Vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad

Vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad
17 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos el proceso de desglobalización que atraviesa el mundo y sus implicaciones.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre la interconectividad del mundo y los factores comunes que compartimos como humanidad: las necesidades, los sueños y las ambiciones. A pesar de los conflictos y los ciclos de retrocesos, subrayó que estamos cada vez “más comunicados, mezclados y relacionados”.

Sin embargo, señaló que hoy nos enfrentamos a un ciclo de desglobalización, caracterizado por la reducción del comercio mundial y el proteccionismo económico, lo cual, advirtió, “trae peligros graves a corto plazo”. No obstante, Gutiérrez afirmó que este ciclo, al igual que los anteriores, pasará, y que los verdaderos desafíos del mundo actual radican en “la degradación política” y en cómo el mundo “se hace cada vez más ingobernable”.

Para concluir, Gutiérrez recordó que “lo primordial, lo fundamental, el origen de la creación, es el individuo, su libertad individual y la responsabilidad” con la que la ejerce. Por ello, subrayó la importancia de aprender a “vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad”, ya que es esto lo que permite construir especies duraderas y civilizaciones exitosas.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Héctor Schamis, economista y profesor universitario, y a Eduardo Fernández, doctor en ciencia política y profesor universitario, sobre el retroceso y desglobalización que atraviesa el mundo.

La desglobalización tiene distintas implicaciones, y una de ellas es el conflicto internacional. Schamis expuso que algunos analistas consideran que estamos ante la Tercera Guerra Mundial, “no solo por las múltiples guerras”, sino por la guerra en Ucrania, la cual es “sistémica”. Recordó que las guerras mundiales se han librado en Europa y que esta guerra en particular puede escalar fácilmente. Por ejemplo, mencionó la presencia de “armas y combatientes norcoreanos en Rusia” y señaló que, de ingresar a Ucrania, el presidente Biden ha dado “libertad para el uso de armas americanas, que hasta ahora no lo ha tenido”.

En el ámbito económico, Schamis expresó que la desglobalización “estanca la transmisión del conocimiento y, por lo tanto, estanca el crecimiento económico”. En su opinión, la globalización, al ser un fenómeno de carácter mundial, hace que ningún país tenga “la capacidad por sí mismo de detenerlo”.

Respecto a si China podría liderar un nuevo proceso de globalización, Schamis indicó que las tendencias apuntan hacia el unilateralismo, “en cuyo caso va a sufrir el espacio multilateral que es esencial para regular el comercio internacional”, impactando el crecimiento del mismo.

En el caso de América Latina, Schamis considera que el problema económico está más afectado por el “deterioro institucional, de las normas”, que por la desglobalización en sí. Si bien es cierto que “el crecimiento económico va de la mano de la globalización”, también es cierto que “la globalización va de la mano de instituciones que generen credibilidad y que reduzcan el riesgo del inversor”. En el caso de la región, no se ha “reducido el riesgo del inversor” por no contar con “instituciones robustas”, indicó.

Por último, respecto a la migración y los movimientos políticos en contra, Schamis subrayó que el “problema fundamental es que la globalización implica movilidad de recursos económicos, de bienes y servicios, de empleo, y el sistema internacional no tiene instituciones para enfrentar esta tendencia masiva” de migración. 

Por su parte, Fernández considera que estamos ante un proceso de desglobalización y que “son varias las tensiones que están afectando este proceso”. Por ejemplo, destaca el aumento del nacionalismo y el creciente proteccionismo económico”, los cuales forman parte de “la narrativa de actores políticos”. De este modo, se “están construyendo muros que impiden que la globalización avance de forma natural”, señaló.

En cuanto a las dimensiones de la globalización —el ámbito político internacional y el mercado— y en cuál de estas se ha sustentado, Fernández destacó que ambas están interrelacionadas bajo un mismo principio: "el intercambio global entre países".

Por otro lado, existe un debate político sobre la soberanía en el contexto de la desglobalización, un debate que, según Fernández, es erróneo. “Estamos mezclando temas, y eso suele ser gravísimo, porque al final, apelando a la soberanía, lo que estamos impidiendo es el desarrollo de acuerdos libres y voluntarios de naturaleza comercial entre personas que viven en distintos países”. Como consecuencia, habrá “menos oportunidades para todos”, advirtió.

Asimismo, se planteó que la desglobalización podría ser, en realidad, un problema más político que económico, con lo que Fernández está de acuerdo. A su juicio, este fenómeno se origina por “la incapacidad de las élites para lograr acuerdos y armonizar las relaciones entre distintos actores y países”. En este sentido, Fernández subraya que "la batalla de las ideas" es clave.

Finalmente, se planteó la premisa de que, al ser la globalización un fenómeno de interconexión, tiene un efecto pacificador en el sistema internacional. Al estar ante su retroceso, ¿podemos anticipar un aumento de los conflictos entre países? Fernández afirmó que "si dejamos de comerciar, las probabilidades de que surjan más conflictos de los que ya sufrimos aumentan".

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