Esta semana en Razón de Estado hablamos sobre el daño que ha hecho la corrupción a Guatemala y el camino que necesitamos tomar para alcanzar un Sistema de Justicia independiente.
En su editorial, Dionisio Gutiérrez indicó que “los ciudadanos sabemos que la mayoría de los políticos, lejos de representarnos en el Estado y trabajar por el bien común, piden nuestro voto, con engaños y mentiras, para llegar al poder y hacer cualquier cosa, menos gobernar con decencia y compromiso” y que por esta razón la democracia se ha puesto al servicio de distintos poderes, entre los cuáles están “los más oscuros y criminales”.
Explicó que los guatemaltecos somos “grupos atrincherados” que velan por sus intereses; y aseguró que el discurso de la “falsa soberanía” utilizado por algunos sectores y el gobierno, solamente es una excusa para “violar la constitución”.
Por último reflexionó que debemos terminar con el dilema de Cicig, pues ya sea en enero o en septiembre, la comisión se irá; y todos los sectores del país deberán trabajar en conjunto para impulsar las reformas necesarias que erradiquen la corrupción imperante en Guatemala: “Más nos vale, demostrarnos a nosotros mismos y al mundo, que seremos capaces de construir un Sistema de Justicia respetable, respetado, independiente y exitoso; y un Estado de Derecho impecable y garante de la Constitución; o haremos el ridículo.”
Después, Dionisio Gutiérrez entrevistó al abogado Eduardo Mayora sobre el actual conflicto de poderes entre el Gobierno y el Poder Judicial. Mayora aseguró que “si bien la actitud por parte del Gobierno ha generado una crisis, el órgano que tiene la última palabra en materia de derecho es la Corte de Constitucionalidad, no el Presidente de la República”.
Recordó que “en una sociedad políticamente organizada, siempre habrán y surgirán conflictos; que, por supuesto, por los intereses, la condición humana y las ideologías, sesgan los criterios de los directamente involucrados.”
Concluyó que “cuando el Sistema Judicial es muy débil, quienes ejercen el poder sin este contrapeso tienen servida la mesa” y que hoy en día “no se tienen los incentivos para modificar la situación y las circustancias en las que vive Gutemala. Por eso se necesitaba de un actor externo, como lo fue la Cicig, para que pusiera sobre la mesa una iniciativa de reforma, que luego las élites pudieran modificar, según consensos alcanzados”.
Después, en el segmento de debate , Paul Boteo moderó una discusión sobre la continuidad de la lucha contra la corrupción en Guatemala entre Phillip Chicola, Director del área política de Fundación Libertad y Desarrollo; Javier Zepada, Director ejecutivo de la Cámara de la Industria; y Alejandro Palmieri, analista político.
En el último segmento, Dionisio Gutiérrez hizo referencia a los grandes casos de corrupción que han sido perseguidos en América Latina en países como Argentina, Brasil o El Salvador. Sobre Guatemala indicó que “desde 2014, el Ministerio Público, con el apoyo de Cicig, acusaron a 674 personas por casos de corrupción” entre ellos presidentes, candidatos a cargos públicos, ministros, magistrados de la Corte Suprema, etc.
Sobre el Sistema de Justicia guatemalteco expresó: “Hasta que calleron al bote cientos de personajes de cuello blanco, gracias a la Cicig, nos dimos cuenta que desde hace 10 años entre un tercio y la mitad de los presos pasan muchos años en prisión preventiva sin ir a juicio para lograr sentencias de condena o absolución.Y quienes no quieren ir a juicio porque saben que les conderán, usan el mañoso entramado en que los políticos han convertido a la justicia; de la que abusan a su antojo. (...) Tenemos un sistema de justicia que está en trozos, sin recursos, con exceso de trabajo y falta de apoyo y comprensión”.
Terminó el análisis reafirmando que “Guatemala necesita un Estado de Derecho impecable y garante de la Constitución” y que por eso, “no debe ser gobernada por incapaces, charlatanes, hipócritas y corruptos”.
Puede ver el programa completo en el siguiente enlace: