Articulo largo

2024, the Year We Survived
15 Dic 2024

En el programa de esta semana, analizamos los eventos que marcaron el 2024. 

 

Dionisio Gutiérrez comenzó resaltando que el cierre del 2024 da la sensación a un contexto similar al de la Segunda Guerra Mundial: El concierto de naciones no había sumado desde hace décadas un número tan grande de países que caigan en la categoría de Estados criminales o dictaduras, narcoestados o Estados fallidos, ni tampoco en las mismas democracias de Occidente se había dado un deterioro tan grave en la salud de sus democracias, en la independencia de las instituciones que las sustentan y la división de poderes. Los conflictos armados están desbordados, la economía del mundo sigue insuficiente y la política se convirtió en un desagüe”.

Asimismo, indicó que debemos preguntarnos por qué, cómo y cuándo “nos perdimos en el laberinto de las democracias de mentira y las republiquetas de matones, con presidentes corruptos o incapaces, diputados oportunistas y jueces indignos”.

Gutiérrez añadió que, además del lamentable estado político y geopolítico que vivimos, también atravesamos una época marcada por “la ideología del odio y del conflicto, el populismo, la desinformación, la imposición, la indiferencia de las élites y la ignorancia de los pueblos”. Esta combinación, indicó, “está deconstruyendo un mundo que puede terminar dominado por el desorden, la ingobernabilidad y el caos”, limitando así la libertad y el desarrollo.

Esta es la realidad que enfrenta el mundo y, aunque “no es el mensaje de fin de año que uno quisiera recibir”, debemos afrontarla. Para hacerlo, es indispensable que estemos informados, que “reencontremos el rumbo de la racionalidad política y económica, que aprendamos a vivir juntos los distintos y que seamos capaces de forjar contratos sociales y respetarlos para generar estabilidad y crecimiento”.

Para finalizar, Gutiérrez hace un llamado urgente a vivir con conocimiento, valor y libertad.

En el siguiente segmento, Gutiérrez entrevistó a Iván Espinosa de los Monteros, líder iberoamericano, y a Óscar Vara, doctor en economía y analista de política internacional, sobre los acontecimientos que marcaron al mundo en 2024.

Espinosa de los Monteros indicó que “el balance del año no es bueno para Iberoamérica. Ha sido un año en donde hemos visto cosas graves: unas elecciones en Venezuela en donde se ha hecho trampa, México ha optado por la radicalidad, en Uruguay se ha perdido una oportunidad [en las elecciones]”. A pesar de esto, considera que podríamos estar ante un punto de inflexión que genera esperanza. Como ejemplo, mencionó el caso de Argentina y los avances económicos que ha logrado.

En cuanto a España, Espinosa de los Monteros expresó que el país atraviesa un “mal momento político”. Señaló que el presidente tiene cada vez menos prestigio y destacó que “España no está ejerciendo una posición de liderazgo” que debería, especialmente en relación con los problemas que afectan directamente al país.

Sobre Venezuela, Espinosa de los Monteros afirmó que la toma de posesión de Edmundo González el próximo 10 de enero es esencial para que “se cumplan las reglas de juego democrático”, aunque lamentó que no sea algo que se pueda esperar con optimismo. Añadió además que Cuba es la principal responsable de la infiltración radical en Hispanoamérica.

Por otro lado, subrayó que es fundamental dar a conocer los éxitos de Javier Milei para demostrar que existe un modelo exitoso que genera bienestar. Es necesario mostrar que “las peores ideas de la historia, la del marxismo, no pueden seguir aplicándose y esperar distintos resultados”, aseguró.

Finalmente, Espinosa de los Monteros señaló que, para rescatar las democracias liberales, es imprescindible “extirpar todo atisbo de marxismo cultural que se ha implantado en los últimos 30 años”.

En cuanto a Vara, comenzó señalando uno de los acontecimientos que terminan mal en 2024: la guerra en Ucrania. Afirmó que “Rusia todavía tiene fuerza y está avanzando en el frente del este”. Sin embargo, mencionó que, considerando lo ocurrido en Siria, podríamos estar ante una oportunidad de pacificación en Oriente Próximo e incluso tal vez ante la “limitación de la fuerza de Rusia”.

Respecto a la caída de Bashar al-Ásad en Siria, Vara indicó que, aunque existían esperanzas de que se instaurara un régimen democrático, es aún muy pronto para saber qué cambios políticos traerá. Además, advirtió que es necesario ser escépticos ante la narrativa de que su derrocamiento fue sin intervención extranjera, ya que “Turquía ha tenido un papel muy relevante en armar y entrenar al Ejército sirio y al grupo que ha derrocado a al-Ásad”.

Sobre el futuro de Medio Oriente, Vara sostuvo que será complicado. En el caso de Irak, señaló que “puede ocurrir de todo. Es un país multiétnico y multirreligioso que podría fraccionarse”.  También mencionó que Líbano, al ser un país con características similares a Irak, enfrenta desafíos, aunque destacó que la debilitación de Hezbolá ofrece “una oportunidad al gobierno libio de volver a reconstruirse”.

Respecto a Israel, Vara señaló que, hasta ahora “ha conseguido todos sus objetivos”. Además, subrayó que, junto con el debilitamiento de Hezbolá, la caída del gobierno de Bashar al-Ásad ha desplazado la influencia de Irán: “Ahora mismo, Irán está un tanto arrinconada”.

Por último, Vara consideró que, con la nueva administración en Estados Unidos, “las cosas pueden cambiar mucho”. Aseguró que para el presidente entrante, es de interés “un mundo en paz y que comercie”, pero dudó que vaya a “defender dictaduras”. En su opinión, aplicará una política exterior basada en la “fuerza y negociaciones asimétricas”.

 

Para ver el programa completo, haga clic aquí. 

2024, el año que sobrevivimos
15 Dic 2024

En el programa de esta semana, analizamos los eventos que marcaron el 2024. 

 

Dionisio Gutiérrez comenzó resaltando que el cierre del 2024 da la sensación a un contexto similar al de la Segunda Guerra Mundial: El concierto de naciones no había sumado desde hace décadas un número tan grande de países que caigan en la categoría de Estados criminales o dictaduras, narcoestados o Estados fallidos, ni tampoco en las mismas democracias de Occidente se había dado un deterioro tan grave en la salud de sus democracias, en la independencia de las instituciones que las sustentan y la división de poderes. Los conflictos armados están desbordados, la economía del mundo sigue insuficiente y la política se convirtió en un desagüe”.

Asimismo, indicó que debemos preguntarnos por qué, cómo y cuándo “nos perdimos en el laberinto de las democracias de mentira y las republiquetas de matones, con presidentes corruptos o incapaces, diputados oportunistas y jueces indignos”.

