5 cosas que aprendí de Guatemala en los últimos 5 meses

5 cosas que aprendí de Guatemala en los últimos 5 meses
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Luis Miguel es Director del Área Social de Fundación Libertad y Desarrollo, catedrático universitario y tiene una maestría en Administración Pública de Escuela de Gobierno.
09 Sep 2015

No recuerdo en mi tiempo de vida momentos tan convulsos en la política nacional como los que hemos tenido en los últimos meses. A estas alturas ya casi olvidé cómo es un día normal y tranquilo en las noticias políticas del país.

Y es que de abril para septiembre hemos atravesado una serie de turbulencias políticas que han cambiado el panorama político e institucional del país, el tiempo nos dirá si estamos logrando aprovechar esta ventana de oportunidad.

Les dejo en estas líneas las 5 cosas que aprendí de Guatemala en los últimos 5 meses.

1.

El interior del país no vive en total aislamiento de lo que sucede en la arena política como se suele creer. En definitiva el creciente nivel de urbanización y la penetración de la tecnología sumadas a la comunicación de boca en boca han comenzado a cambiar el paradigma de la comunicación en el país. Todavía tenemos grandes rezagos en muchas regiones, sobre todo las más aisladas pero en las cabeceras departamentales y las poblaciones aledañas la información pareciera estar fluyendo con mayor eficiencia.

De ahí que los escándalos de corrupción que enfrentó el gobierno de Otto Pérez Molina y la evidente relación que tenía el gobierno con Líder y Manuel Baldizón terminara afectando a este último en su intento por llegar a la presidencia, las encuestas serias lo mostraban bajando a pesar de que algunas personas afirmaran que esto no era posible porque se tenía la impresión de que la gente no se enteraba de lo que estaba pasando.

 

2.

Las redes sociales son cada vez más importantes y tienen influencia en la vida política del país pero también son una burbuja y pueden distorsionar la percepción que tenemos de la realidad. Esto se puede apreciar en el poco impacto que tuvo la campaña de rechazo al sistema a través del voto nulo o la petición de que se aplazaran las elecciones. Ideas que, en redes sociales y algunos medios de comunicación, daban la impresión de tener una aceptación importante sin embargo la gente salió a votar, de hecho la participación electoral del 2015 (71.24%)[1] subió ligeramente en comparación con la del 2011 (69.38%).

El voto nulo y en blanco también disminuyó, en 2011 el porcentaje de votos nulos y en blanco fue de 11.85% mientras que en 2015 se calcula que fue de 9.21%[2].

 

3.

Los gastos millonarios exorbitantes no son la única forma de hacer una campaña política exitosa pero todavía tienen mucho peso. No estoy de acuerdo con las aseveraciones que se hacen de que el paradigma de la política guatemalteca ha cambiado y que ya no se necesitan campañas millonarias para ganar. Es cierto que hoy tenemos ejemplos de políticos que resultaron exitosos como Luis Grijalva, alcalde electo de Quetzaltenango por Encuentro por Guatemala; Neto Bran, alcalde electo de Mixco por el Movimiento Reformador; algunas campañas de diputados al Congreso de la República; y el mismo Jimmy Morales quien llegó a segunda vuelta presidencial con el partido FCN Nación. Pero cabe preguntarnos si estos casos no son más el resultado de una serie de eventos externos que el resultado directo de un cambio de paradigma.

No hay que olvidar que tanto la UNE como Líder obtuvieron en conjunto casi el 40%[3] del total de votos, un voto altamente clientelar y caro. Según cifras oficiales, entre mayo y julio la UNE gastó 25.6 millones de quetzales; Líder 61.4 millones y FCN Nación 4.5 millones. En estos datos no se incluyen los gastos que algunos de partidos hicieron en campaña anticipada de forma ilegal.

Lo que sí tuvimos en estas elecciones son algunos interesantes casos de estudio para la Ciencia Política guatemalteca, por ejemplo el de Neto Bran, quien con muy poco dinero se enfrentó a dos candidatos que contaban con mucho dinero para hacer campaña pero que también cargaban con el desgaste de sus partidos y de sus propias gestiones. Hablo de Amilcar Rivera quien se lanzaba con Líder y ya había sido alcalde de Mixco y de Otto Pérez Leal de quien no tengo que decir mayor cosa para dar a entender el punto.

El caso de Morales es bastante particular porque él no comenzó su campaña de cero, si bien es cierto que su única experiencia con la política se reduce a haber obtenido el tercer lugar para la alcaldía de Mixco en 2011, Jimmy era ya una figura conocida en muchas regiones del país pues tiene más de 15 años de ser el protagonista de un programa de televisión de comedia que se transmite todos los domingos en horario estelar por uno de los canales de mayor rating del país. En ese sentido, el candidato ya tenía ganada la primera batalla, ser un personaje conocido.

 

4.

La sociedad guatemalteca está fuertemente polarizada pero puede unirse cuando entiende que hay enemigos comunes, en este caso en particular fue la corrupción el enemigo a vencer. Ejemplos hay muchos pero me gustaría resaltar a los estudiantes de la USAC, URL, UVG y UFM que marcharon juntos y contagiaron al país para que se uniera en un paro nacional que muchos veían con recelo.

Esperemos que la segunda vuelta electoral no resulte en el rompimiento de esa confianza que se ha empezado a construir pues otro que se había perfilado como el enemigo en común, Manuel Baldizón, ya fue sacado de la contienda y la segunda vuelta será disputada por candidatos que parecieran tener marcadas diferencias ideológicas. Habrá que analizar la forma como estas personas se han comportado en el pasado y la capacidad que pueden tener de lograr ciertos consensos. Cuidado con las caras amables que luego dejan la máscara tirada por ahí.

 

5.

Todos estamos de acuerdo con que Guatemala tiene problemas profundos y que muchos de esos problemas están en sus instituciones pero las soluciones a esos problemas no tienen por qué ser radicales. Thelma Aldana y la excelente labor que su equipo está realizando en su “cruzada contra la corrupción” ejemplifica muy bien este punto.

Para hacer lo que están haciendo no necesitaron cambios estructurales profundos en el Ministerio Público. Fue la invaluable ayuda de CICIG al mando de Iván Velásquez y la voluntad de hacer que las cosas caminen lo que provocó el cambio. Esto generó un efecto de bola de nieve que terminó contagiando a la población e incluso a algunos personajes de la Corte Suprema de Justicia que han tomado la decisión de mover los engranajes para bien.

Con esto no estoy diciendo que no necesitemos cambios y reformas en legislaciones específicas, por supuesto que podemos reformar y mejorar, un cambio de actitud en todos los funcionarios públicos es utópico. Lo que sugiero es que nos alejemos de esos discursos que sugieren cambios radicales al sistema pues suelen ser discursos superficiales que se toman a una distancia considerable de la especificidad de los problemas que tiene la administración pública. Cada institución es distinta y requiere de especial atención.

 

Estas son las lecciones más importantes para mí, me interesaría mucho saber ¿qué aprendió usted de Guatemala en estos últimos 5 meses?


1. Datos de las elecciones generales 2015 de Guatemala en www.tse.org.gt

2. Datos obtenidos en www.tse.org.gt (Nota: Al momento de escribir este artículo el TSE todavía no había entregado resultado oficiales por lo que el resultado podría presentar alguna variación mínima)

3. Datos en www.tse.org.gt