Expertos en el tema de seguridad transnacional que han formado parte de importantes agencias del Gobierno de Estados Unidos, visitaron el país para participar en el foro “Guatemala: una amenaza para la seguridad hemisférica” organizado por Dionisio Gutiérrez y la Fundación Libertad y Desarrollo el pasado viernes 28 de junio.
Fundación Libertad y Desarrollo recibió en Guatemala a cuatro exfuncionarios de importantes agencias del gobierno de Estados Unidos, quienes hoy, son miembros de varias organizaciones a nivel global, dedicadas a la solución de crisis y a la seguridad transnacional, en coordinación con agencias e instituciones de los gobiernos importantes en el hemisferio occidental.
El grupo de especialistas vino encabezado por James Milford, experto en seguridad global y exdirector adjunto de la DEA en Washington; DC Page, Director de V2 Global y exfuncionario sénior en el Departament of Homeland Security; Larry Holifield, experto en inteligencia y operaciones contra organizaciones criminales que amenazan la seguridad de Estados Unidos y fue el attaché a cargo de la DEA para Colombia, Centroamérica y México; y Leslie Alessandra, quien, hasta hace un mes, fue la oficial sénior, experta del FBI para América Latina en temas de corrupción, lavado de dinero y narcotráfico.
En el foro organizado por Fundación Libertad y Desarrollo: “Guatemala: una amenaza para la seguridad hemisférica”, los cuatro expertosexpusieron su preocupación sobre cómo el crimen organizado ha cooptado las instituciones de seguridad, fiscalías y los mismos partidos políticos, al punto de que Guatemala está muy cerca de convertirse en un narcoestado.
Dionisio Gutiérrez, presidente de Fundación Libertad y Desarrollo, abrió el evento explicando la grave situación actual de Guatemala y cómo el narcotráfico se ha infiltrado en los partidos políticos: “el 75% de las campañas presidenciales han sido financiadas por corrupción y narcotráfico en los últimos 12 años.”
James Milford agregó que “los ejemplos de los aterrizajes de avionetas en puntos rurales del país o la siembra de amapola demuestran cómo la misma población, se ha involucrado con estas redes criminales al no encontrar soluciones a la falta de oportunidades laborales y a la pobreza por parte de las instituciones públicas.”
Después, DC Page habló sobre los diferentes niveles para atacar el narcotráfico: “Para combatirlo, claro que se necesita la cooperación de la DEA y de otras organizaciones internacionales, pero lo más importante es la policía local. Comenzar con profesionalizar a los agentes se puede ver como un paso muy pequeño, pero son esos pasos los que comienzan a resolver un problema tan grande. Se debe comenzar desde abajo.”
Larry Holifield coincidió y reflexionó sobre los pasos mínimos que ve importante para fortalecer la lucha contra el narcotráfico: “Yo comenzaría con los estudiantes que quieren llegar a ser policías; es importante darles incentivos, salario y que vean claramente una trayectoria profesional para que se alejen de las prácticas corruptas. Además, crearía una unidad de investigación que le rinda cuentas al Fiscal General y que no tenga que ver con los militares. Tomará tiempo, tomará fuerza de voluntad y dinero, pero a la larga, terminarán con algo de lo que podrán estar orgullosos.”
Leslie Alessandra, destacó que las agencias estadounidenses dependen del trabajo que hacen las fuerzas de seguridad locales y el sistema judicial de un país, por lo cual es “extremadamente difícil cuando estos actores están involucrados en corrupción. Las agencias estadounidenses pueden colaborar con el traslado de recursos y capacitaciones a entidades nacionales, pero la responsabilidad principal de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado es de las instituciones públicas de Guatemala.”
Dionisio Gutiérrez concluyó el evento haciendo un llamado al público, constituido por líderes de sociedad civil, sector privado, partidos políticos, periodistas y académicos: “Es usual que esperemos de los Estados Unidos. que solucionen nuestros problemas, pero no pueden hacer todo lo que quisieran por todas las limitaciones que los estados internacionales y los políticos crean. El problema del narcotráfico debemos resolverlo en Guatemala por lo que es importante impulsar una agenda con el apoyo de instituciones públicas, sociedad civil y sector privado para asegurar que el narcotráfico y la política no sigan haciendo equipo. Estados Unidos nos apoyará, pero la voluntad de encontrar una solución, debe de surgir de nuestras élites.”