Gutiérrez añadió que, además del lamentable estado político y geopolítico que vivimos, también atravesamos una época marcada por “la ideología del odio y del conflicto, el populismo, la desinformación, la imposición, la indiferencia de las élites y la ignorancia de los pueblos”. Esta combinación, indicó, “está deconstruyendo un mundo que puede terminar dominado por el desorden, la ingobernabilidad y el caos”, limitando así la libertad y el desarrollo.

Esta es la realidad que enfrenta el mundo y, aunque “no es el mensaje de fin de año que uno quisiera recibir”, debemos afrontarla. Para hacerlo, es indispensable que estemos informados, que “reencontremos el rumbo de la racionalidad política y económica, que aprendamos a vivir juntos los distintos y que seamos capaces de forjar contratos sociales y respetarlos para generar estabilidad y crecimiento”.

Para finalizar, Gutiérrez hace un llamado urgente a vivir con conocimiento, valor y libertad.

En el siguiente segmento, Gutiérrez entrevistó a Iván Espinosa de los Monteros, líder iberoamericano, y a Óscar Vara, doctor en economía y analista de política internacional, sobre los acontecimientos que marcaron al mundo en 2024.

Espinosa de los Monteros indicó que “el balance del año no es bueno para Iberoamérica. Ha sido un año en donde hemos visto cosas graves: unas elecciones en Venezuela en donde se ha hecho trampa, México ha optado por la radicalidad, en Uruguay se ha perdido una oportunidad [en las elecciones]”. A pesar de esto, considera que podríamos estar ante un punto de inflexión que genera esperanza. Como ejemplo, mencionó el caso de Argentina y los avances económicos que ha logrado.

En cuanto a España, Espinosa de los Monteros expresó que el país atraviesa un “mal momento político”. Señaló que el presidente tiene cada vez menos prestigio y destacó que “España no está ejerciendo una posición de liderazgo” que debería, especialmente en relación con los problemas que afectan directamente al país.

Sobre Venezuela, Espinosa de los Monteros afirmó que la toma de posesión de Edmundo González el próximo 10 de enero es esencial para que “se cumplan las reglas de juego democrático”, aunque lamentó que no sea algo que se pueda esperar con optimismo. Añadió además que Cuba es la principal responsable de la infiltración radical en Hispanoamérica.

Por otro lado, subrayó que es fundamental dar a conocer los éxitos de Javier Milei para demostrar que existe un modelo exitoso que genera bienestar. Es necesario mostrar que “las peores ideas de la historia, la del marxismo, no pueden seguir aplicándose y esperar distintos resultados”, aseguró.

Finalmente, Espinosa de los Monteros señaló que, para rescatar las democracias liberales, es imprescindible “extirpar todo atisbo de marxismo cultural que se ha implantado en los últimos 30 años”.

En cuanto a Vara, comenzó señalando uno de los acontecimientos que terminan mal en 2024: la guerra en Ucrania. Afirmó que “Rusia todavía tiene fuerza y está avanzando en el frente del este”. Sin embargo, mencionó que, considerando lo ocurrido en Siria, podríamos estar ante una oportunidad de pacificación en Oriente Próximo e incluso tal vez ante la “limitación de la fuerza de Rusia”.

Respecto a la caída de Bashar al-Ásad en Siria, Vara indicó que, aunque existían esperanzas de que se instaurara un régimen democrático, es aún muy pronto para saber qué cambios políticos traerá. Además, advirtió que es necesario ser escépticos ante la narrativa de que su derrocamiento fue sin intervención extranjera, ya que “Turquía ha tenido un papel muy relevante en armar y entrenar al Ejército sirio y al grupo que ha derrocado a al-Ásad”.

Sobre el futuro de Medio Oriente, Vara sostuvo que será complicado. En el caso de Irak, señaló que “puede ocurrir de todo. Es un país multiétnico y multirreligioso que podría fraccionarse”.  También mencionó que Líbano, al ser un país con características similares a Irak, enfrenta desafíos, aunque destacó que la debilitación de Hezbolá ofrece “una oportunidad al gobierno libio de volver a reconstruirse”.

Respecto a Israel, Vara señaló que, hasta ahora “ha conseguido todos sus objetivos”. Además, subrayó que, junto con el debilitamiento de Hezbolá, la caída del gobierno de Bashar al-Ásad ha desplazado la influencia de Irán: “Ahora mismo, Irán está un tanto arrinconada”.

Por último, Vara consideró que, con la nueva administración en Estados Unidos, “las cosas pueden cambiar mucho”. Aseguró que para el presidente entrante, es de interés “un mundo en paz y que comercie”, pero dudó que vaya a “defender dictaduras”. En su opinión, aplicará una política exterior basada en la “fuerza y negociaciones asimétricas”.

 

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Demographics and the Future of the World
08 Dic 2024

En el programa de esta semana, analizamos los cambios demográficos que atraviesa el mundo.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando cómo, en los últimos 25 años, en tres países de Asia, uno de África y uno de América Latina, la mitad de los niños nacidos sufrió desnutrición crónica, lo que ha dejado secuelas permanentes en su desarrollo cognitivo.

Por otro lado, mencionó que, en 2045, “las minorías serán mayoría en Estados Unidos”, un cambio demográfico que refleja la transformación global en curso. Europa también experimentará una gran transformación para 2050, con la llegada de inmigrantes de diversas partes del mundo que cambiarán la composición de sus sociedades, indicó Gutiérrez.

En América Latina, a pesar del bono demográfico de jóvenes, la región sigue atrapada “en el populismo, el subdesarrollo político, la corrupción y el narcotráfico”, con gobiernos que no logran impulsar el desarrollo y el bienestar de sus naciones.

Por otro lado, Gutiérrez presentó la dualidad de los movimientos demográficos, y cómo “demográficos han reducido las diferencias globales prácticas y han pintado las ciudades de colores, pero también es cierto que están creciendo las molestias e incluso los conflictos por el rompecabezas social, étnico y cultural que se ha formado en un mundo cada día más complejo e insuficiente”.   

Para finalizar, Gutiérrez indicó que, aunque los movimientos demográficos están cambiando la geografía social, será la lucha constante de los seres humanos “por sobrevivir, y su permanente búsqueda de seguridad, oportunidades y libertad las motivaciones que le harán incluso ofrecer su vida por su futuro y el de los suyos”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Astrid Arriaza, doctora en demografía y estadística, y a Enrique Couto, fundador de Visualpolitik, sobre los cambios demográficos que atraviesa el mundo y sus retos.

