Es innegable que en estos momentos, cualquier paso que dé la OTAN en Ucrania en los próximos días, tendrá una respuesta fuerte por parte de Rusia y posiblemente veamos en el futuro cercano un apoyo más activo de Putin a Maduro en la crisis de la frontera colombo-venezolana.
Con varias excepciones en donde las relaciones han sido muy cordiales, desde tiempos históricos Venezuela y Colombia han tenido relaciones tensas y se han percibido como competidores. En las últimas décadas de este siglo, su antagonismo se resume en tener modelos contrapuestos: mientras uno ha optado por una revolución socialista y por alianzas anti-occidentales con Rusia, China, Irán y Turquía; el otro ha mantenido una democracia liberal con una gran cercanía a los Estados Unidos.
La última vez que se vivió una tensión como la del presente entre los dos países vecinos, se remonta al año 2008 cuando en medio de la llamada “Operación Fénix”, el territorio de Angostura fue bombardeado por el ejército colombiano, resultando en uno de los golpes definitivos a las FARC con la muerte del guerrillero Raúl Reyes y otros 22 irregulares más. En aquel momento, como daño colateral, los efectivos colombianos traspasaron ilegalmente la frontera ecuatoriana, violando la soberanía de aquel país y provocando una crisis diplomática de impacto regional que involucró a varios países y motivó en su momento a que el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, ordenara movilizar diez batallones de tropas venezolanas a la frontera, retirar a todos los funcionarios venezolanos que se encontraban en Bogotá y enviar aviones Sukhoi a sobrevolar la frontera con el vecino país.
Regresando al presente, a comienzos de 2022, y a raíz de las polémicas declaraciones del viceministro de asuntos exteriores de la República Federal Rusa, Serguei Riabkov, en donde habló de un posible despliegue de bases militares en Venezuela debido al avance de la OTAN en sus fronteras con Ucrania, ha aumentado considerablemente la preocupación en el hemisferio occidental porque continúan escalando las tensiones entre el gigante euroasiático y Estados Unidos y parecieran reavivarse los tiempos de la Guerra Fría, que se creían superados desde hace décadas. Ante estas declaraciones del diplomático ruso, el Consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jake Sullivan, afirmó que si Rusia daba un paso en esa dirección, el país del norte “actuaría de manera decisiva”.
Al otro lado del Atlántico, al norte de América del Sur, estas declaraciones han generado tensión ya que hace varios días, el Ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, manifestó que aumentará la presencia de la fuerza pública colombiana y de ejercicios de comando en la frontera con Venezuela. Y asimismo, el Ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, ha declarado que Colombia es el “peón” de la OTAN en América Latina.
Más allá del discurso inflamatorio entre ambos funcionarios, recordemos que desde el año 2009 existen varios acuerdos de cooperación y asistencia militar entre Estados Unidos y Colombia para combatir en la lucha contra el narcotráfico y la acción de grupos terroristas en ese país, lo cual incluye la presencia de oficiales norteamericanos en varias bases militares colombianas.
Ante el recrudecimiento de la violencia en los últimos días en la frontera de los dos países suramericanos por el conflicto en el área del Arauca entre los grupos disidentes de las FARC y el ELN; el representante de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy planteó la posibilidad de restablecer las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Caracas para solventar esta problemática, a lo que el presidente de Colombia, Iván Duque, expresó que “no caerían ante ese chantaje” y no cederían frente a las presiones de Rusia de regularizar relaciones con Venezuela ya que el régimen de Nicolás Maduro protege a grupos terroristas como el ELN que afectan la seguridad de Colombia, y además, el ministro Molano denunció la presencia militar rusa en territorio venezolano. Información que ya fue ratificada por el propio Padrino López, a través de su cuenta de Twitter en la que afirmó: “Rusia asoma la posibilidad de profundizar las relaciones de cooperación militar de nuestras naciones, las cuales ya existen”.
¿Será el Caribe el escenario de una nueva Guerra Fría, como sucedió en 1962 con la crisis de los misiles en Cuba? En aquel momento la amenaza atómica fue el gran disuasor que evitó que el conflicto escalara a mayores. Pero es innegable que en estos momentos, cualquier paso que dé la OTAN en Ucrania en los próximos días, tendrá una respuesta fuerte por parte de Rusia y posiblemente veamos en el futuro cercano un apoyo más activo de Putin a Maduro en la crisis de la frontera colombo-venezolana.