unidos en los próximos meses, lo cual implicaría una tasa de desempleo de 32%, una cifra nunca vista en la historia de ese país. Ni siquiera para la Gran Depresión de los años treinta.

Vivimos tiempos de crisis económica en todo el mundo y Guatemala no es ajena a esta realidad. Las últimas proyecciones de crecimiento del Banguat indican que este año el PIB de Guatemala crecería entre 0.5% y 1.5%, y en los próximos meses estas proyecciones podrían empeorar. ¿Qué medidas económicas se pueden aplicar en este contexto? Las propuestas deben ir en dos vías: una es tratar de preservar el empleo, y la otra, es ayudar a los que se quedaran sin ingresos.

Guatemala tiene una complejidad en su mercado laboral, que hace difícil implementar políticas económicas en tiempos de crisis. Sólo el 30% de la fuerza laboral está en la formalidad y el restante 70% sobreviven en la informalidad. Para ayudar a ambos grupos de trabajadores se deben tomar medidas distintas. Preservar el empleo de los que se encuentran en la formalidad pasa por brindar incentivos fiscales a las empresas para que sobrevivan estos tiempos difíciles y así, no se vean en la necesidad de prescindir de trabajadores. La tasa de ISR que pagan las empresas es de 25%. Una apuesta agresiva sería reducirla a entre 10% y 15% de forma inmediata, para que logre mayor liquidez. Igual se debe revisar el ISO, ya que drena la liquidez de las empresas, lo cual es de vida o muerte para las mismas en estos momentos.

Otra medida que están aplicando algunos países es exonerar temporalmente el pago del IVA del arrendamiento de locales comerciales. Esto con el fin de ayudar a las medianas y pequeñas empresas, ya que este rubro es importante dentro de sus gastos mensuales.

Para las personas en la informalidad y que seguramente se quedaran sin empleo, se puede considerar brindarles transferencias directas por cuatro o seis meses, para que puedan soportar esta tormenta. Muchos pequeños comerciantes se quedarán sin recursos muy pronto y podrían enfrentar una grave situación económica. Esta medida tiene sus complejidades logísticas para implementarse, pero debe aprenderse de la experiencia de otros países.

Otra medida urgente es reformar el marco legal de las Alianzas Público-Privadas para agilizar la ejecución de la cartera de inversión que se encuentra paralizada por el papel vergonzoso que ha jugado el Congreso. Tal como está la legislación actualmente, los proyectos se quedan entrampados porque se necesita de la aprobación de los congresistas y todo parece indicar que éstos, literalmente, extorsionan a las empresas para aprobar los proyectos. El país necesita infraestructura para mejorar su competitividad. Se le debe quitar ese poder arbitrario a los diputados, entre otras reformas a esta legislación.

Por supuesto, estas medidas tendrían un costo fiscal muy fuerte, pero en estas circunstancias extraordinarias, tenemos que estar dispuestos a aceptar cierto nivel de déficit fiscal, que sería inaceptable en tiempos normales. Es la única forma de brindar lo incentivos correctos. Esto implica que, posteriormente, se debe trabajar en lograr un Estado más eficiente, eliminando gastos superfluos, ligados a corrupción o a clientelismo político. Y claro, el déficit fiscal no puede ser tan alto que ponga en riesgo la estabilidad macroeconómica del país, que es uno de los activos más valiosos que tenemos. La idea no es tener que enfrentar una crisis de deuda pública dentro de diez años, como la que atraviesa Costa Rica, por citar un ejemplo.

Por último, se debe hacer un balance en las medidas que se toman para enfrentar el Coronavirus. Medidas que impliquen el cierre total de todas las empresas, podría significar una crisis humanitaria sin precedentes en los próximos meses. Se debe ser estrictos con las medidas que se toman para resguardar la salud y la vida de todos los guatemaltecos. Al mismo tiempo, se debe tratar de preservar el empleo de más de 7 millones de trabajadores que conforman la fuerza laboral del país. Son tiempos difíciles.