Arriaza resaltó que la migración es uno de los temas fundamentales de la demografía. Indicó que hay estudios que demuestran que “existe una disminución de la fecundidad y una disminución de la población en áreas que expulsan una gran cantidad de personas en busca de oportunidades de trabajo”. 

Además, Arriaza explicó que para países receptores con poca capacidad de controlar “dónde se distribuyen y la cantidad de migrantes, así como algunas de sus características para planificar y ejecutar políticas públicas”, genera mayor presión en los sistemas por este fenómeno en comparación con los países que tienen mayor control sobre la misma.

De manera similar, Arriaza indicó que en los países más desarrollados, que tienen una larga historia de incorporación migratoria y de implementación de políticas públicas al respecto, la integración al sistema económico y social suele representar un desafío menor. Esto se debe a que, en contraste, en aquellos países donde el flujo migratorio no era un problema hasta hace poco o no se percibía como tal, y especialmente en aquellos con sistemas que enfrentan limitaciones para implementar políticas para su propia población, el reto es considerablemente mayor.

Respecto a la disminución en las tasas de natalidad y su correlación con la generación de riqueza, Arriaza afirmó que esta tendencia comenzó en países desarrollados, pero agregó que ya es una tendencia global: “Esto ya sucede en Asia, en África, en Latinoamérica, y no existe un país en el mundo en donde no se haya mostrado un declive o una reducción de la tasa de fecundidad de la población”. Sin embargo, explicó que sí existen diferencias en la velocidad en que la natalidad se reduce en el mundo.

Por último, Arriaza comentó que, para algunos autores, la reducción en la tasa de natalidad sí es un efecto inevitable del desarrollo, especialmente, como producto del acceso a la educación: “El incremento en el acceso a educación de la población, particularmente en mujeres, tiene un efecto que reduce la tasa de fecundidad de manera natural, ya que las mujeres están inmersas dentro de una institución que les provee conocimiento que las desvincula de un rol [únicamente] reproductivo”.

Por su parte, Couto indicó que, para aprovechar sus proyecciones demográficas, América Latina tiene dos vías. Primero, aprovechar los flujos migratorios: “Pueden llevar a muchísima gente joven a las economías ricas para generar lazos comerciales, económicos y de ahorro”. Por otro lado, “las empresas, las industrias, demandarán instalarse en aquellos lugares donde va a haber gente joven, eso es una ventaja competitiva enorme”.

A pesar de que América Latina tiene la “materia prima”, tiene jóvenes en edades productivas, Couto expresó que le “faltan una serie de condiciones: educación, formación y seguridad jurídica para que las empresas nazcan, crezcan y se desarrollen”. 

Por otro lado, Couto indicó que, las proyecciones indican que, “para 2050, el 25 % de la población mundial vivirá en África y se estima que, para finales de siglo, será casi el 40 %”. Esto hará que tengamos que “adaptarnos a las nuevas realidades”. Además, mencionó que, a su criterio, esta tendencia será difícil de revertir, pues “las políticas de incentivo a la natalidad no han funcionado”.

Respecto a los retos que enfrentan los sectores productivos que dependen de una población joven y si la migración desde países con menores oportunidades hacia países más desarrollados es una solución, Couto explicó que podría ser más fácil entre países que comparten similitudes culturales. Por ejemplo, “los lazos que unen a América Latina y España lo hacen mucho más fácil, como también lo es entre América Latina y Estados Unidos, pero en el resto del mundo es complicado”. También expuso el ejemplo de Dinamarca, donde se ha encontrado que, “la población migrante que llega de países mucho más pobres no alcanza niveles de productividad capaces de generar riqueza”.

Para finalizar, Couto resaltó que la forma de mitigar el desafío demográfico en países desarrollados será la automatización.

 

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La demografía y el futuro del mundo
08 Dic 2024

En el programa de esta semana, analizamos los cambios demográficos que atraviesa el mundo.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando cómo, en los últimos 25 años, en tres países de Asia, uno de África y uno de América Latina, la mitad de los niños nacidos sufrió desnutrición crónica, lo que ha dejado secuelas permanentes en su desarrollo cognitivo.

Por otro lado, mencionó que, en 2045, “las minorías serán mayoría en Estados Unidos”, un cambio demográfico que refleja la transformación global en curso. Europa también experimentará una gran transformación para 2050, con la llegada de inmigrantes de diversas partes del mundo que cambiarán la composición de sus sociedades, indicó Gutiérrez.

En América Latina, a pesar del bono demográfico de jóvenes, la región sigue atrapada “en el populismo, el subdesarrollo político, la corrupción y el narcotráfico”, con gobiernos que no logran impulsar el desarrollo y el bienestar de sus naciones.

Por otro lado, Gutiérrez presentó la dualidad de los movimientos demográficos, y cómo “demográficos han reducido las diferencias globales prácticas y han pintado las ciudades de colores, pero también es cierto que están creciendo las molestias e incluso los conflictos por el rompecabezas social, étnico y cultural que se ha formado en un mundo cada día más complejo e insuficiente”.   

Para finalizar, Gutiérrez indicó que, aunque los movimientos demográficos están cambiando la geografía social, será la lucha constante de los seres humanos “por sobrevivir, y su permanente búsqueda de seguridad, oportunidades y libertad las motivaciones que le harán incluso ofrecer su vida por su futuro y el de los suyos”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Astrid Arriaza, doctora en demografía y estadística, y a Enrique Couto, fundador de Visualpolitik, sobre los cambios demográficos que atraviesa el mundo y sus retos.

Arriaza resaltó que la migración es uno de los temas fundamentales de la demografía. Indicó que hay estudios que demuestran que “existe una disminución de la fecundidad y una disminución de la población en áreas que expulsan una gran cantidad de personas en busca de oportunidades de trabajo”. 

Además, Arriaza explicó que para países receptores con poca capacidad de controlar “dónde se distribuyen y la cantidad de migrantes, así como algunas de sus características para planificar y ejecutar políticas públicas”, genera mayor presión en los sistemas por este fenómeno en comparación con los países que tienen mayor control sobre la misma.

De manera similar, Arriaza indicó que en los países más desarrollados, que tienen una larga historia de incorporación migratoria y de implementación de políticas públicas al respecto, la integración al sistema económico y social suele representar un desafío menor. Esto se debe a que, en contraste, en aquellos países donde el flujo migratorio no era un problema hasta hace poco o no se percibía como tal, y especialmente en aquellos con sistemas que enfrentan limitaciones para implementar políticas para su propia población, el reto es considerablemente mayor.

