En el programa de esta semana, analizamos las amenazas a la libertad en 2025.
Dionisio Gutiérrez comenzó señalando que, cuando criminales sin límites y sin piedad alcanzan el poder, —al cual suelen llegar ilícitamente—, “merecen ser juzgados y sentenciados a cadena perpetua o a enfrentar un pelotón de fusilamiento”.
Tal es el caso de Nicolás Maduro, “el capo de una mafia, el tirano medieval que ha demostrado no tener alma ni conciencia”. El narco-dictador que gobierna sobre casi 30 millones de personas, el cual debe ser juzgado por la justicia internacional y por “las cortes de la futura república venezolana” por sus “excesos, abusos y delitos”.
Ante la victoria de Edmundo González en las elecciones de julio 2024, se esperaba que el ejército hiciera valer “la voluntad soberana de un pueblo que votó por la libertad”. Sin embargo, esas “fuerzas armadas no tuvieron el valor de sacar del poder al tirano usurpador y asesino; traicionaron su deber y se quedaron escondidos”. A ellos, advirtió Gutiérrez “la historia también los condenará”.
Por otro lado, expresó que “el socialismo del siglo XXI, el populismo y el autoritarismo serán siempre trampa, fracaso y mentira”. Por ello, instó a las naciones del mundo a “evitar caer en ese abismo oscuro, esclavizante y tenebroso”.
Gutiérrez reconoció que “la democracia y la libertad no son perfectas”, pero subrayó que son “el único sistema que ofrece oportunidades, esperanza y futuro”. Si bien es cierto que requieren “trabajo, dedicación y compromiso”, también debemos recordar que “perderlas es morir en vida”, agregó.
Por último, Gutiérrez reiteró que este es el momento de la “reivindicación y de la libertad para el pueblo venezolano”. Por tanto, el gobierno elegido democráticamente por el pueblo “debe asumir el mando y aceptar la responsabilidad sobre el futuro de la democracia y la libertad en América Latina”.
En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Manuel Llamas, director ejecutivo del Instituto Juan de Mariana, y a Román Ortiz, experto en seguridad y geopolítica, sobre las amenazas que enfrentará la libertad en el 2025.
Llamas inició señalando algunas de las amenazas que enfrentará la libertad este año: el resurgimiento del proteccionismo a nivel mundial; el auge de políticas contra la libertad de expresión y prensa, y el auge del populismo y autoritarismo.
Respecto a por qué el ser humano subestima el poder de la libertad, Llamas indicó que, en primer lugar, se debe a un tema de seguridad: “Se piensa erróneamente que la seguridad se la puede dar el Estado”. En segundo lugar, por un tema de responsabilidad, pues la libertad conlleva esta, y el humano tiende a eludirla y culpar a los demás de su irresponsabilidad. Indicó que, por estas razones, hay una tendencia a desconfiar de la libertad, cuando en realidad esta es “la única que garantiza mayor nivel de bienestar y de seguridad”.
Llamas indicó que la libertad de expresión corre peligro al delegar la capacidad de dictar qué es verdad y qué es mentira al poder político, pues “abre las puertas a la censura”. Añadió que, en un mundo con fácil acceso a la información, es un mundo en el cual las personas tienen la capacidad de elegir qué medios consumen y, además, “hay mecanismos del mercado para calibrar lo que es información y lo que no”.
Por otro lado, Llamas indicó que el caso de Venezuela terminará “muy mal”, pues es un escenario “complicado”. En el caso de Ucrania, considera que terminará “mediante una negociación” con una intermediación de Estados Unidos. Además, mencionó que mientras Estados Unidos siga con una política de aislacionismo en América Latina, China podrá ganar terreno en la región.
Por último, Llamas expresó que, a pesar de las amenazas que enfrenta la libertad, el movimiento liberal “está emergiendo con muchísima fuerza y apoyo”, lo cual va a marcar un “punto de inflexión en cuanto a la preminencia de las ideas liberales en el mundo”.
Por su parte, Ortiz indicó que, en parte, la razón por la cual la libertad está amenazada hoy en día es porque “Occidente, particularmente Estados Unidos y Europa, se han encerrado en sí mismos y han dejado que el esfuerzo por la libertad que se hizo en los años noventa se marchite”.
Por otro lado, indicó que no es descabellado comparar el nivel de riesgo actual con el de la II Guerra Mundial: “Existe la misma pulsión autoritaria, la misma crisis del liberalismo porque existen fuerzas populistas que atacan la libertad económica y la libertad política. Con ello, hay más riesgo de guerra”.
En cuanto al debate respecto a si los humanos deben sacrificar libertad por seguridad y estabilidad, Ortiz comentó que se debe encontrar un equilibrio en la tensión entre seguridad y libertad. Mencionó que, para regular esa tensión, existen las instituciones democráticas. No obstante, muchos países giran hacia una opción autoritaria por la falsa esperanza de que ganarán seguridad a raíz del fracaso de respuestas democráticas efectivas.
Por último, respecto a cómo será el 2025 en algunos escenarios en el mundo, Ortiz respondió que, en el caso de Milei en Argentina, será de “éxito económico y consolidación política”; Venezuela tendrá crisis y sobrevivirá el régimen autoritario; Ucrania llegará a un acuerdo con Rusia, pero no tendrá paz; Israel enfrentará crisis política interna y un impulso de la absorción de Gaza y Cisjordania; Bolivia tendrá “escalada en la confrontación civil” y Colombia tendrá “crisis política y económica, incremento de violencia y el riesgo de que la opción de Petro se perpetúe en el poder”; Cuba y Nicaragua tendrán crisis políticas, pero habrá expectativas de cambio; la OTAN tendrá crisis por el lado norteamericano y europeo.
Por último, Ortiz expresó que no ve un escenario de guerra intercontinental en 2025, pero sí de aumentos en conflictos regionales, especialmente en Oriente Medio, Europa del Este y en la península de Corea y Taiwán.
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