Hasta el momento ha tenido un desempeño regular.
Esta semana se cumplió el primer año de la presidencia de Bernardo Arévalo y es importante evaluar los primeros resultados de su gestión.
Dentro de los aspectos positivos, se puede mencionar que la economía cerró 2024 con un crecimiento de 3.7%, la inflación en 1.7%, se espera que la inversión extranjera directa haya sobrepasado $1,600 millones y el sistema bancario muestra solidez y crecimiento.
Esto significa que se mantuvo la estabilidad macroeconómica, que es uno de los pilares más importantes para la economía del país. Por supuesto, esos niveles de crecimiento son insuficientes para reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los guatemaltecos; pero al menos no se tuvo una caída de la economía como algunos esperaban.
Sin embargo, hubo aspectos que se pudieron mejorar. El Ministerio de Comunicaciones estuvo en el ojo del huracán por la poca ejecución y la alta rotación de ministros.
No es fácil enfrentarse a las estructuras de corrupción que dominaron ese ministerio en las últimas dos décadas, pero el presidente necesita encontrar la fórmula para poner en marcha la reconstrucción de las carreteras y puentes. Es un tema urgente que afecta la calidad de vida de los guatemaltecos.
En seguridad se logró continuar con la reducción de homicidios, aunque las extorsiones se incrementaron. Este también es un tema muy sensible para los guatemaltecos y el gobierno necesita mostrar resultados más contundentes en 2025.
Se puede decir que este gobierno no es el peor que hemos tenido, como algunos aseguran: pero tampoco es el mejor, como otros afirman. Debemos ver los aspectos positivos y negativos con cabeza fría, sin caer en los extremismos inútiles.
Para 2025, con un presupuesto bastante alto, los guatemaltecos esperan mejores resultados. Ojalá lo logren.
Columna publicada originalmente en Nuestro Diario el 16 de enero.