Respecto a la disminución en las tasas de natalidad y su correlación con la generación de riqueza, Arriaza afirmó que esta tendencia comenzó en países desarrollados, pero agregó que ya es una tendencia global: “Esto ya sucede en Asia, en África, en Latinoamérica, y no existe un país en el mundo en donde no se haya mostrado un declive o una reducción de la tasa de fecundidad de la población”. Sin embargo, explicó que sí existen diferencias en la velocidad en que la natalidad se reduce en el mundo.

Por último, Arriaza comentó que, para algunos autores, la reducción en la tasa de natalidad sí es un efecto inevitable del desarrollo, especialmente, como producto del acceso a la educación: “El incremento en el acceso a educación de la población, particularmente en mujeres, tiene un efecto que reduce la tasa de fecundidad de manera natural, ya que las mujeres están inmersas dentro de una institución que les provee conocimiento que las desvincula de un rol [únicamente] reproductivo”.

Por su parte, Couto indicó que, para aprovechar sus proyecciones demográficas, América Latina tiene dos vías. Primero, aprovechar los flujos migratorios: “Pueden llevar a muchísima gente joven a las economías ricas para generar lazos comerciales, económicos y de ahorro”. Por otro lado, “las empresas, las industrias, demandarán instalarse en aquellos lugares donde va a haber gente joven, eso es una ventaja competitiva enorme”.

A pesar de que América Latina tiene la “materia prima”, tiene jóvenes en edades productivas, Couto expresó que le “faltan una serie de condiciones: educación, formación y seguridad jurídica para que las empresas nazcan, crezcan y se desarrollen”. 

Por otro lado, Couto indicó que, las proyecciones indican que, “para 2050, el 25 % de la población mundial vivirá en África y se estima que, para finales de siglo, será casi el 40 %”. Esto hará que tengamos que “adaptarnos a las nuevas realidades”. Además, mencionó que, a su criterio, esta tendencia será difícil de revertir, pues “las políticas de incentivo a la natalidad no han funcionado”.

Respecto a los retos que enfrentan los sectores productivos que dependen de una población joven y si la migración desde países con menores oportunidades hacia países más desarrollados es una solución, Couto explicó que podría ser más fácil entre países que comparten similitudes culturales. Por ejemplo, “los lazos que unen a América Latina y España lo hacen mucho más fácil, como también lo es entre América Latina y Estados Unidos, pero en el resto del mundo es complicado”. También expuso el ejemplo de Dinamarca, donde se ha encontrado que, “la población migrante que llega de países mucho más pobres no alcanza niveles de productividad capaces de generar riqueza”.

Para finalizar, Couto resaltó que la forma de mitigar el desafío demográfico en países desarrollados será la automatización.

 

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Are We a World Full of Ignorant People?
01 Dic 2024

En el programa de esta semana, analizamos la falta de pensamiento crítico en un mundo sobre informado.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó planteando la pregunta: “¿cuántas de las decisiones que toma cada día están basadas en emociones o impulsos? ¿Dónde quedan el análisis racional o la justificación económica?” Señaló que, en un mundo con fácil acceso a la información, a menudo falsa o cuestionable, es común que grupos e intereses intenten manipularnos para influir en nuestras decisiones.

Como consecuencia de la sobreinformación y su manipulación, la ignorancia, un “rasgo común en la naturaleza humana, que ha sido siempre un virus presente en la historia de las naciones, se ha convertido en epidemia en el mundo de hoy”. Vencer esta situación es complejo, pues “lo fácil es creer lo que nos cuentan o hacer lo mismo que hacen los demás”.

Además, Gutiérrez destacó que otra amenaza son las burbujas generadas por las redes sociales: “En cada una, se consume y se cree la misma información que, por lo general, es distinta en cada burbuja y casi ninguna pasa los filtros de la verdad o la objetividad. Lo grave es que así se refuerzan la desinformación y la mentira, que cada día se cuestionan menos y, por eso, se refuerzan el fracaso, la derrota y la decepción”.

Por esta razón, subrayó la importancia de recordar que “la información no siempre conduce a la verdad. El poder no es sinónimo de sabiduría, ni da la razón, y mucho menos es dueño de la verdad. Por eso, la importancia de cuestionar, de dudar y desarrollar un pensamiento crítico”. Gutiérrez recordó cómo la manipulación de la información y del discurso ha causado daño y destrucción en la historia, como en el caso del nazismo y el estalinismo, y cómo el daño sigue siendo provocado por “distintas versiones del populismo autoritario, que son más de lo mismo con empaque distinto”.   

Para concluir, Gutiérrez hizo un llamado a recordar que “la libertad política y la libertad económica son inseparables, y que un sistema judicial independiente y eficiente garantizan nuestros derechos”, instando a no caer en la sumisión ni en la esclavitud.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Nelson Rauda, periodista y editor de contenido digital, y a Juan Ignacio Ardón, psicólogo clínico y catedrático universitario, sobre la indiferencia en las sociedades actuales y el impacto social de la desinformación. 

Rauda explicó que la razón por la cual vivimos en sociedad divididas en burbujas de información se debe a que esta se “prioriza para retener a la gente la mayor cantidad de tiempo posible”. Al haber un alto flujo de información, dijo, el intercambio comunicativo se complica.

Sobre por qué prevalecen los movimientos populistas y cómo sus discursos se propagan a través de las redes sociales, Rauda señaló que considera que “la gente ve a los populismos como más efectivos”. En el caso específico de El Salvador, subrayó que este fenómeno se ha dado, pero a largo plazo terminará “dañando a los salvadoreños”. 

Por otro lado, Rauda destacó que “cada vez es más difícil distinguir qué es verdad y qué es mentira”, y que los chismes y las mentiras se propagan con mayor facilidad. A esto agregó que,por esta razón, es más fácil hacer “los titulares más cortos, frases más cortas, que explicar lo que [realmente] pasa en el mundo”. También mencionó que es responsabilidad de los periodistas “hacer que lo importante sea interesante” y, sobre todo, informar correctamente a la población.

Para finalizar, Rauda enfatizó que enfrentar la desinformación y la mentira es “una responsabilidad individual”. Es necesario “tratar de cuestionar todo, de ejercer mentalidad crítica y tener escepticismo con todo lo que vemos en redes sociales”.

Por su parte, Ardón explicó que el consumo de contenido negativo, falso y manipulador tiene un efecto emocional en las personas: “No nos permite hacer buenos razonamientos, juicios correctos. Nos pone en una situación alejada del conocimiento y más apegada a riñas entre personas, entre opiniones. Por ende, nos lleva a aspectos mucho más emocionales y más aptos para dividirnos y más apto para manipulaciones que nos dividen entre buenos y malos”.

Respecto a los efectos de la ansiedad y la incertidumbre sobre el futuro, y cómo estas nos predisponen a aceptar soluciones fáciles y radicales, como las propuestas por los populistas y autoritarios, Ardón señaló que, en términos psicológicos, esto se debe a la falta de autoestima y la susceptibilidad a ser influenciado: “El populismo, por ejemplo, genera dos condiciones psicológicas. Primero, una connotación de evasión, me permite evadir la realidad, la cual creo que no puedo lidiar con ella. Segundo, genera una connotación de salvación, en donde otros van a hacer el trabajo por mí”.

Además, Ardón destacó que es fundamental promover el pensamiento crítico desde la infancia para evitar caer en manipulaciones. Este tipo de pensamiento implica entender que “toda la verdad debe ser probable, que se debe revisar la calidad de la evidencia, que una autoridad no necesariamente dice la verdad y, por último, que requiere de un esfuerzo individual y una mente activa para distinguir entre lo que es correcto y lo que no”.

Por último, Ardón señaló que los altos niveles de estrés y la crisis que esto genera en las personas tienen una incidencia directa en la atracción que genera el populismo, así como en las salidas radicales y violentas. Aseguró que tanto la sensación de malestar como la falta de juicio propician el populismo, que “es a la política lo que la comida rápida es a la alimentación: una respuesta rápida, que requiere poco esfuerzo y que genera la fantasía de que va a resolver el problema”.

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¿Somos un mundo lleno de ignorantes?
01 Dic 2024

En el programa de esta semana, analizamos la falta de pensamiento crítico en un mundo sobre informado.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó planteando la pregunta: “¿cuántas de las decisiones que toma cada día están basadas en emociones o impulsos? ¿Dónde quedan el análisis racional o la justificación económica?” Señaló que, en un mundo con fácil acceso a la información, a menudo falsa o cuestionable, es común que grupos e intereses intenten manipularnos para influir en nuestras decisiones.

Como consecuencia de la sobreinformación y su manipulación, la ignorancia, un “rasgo común en la naturaleza humana, que ha sido siempre un virus presente en la historia de las naciones, se ha convertido en epidemia en el mundo de hoy”. Vencer esta situación es complejo, pues “lo fácil es creer lo que nos cuentan o hacer lo mismo que hacen los demás”.

Además, Gutiérrez destacó que otra amenaza son las burbujas generadas por las redes sociales: “En cada una, se consume y se cree la misma información que, por lo general, es distinta en cada burbuja y casi ninguna pasa los filtros de la verdad o la objetividad. Lo grave es que así se refuerzan la desinformación y la mentira, que cada día se cuestionan menos y, por eso, se refuerzan el fracaso, la derrota y la decepción”.

Por esta razón, subrayó la importancia de recordar que “la información no siempre conduce a la verdad. El poder no es sinónimo de sabiduría, ni da la razón, y mucho menos es dueño de la verdad. Por eso, la importancia de cuestionar, de dudar y desarrollar un pensamiento crítico”. Gutiérrez recordó cómo la manipulación de la información y del discurso ha causado daño y destrucción en la historia, como en el caso del nazismo y el estalinismo, y cómo el daño sigue siendo provocado por “distintas versiones del populismo autoritario, que son más de lo mismo con empaque distinto”.   

Para concluir, Gutiérrez hizo un llamado a recordar que “la libertad política y la libertad económica son inseparables, y que un sistema judicial independiente y eficiente garantizan nuestros derechos”, instando a no caer en la sumisión ni en la esclavitud.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Nelson Rauda, periodista y editor de contenido digital, y a Juan Ignacio Ardón, psicólogo clínico y catedrático universitario, sobre la indiferencia en las sociedades actuales y el impacto social de la desinformación. 

Rauda explicó que la razón por la cual vivimos en sociedad divididas en burbujas de información se debe a que esta se “prioriza para retener a la gente la mayor cantidad de tiempo posible”. Al haber un alto flujo de información, dijo, el intercambio comunicativo se complica.

Sobre por qué prevalecen los movimientos populistas y cómo sus discursos se propagan a través de las redes sociales, Rauda señaló que considera que “la gente ve a los populismos como más efectivos”. En el caso específico de El Salvador, subrayó que este fenómeno se ha dado, pero a largo plazo terminará “dañando a los salvadoreños”. 

Por otro lado, Rauda destacó que “cada vez es más difícil distinguir qué es verdad y qué es mentira”, y que los chismes y las mentiras se propagan con mayor facilidad. A esto agregó que,por esta razón, es más fácil hacer “los titulares más cortos, frases más cortas, que explicar lo que [realmente] pasa en el mundo”. También mencionó que es responsabilidad de los periodistas “hacer que lo importante sea interesante” y, sobre todo, informar correctamente a la población.

Para finalizar, Rauda enfatizó que enfrentar la desinformación y la mentira es “una responsabilidad individual”. Es necesario “tratar de cuestionar todo, de ejercer mentalidad crítica y tener escepticismo con todo lo que vemos en redes sociales”.

Por su parte, Ardón explicó que el consumo de contenido negativo, falso y manipulador tiene un efecto emocional en las personas: “No nos permite hacer buenos razonamientos, juicios correctos. Nos pone en una situación alejada del conocimiento y más apegada a riñas entre personas, entre opiniones. Por ende, nos lleva a aspectos mucho más emocionales y más aptos para dividirnos y más apto para manipulaciones que nos dividen entre buenos y malos”.

Respecto a los efectos de la ansiedad y la incertidumbre sobre el futuro, y cómo estas nos predisponen a aceptar soluciones fáciles y radicales, como las propuestas por los populistas y autoritarios, Ardón señaló que, en términos psicológicos, esto se debe a la falta de autoestima y la susceptibilidad a ser influenciado: “El populismo, por ejemplo, genera dos condiciones psicológicas. Primero, una connotación de evasión, me permite evadir la realidad, la cual creo que no puedo lidiar con ella. Segundo, genera una connotación de salvación, en donde otros van a hacer el trabajo por mí”.

Además, Ardón destacó que es fundamental promover el pensamiento crítico desde la infancia para evitar caer en manipulaciones. Este tipo de pensamiento implica entender que “toda la verdad debe ser probable, que se debe revisar la calidad de la evidencia, que una autoridad no necesariamente dice la verdad y, por último, que requiere de un esfuerzo individual y una mente activa para distinguir entre lo que es correcto y lo que no”.

Por último, Ardón señaló que los altos niveles de estrés y la crisis que esto genera en las personas tienen una incidencia directa en la atracción que genera el populismo, así como en las salidas radicales y violentas. Aseguró que tanto la sensación de malestar como la falta de juicio propician el populismo, que “es a la política lo que la comida rápida es a la alimentación: una respuesta rápida, que requiere poco esfuerzo y que genera la fantasía de que va a resolver el problema”.

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65 years of loneliness
24 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos la dictadura cubana.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó resaltando los 65 años de la dictadura cubana, “la más larga en la historia de América Latina”, y se preguntó cómo es posible que un grupo “se roben un país e impongan, con fusil en mano, una dictadura en la que quien desobedece o reclama, es encerrado en jaulas, es asesinado o forzado a emigrar”.

Gutiérrez destacó que la tiranía cubana no solo es una amenaza para quienes habitan en la isla, sino también para el Occidente libre: “desde La Habana se conspira y se sabotean las débiles democracias latinoamericanas”. Además, señaló que no debemos olvidar a los políticos latinoamericanos que son cómplices y facilitadores de “la sucia, tiránica y sanguinaria dictadura cubana”, como “Zapatero, Lula, AMLO, Evo Morales, Correa y Petro”. 

La respuesta del mundo libre es nula, ante lo cual debemos preguntarnos: “¿Van Nicaragua y Venezuela por el mismo camino? ¿Cuándo verán los pueblos cubano, nica y venezolano la luz de la libertad? ¿Se puede repetir alguna variante de ese modelo autoritario, antidemocrático y represivo en otros países del continente? ¿Qué países están en riesgo?”. Gutiérrez finalizó recordando que, si bien “libertad es el regalo más grande que nos dieron los cielos”, esta no se cuida sola. 

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Juan Claudio Lechín, economista y escritor, y a Magdiel Jorge Castro, periodista y activista de derechos humanos, sobre la dictadura en Cuba. 

Lechín considera que el mundo libre se ha olvidado de Cuba, en parte debido a la propaganda marxista que ha permeado en “los sectores académicos y artísticos”, los cuales han logrado “construir no solo una narrativa, sino una cosmovisión” en torno a las ideas comunistas.

Cuba atraviesa un momento de debilidad sin precedentes. Hay una crisis energética, huracanes y terremotos, con consecuencias humanitarias devastadoras. ¿Podría este ser un momento de esperanza para los cubanos, en el que la tiranía tenga los días contados? Para Lechín, esto es poco probable, pues considera que son tácticas utilizadas por la dictadura para reprimir al pueblo. Por ejemplo, destacó que los apagones son “un viejo recurso que se usa desde los años sesenta para hostigar y estresar al pueblo cubano y, finalmente, dominarlo u obligarlo a que se vaya”. Explicó que, al salir de la isla hacia Estados Unidos, el régimen se mantiene a través de las remesas que envían. 

En cuanto a si existen luchas y conflictos de poder dentro del régimen castrista, Lechín afirmó que, sin duda, los hay. Destacó que el régimen es “una estructura militar” y que “quienes manejan Cuba son las Fuerzas Armadas”. Por lo tanto, “tienen que haber problemas internos, porque el ser humano busca el poder”.

Sobre la influencia de Cuba en la región latinoamericana, Lechín señaló que se manifiesta a través del socialismo del siglo XXI. “Cambian al guerrillero heroico de las guerrillas de los años sesenta por el abogado y el movimiento social. En lugar de tomar el poder por vía de la violencia, la guerra santa revolucionaria la toman por vía de la democracia”.

Por su parte, Castro comenzó contextualizando la situación actual de Cuba: “La situación es crítica, porque en la crisis económica no ha habido un tiempo donde hay abundancia. También hay una crisis energética agravada con una falta de combustible total”.

Para Castro, el olvido de Cuba por parte del mundo se debe, en parte, al “romanticismo, casi siempre, de un sector afiliado a la izquierda, que ve en Cuba un depositario de sus frustraciones, de esa revolución que vino a romper un modelo que detestan. Pero la realidad, contada por los exiliados, es que no funciona y que ha sumido a mi país en el caos y en la crisis humanitaria más grande, junto a Venezuela, que tiene América Latina”.

Respecto a la doble moral de quienes critican los excesos de los gobiernos democráticos de derecha, pero no lo hacen con Cuba, Castro destacó que es una contradicción, pues en “Cuba no podrían hacer uso de esos derechos que tanto utilizan en América Latina; estarían todos presos”. También expresó no entender la doble vara de la izquierda en la región, que “no quiere para los cubanos los derechos que ellos disfrutan en las democracias liberales, que pueden ser muy imperfectas, pero en la que gozan de derechos políticos, como los vemos todos los días en América Latina, manifestándose libremente en las calles”. 

Por otro lado, Castro considera que ha habido un cambio en la actitud de los cubanos. A pesar de que “Cuba está bajo un estado totalitario de corte estalinista, donde la protesta social es prácticamente un suicidio desde el punto de vista social y político”, ver a los cubanos protestando ofrece esperanza, señaló.

Para finalizar, indicó que se estima que hay alrededor de 1,102 presos políticos en Cuba, “sometidos en condiciones muy críticas”.

Para ver el programa completo, haga clic aquí.

65 años de soledad
24 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos la dictadura cubana.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó resaltando los 65 años de la dictadura cubana, “la más larga en la historia de América Latina”, y se preguntó cómo es posible que un grupo “se roben un país e impongan, con fusil en mano, una dictadura en la que quien desobedece o reclama, es encerrado en jaulas, es asesinado o forzado a emigrar”.

Gutiérrez destacó que la tiranía cubana no solo es una amenaza para quienes habitan en la isla, sino también para el Occidente libre: “desde La Habana se conspira y se sabotean las débiles democracias latinoamericanas”. Además, señaló que no debemos olvidar a los políticos latinoamericanos que son cómplices y facilitadores de “la sucia, tiránica y sanguinaria dictadura cubana”, como “Zapatero, Lula, AMLO, Evo Morales, Correa y Petro”. 

La respuesta del mundo libre es nula, ante lo cual debemos preguntarnos: “¿Van Nicaragua y Venezuela por el mismo camino? ¿Cuándo verán los pueblos cubano, nica y venezolano la luz de la libertad? ¿Se puede repetir alguna variante de ese modelo autoritario, antidemocrático y represivo en otros países del continente? ¿Qué países están en riesgo?”. Gutiérrez finalizó recordando que, si bien “libertad es el regalo más grande que nos dieron los cielos”, esta no se cuida sola. 

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Juan Claudio Lechín, economista y escritor, y a Magdiel Jorge Castro, periodista y activista de derechos humanos, sobre la dictadura en Cuba. 

Lechín considera que el mundo libre se ha olvidado de Cuba, en parte debido a la propaganda marxista que ha permeado en “los sectores académicos y artísticos”, los cuales han logrado “construir no solo una narrativa, sino una cosmovisión” en torno a las ideas comunistas.

Cuba atraviesa un momento de debilidad sin precedentes. Hay una crisis energética, huracanes y terremotos, con consecuencias humanitarias devastadoras. ¿Podría este ser un momento de esperanza para los cubanos, en el que la tiranía tenga los días contados? Para Lechín, esto es poco probable, pues considera que son tácticas utilizadas por la dictadura para reprimir al pueblo. Por ejemplo, destacó que los apagones son “un viejo recurso que se usa desde los años sesenta para hostigar y estresar al pueblo cubano y, finalmente, dominarlo u obligarlo a que se vaya”. Explicó que, al salir de la isla hacia Estados Unidos, el régimen se mantiene a través de las remesas que envían. 

En cuanto a si existen luchas y conflictos de poder dentro del régimen castrista, Lechín afirmó que, sin duda, los hay. Destacó que el régimen es “una estructura militar” y que “quienes manejan Cuba son las Fuerzas Armadas”. Por lo tanto, “tienen que haber problemas internos, porque el ser humano busca el poder”.

Sobre la influencia de Cuba en la región latinoamericana, Lechín señaló que se manifiesta a través del socialismo del siglo XXI. “Cambian al guerrillero heroico de las guerrillas de los años sesenta por el abogado y el movimiento social. En lugar de tomar el poder por vía de la violencia, la guerra santa revolucionaria la toman por vía de la democracia”.

Por su parte, Castro comenzó contextualizando la situación actual de Cuba: “La situación es crítica, porque en la crisis económica no ha habido un tiempo donde hay abundancia. También hay una crisis energética agravada con una falta de combustible total”.

Para Castro, el olvido de Cuba por parte del mundo se debe, en parte, al “romanticismo, casi siempre, de un sector afiliado a la izquierda, que ve en Cuba un depositario de sus frustraciones, de esa revolución que vino a romper un modelo que detestan. Pero la realidad, contada por los exiliados, es que no funciona y que ha sumido a mi país en el caos y en la crisis humanitaria más grande, junto a Venezuela, que tiene América Latina”.

Respecto a la doble moral de quienes critican los excesos de los gobiernos democráticos de derecha, pero no lo hacen con Cuba, Castro destacó que es una contradicción, pues en “Cuba no podrían hacer uso de esos derechos que tanto utilizan en América Latina; estarían todos presos”. También expresó no entender la doble vara de la izquierda en la región, que “no quiere para los cubanos los derechos que ellos disfrutan en las democracias liberales, que pueden ser muy imperfectas, pero en la que gozan de derechos políticos, como los vemos todos los días en América Latina, manifestándose libremente en las calles”. 

Por otro lado, Castro considera que ha habido un cambio en la actitud de los cubanos. A pesar de que “Cuba está bajo un estado totalitario de corte estalinista, donde la protesta social es prácticamente un suicidio desde el punto de vista social y político”, ver a los cubanos protestando ofrece esperanza, señaló.

Para finalizar, indicó que se estima que hay alrededor de 1,102 presos políticos en Cuba, “sometidos en condiciones muy críticas”.

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Living Together, Respectfully, in Freedom
17 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos el proceso de desglobalización que atraviesa el mundo y sus implicaciones.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre la interconectividad del mundo y los factores comunes que compartimos como humanidad: las necesidades, los sueños y las ambiciones. A pesar de los conflictos y los ciclos de retrocesos, subrayó que estamos cada vez “más comunicados, mezclados y relacionados”.

Sin embargo, señaló que hoy nos enfrentamos a un ciclo de desglobalización, caracterizado por la reducción del comercio mundial y el proteccionismo económico, lo cual, advirtió, “trae peligros graves a corto plazo”. No obstante, Gutiérrez afirmó que este ciclo, al igual que los anteriores, pasará, y que los verdaderos desafíos del mundo actual radican en “la degradación política” y en cómo el mundo “se hace cada vez más ingobernable”.

Para concluir, Gutiérrez recordó que “lo primordial, lo fundamental, el origen de la creación, es el individuo, su libertad individual y la responsabilidad” con la que la ejerce. Por ello, subrayó la importancia de aprender a “vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad”, ya que es esto lo que permite construir especies duraderas y civilizaciones exitosas.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Héctor Schamis, economista y profesor universitario, y a Eduardo Fernández, doctor en ciencia política y profesor universitario, sobre el retroceso y desglobalización que atraviesa el mundo.

La desglobalización tiene distintas implicaciones, y una de ellas es el conflicto internacional. Schamis expuso que algunos analistas consideran que estamos ante la Tercera Guerra Mundial, “no solo por las múltiples guerras”, sino por la guerra en Ucrania, la cual es “sistémica”. Recordó que las guerras mundiales se han librado en Europa y que esta guerra en particular puede escalar fácilmente. Por ejemplo, mencionó la presencia de “armas y combatientes norcoreanos en Rusia” y señaló que, de ingresar a Ucrania, el presidente Biden ha dado “libertad para el uso de armas americanas, que hasta ahora no lo ha tenido”.

En el ámbito económico, Schamis expresó que la desglobalización “estanca la transmisión del conocimiento y, por lo tanto, estanca el crecimiento económico”. En su opinión, la globalización, al ser un fenómeno de carácter mundial, hace que ningún país tenga “la capacidad por sí mismo de detenerlo”.

Respecto a si China podría liderar un nuevo proceso de globalización, Schamis indicó que las tendencias apuntan hacia el unilateralismo, “en cuyo caso va a sufrir el espacio multilateral que es esencial para regular el comercio internacional”, impactando el crecimiento del mismo.

En el caso de América Latina, Schamis considera que el problema económico está más afectado por el “deterioro institucional, de las normas”, que por la desglobalización en sí. Si bien es cierto que “el crecimiento económico va de la mano de la globalización”, también es cierto que “la globalización va de la mano de instituciones que generen credibilidad y que reduzcan el riesgo del inversor”. En el caso de la región, no se ha “reducido el riesgo del inversor” por no contar con “instituciones robustas”, indicó.

Por último, respecto a la migración y los movimientos políticos en contra, Schamis subrayó que el “problema fundamental es que la globalización implica movilidad de recursos económicos, de bienes y servicios, de empleo, y el sistema internacional no tiene instituciones para enfrentar esta tendencia masiva” de migración. 

Por su parte, Fernández considera que estamos ante un proceso de desglobalización y que “son varias las tensiones que están afectando este proceso”. Por ejemplo, destaca el aumento del nacionalismo y el creciente proteccionismo económico”, los cuales forman parte de “la narrativa de actores políticos”. De este modo, se “están construyendo muros que impiden que la globalización avance de forma natural”, señaló.

En cuanto a las dimensiones de la globalización —el ámbito político internacional y el mercado— y en cuál de estas se ha sustentado, Fernández destacó que ambas están interrelacionadas bajo un mismo principio: "el intercambio global entre países".

Por otro lado, existe un debate político sobre la soberanía en el contexto de la desglobalización, un debate que, según Fernández, es erróneo. “Estamos mezclando temas, y eso suele ser gravísimo, porque al final, apelando a la soberanía, lo que estamos impidiendo es el desarrollo de acuerdos libres y voluntarios de naturaleza comercial entre personas que viven en distintos países”. Como consecuencia, habrá “menos oportunidades para todos”, advirtió.

Asimismo, se planteó que la desglobalización podría ser, en realidad, un problema más político que económico, con lo que Fernández está de acuerdo. A su juicio, este fenómeno se origina por “la incapacidad de las élites para lograr acuerdos y armonizar las relaciones entre distintos actores y países”. En este sentido, Fernández subraya que "la batalla de las ideas" es clave.

Finalmente, se planteó la premisa de que, al ser la globalización un fenómeno de interconexión, tiene un efecto pacificador en el sistema internacional. Al estar ante su retroceso, ¿podemos anticipar un aumento de los conflictos entre países? Fernández afirmó que "si dejamos de comerciar, las probabilidades de que surjan más conflictos de los que ya sufrimos aumentan".

 Para ver el programa completo, haga clic aquí.

Vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad
17 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos el proceso de desglobalización que atraviesa el mundo y sus implicaciones.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre la interconectividad del mundo y los factores comunes que compartimos como humanidad: las necesidades, los sueños y las ambiciones. A pesar de los conflictos y los ciclos de retrocesos, subrayó que estamos cada vez “más comunicados, mezclados y relacionados”.

Sin embargo, señaló que hoy nos enfrentamos a un ciclo de desglobalización, caracterizado por la reducción del comercio mundial y el proteccionismo económico, lo cual, advirtió, “trae peligros graves a corto plazo”. No obstante, Gutiérrez afirmó que este ciclo, al igual que los anteriores, pasará, y que los verdaderos desafíos del mundo actual radican en “la degradación política” y en cómo el mundo “se hace cada vez más ingobernable”.

Para concluir, Gutiérrez recordó que “lo primordial, lo fundamental, el origen de la creación, es el individuo, su libertad individual y la responsabilidad” con la que la ejerce. Por ello, subrayó la importancia de aprender a “vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad”, ya que es esto lo que permite construir especies duraderas y civilizaciones exitosas.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Héctor Schamis, economista y profesor universitario, y a Eduardo Fernández, doctor en ciencia política y profesor universitario, sobre el retroceso y desglobalización que atraviesa el mundo.

La desglobalización tiene distintas implicaciones, y una de ellas es el conflicto internacional. Schamis expuso que algunos analistas consideran que estamos ante la Tercera Guerra Mundial, “no solo por las múltiples guerras”, sino por la guerra en Ucrania, la cual es “sistémica”. Recordó que las guerras mundiales se han librado en Europa y que esta guerra en particular puede escalar fácilmente. Por ejemplo, mencionó la presencia de “armas y combatientes norcoreanos en Rusia” y señaló que, de ingresar a Ucrania, el presidente Biden ha dado “libertad para el uso de armas americanas, que hasta ahora no lo ha tenido”.

En el ámbito económico, Schamis expresó que la desglobalización “estanca la transmisión del conocimiento y, por lo tanto, estanca el crecimiento económico”. En su opinión, la globalización, al ser un fenómeno de carácter mundial, hace que ningún país tenga “la capacidad por sí mismo de detenerlo”.

Respecto a si China podría liderar un nuevo proceso de globalización, Schamis indicó que las tendencias apuntan hacia el unilateralismo, “en cuyo caso va a sufrir el espacio multilateral que es esencial para regular el comercio internacional”, impactando el crecimiento del mismo.

En el caso de América Latina, Schamis considera que el problema económico está más afectado por el “deterioro institucional, de las normas”, que por la desglobalización en sí. Si bien es cierto que “el crecimiento económico va de la mano de la globalización”, también es cierto que “la globalización va de la mano de instituciones que generen credibilidad y que reduzcan el riesgo del inversor”. En el caso de la región, no se ha “reducido el riesgo del inversor” por no contar con “instituciones robustas”, indicó.

Por último, respecto a la migración y los movimientos políticos en contra, Schamis subrayó que el “problema fundamental es que la globalización implica movilidad de recursos económicos, de bienes y servicios, de empleo, y el sistema internacional no tiene instituciones para enfrentar esta tendencia masiva” de migración. 

Por su parte, Fernández considera que estamos ante un proceso de desglobalización y que “son varias las tensiones que están afectando este proceso”. Por ejemplo, destaca el aumento del nacionalismo y el creciente proteccionismo económico”, los cuales forman parte de “la narrativa de actores políticos”. De este modo, se “están construyendo muros que impiden que la globalización avance de forma natural”, señaló.

En cuanto a las dimensiones de la globalización —el ámbito político internacional y el mercado— y en cuál de estas se ha sustentado, Fernández destacó que ambas están interrelacionadas bajo un mismo principio: "el intercambio global entre países".

Por otro lado, existe un debate político sobre la soberanía en el contexto de la desglobalización, un debate que, según Fernández, es erróneo. “Estamos mezclando temas, y eso suele ser gravísimo, porque al final, apelando a la soberanía, lo que estamos impidiendo es el desarrollo de acuerdos libres y voluntarios de naturaleza comercial entre personas que viven en distintos países”. Como consecuencia, habrá “menos oportunidades para todos”, advirtió.

Asimismo, se planteó que la desglobalización podría ser, en realidad, un problema más político que económico, con lo que Fernández está de acuerdo. A su juicio, este fenómeno se origina por “la incapacidad de las élites para lograr acuerdos y armonizar las relaciones entre distintos actores y países”. En este sentido, Fernández subraya que "la batalla de las ideas" es clave.

Finalmente, se planteó la premisa de que, al ser la globalización un fenómeno de interconexión, tiene un efecto pacificador en el sistema internacional. Al estar ante su retroceso, ¿podemos anticipar un aumento de los conflictos entre países? Fernández afirmó que "si dejamos de comerciar, las probabilidades de que surjan más conflictos de los que ya sufrimos aumentan".

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