Articulo largo

Living Together, Respectfully, in Freedom
17 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos el proceso de desglobalización que atraviesa el mundo y sus implicaciones.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre la interconectividad del mundo y los factores comunes que compartimos como humanidad: las necesidades, los sueños y las ambiciones. A pesar de los conflictos y los ciclos de retrocesos, subrayó que estamos cada vez “más comunicados, mezclados y relacionados”.

Sin embargo, señaló que hoy nos enfrentamos a un ciclo de desglobalización, caracterizado por la reducción del comercio mundial y el proteccionismo económico, lo cual, advirtió, “trae peligros graves a corto plazo”. No obstante, Gutiérrez afirmó que este ciclo, al igual que los anteriores, pasará, y que los verdaderos desafíos del mundo actual radican en “la degradación política” y en cómo el mundo “se hace cada vez más ingobernable”.

Para concluir, Gutiérrez recordó que “lo primordial, lo fundamental, el origen de la creación, es el individuo, su libertad individual y la responsabilidad” con la que la ejerce. Por ello, subrayó la importancia de aprender a “vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad”, ya que es esto lo que permite construir especies duraderas y civilizaciones exitosas.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Héctor Schamis, economista y profesor universitario, y a Eduardo Fernández, doctor en ciencia política y profesor universitario, sobre el retroceso y desglobalización que atraviesa el mundo.

La desglobalización tiene distintas implicaciones, y una de ellas es el conflicto internacional. Schamis expuso que algunos analistas consideran que estamos ante la Tercera Guerra Mundial, “no solo por las múltiples guerras”, sino por la guerra en Ucrania, la cual es “sistémica”. Recordó que las guerras mundiales se han librado en Europa y que esta guerra en particular puede escalar fácilmente. Por ejemplo, mencionó la presencia de “armas y combatientes norcoreanos en Rusia” y señaló que, de ingresar a Ucrania, el presidente Biden ha dado “libertad para el uso de armas americanas, que hasta ahora no lo ha tenido”.

En el ámbito económico, Schamis expresó que la desglobalización “estanca la transmisión del conocimiento y, por lo tanto, estanca el crecimiento económico”. En su opinión, la globalización, al ser un fenómeno de carácter mundial, hace que ningún país tenga “la capacidad por sí mismo de detenerlo”.

Respecto a si China podría liderar un nuevo proceso de globalización, Schamis indicó que las tendencias apuntan hacia el unilateralismo, “en cuyo caso va a sufrir el espacio multilateral que es esencial para regular el comercio internacional”, impactando el crecimiento del mismo.

En el caso de América Latina, Schamis considera que el problema económico está más afectado por el “deterioro institucional, de las normas”, que por la desglobalización en sí. Si bien es cierto que “el crecimiento económico va de la mano de la globalización”, también es cierto que “la globalización va de la mano de instituciones que generen credibilidad y que reduzcan el riesgo del inversor”. En el caso de la región, no se ha “reducido el riesgo del inversor” por no contar con “instituciones robustas”, indicó.

Por último, respecto a la migración y los movimientos políticos en contra, Schamis subrayó que el “problema fundamental es que la globalización implica movilidad de recursos económicos, de bienes y servicios, de empleo, y el sistema internacional no tiene instituciones para enfrentar esta tendencia masiva” de migración. 

Por su parte, Fernández considera que estamos ante un proceso de desglobalización y que “son varias las tensiones que están afectando este proceso”. Por ejemplo, destaca el aumento del nacionalismo y el creciente proteccionismo económico”, los cuales forman parte de “la narrativa de actores políticos”. De este modo, se “están construyendo muros que impiden que la globalización avance de forma natural”, señaló.

En cuanto a las dimensiones de la globalización —el ámbito político internacional y el mercado— y en cuál de estas se ha sustentado, Fernández destacó que ambas están interrelacionadas bajo un mismo principio: "el intercambio global entre países".

Por otro lado, existe un debate político sobre la soberanía en el contexto de la desglobalización, un debate que, según Fernández, es erróneo. “Estamos mezclando temas, y eso suele ser gravísimo, porque al final, apelando a la soberanía, lo que estamos impidiendo es el desarrollo de acuerdos libres y voluntarios de naturaleza comercial entre personas que viven en distintos países”. Como consecuencia, habrá “menos oportunidades para todos”, advirtió.

Asimismo, se planteó que la desglobalización podría ser, en realidad, un problema más político que económico, con lo que Fernández está de acuerdo. A su juicio, este fenómeno se origina por “la incapacidad de las élites para lograr acuerdos y armonizar las relaciones entre distintos actores y países”. En este sentido, Fernández subraya que "la batalla de las ideas" es clave.

Finalmente, se planteó la premisa de que, al ser la globalización un fenómeno de interconexión, tiene un efecto pacificador en el sistema internacional. Al estar ante su retroceso, ¿podemos anticipar un aumento de los conflictos entre países? Fernández afirmó que "si dejamos de comerciar, las probabilidades de que surjan más conflictos de los que ya sufrimos aumentan".

 Para ver el programa completo, haga clic aquí.

Vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad
17 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos el proceso de desglobalización que atraviesa el mundo y sus implicaciones.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre la interconectividad del mundo y los factores comunes que compartimos como humanidad: las necesidades, los sueños y las ambiciones. A pesar de los conflictos y los ciclos de retrocesos, subrayó que estamos cada vez “más comunicados, mezclados y relacionados”.

Sin embargo, señaló que hoy nos enfrentamos a un ciclo de desglobalización, caracterizado por la reducción del comercio mundial y el proteccionismo económico, lo cual, advirtió, “trae peligros graves a corto plazo”. No obstante, Gutiérrez afirmó que este ciclo, al igual que los anteriores, pasará, y que los verdaderos desafíos del mundo actual radican en “la degradación política” y en cómo el mundo “se hace cada vez más ingobernable”.

Para concluir, Gutiérrez recordó que “lo primordial, lo fundamental, el origen de la creación, es el individuo, su libertad individual y la responsabilidad” con la que la ejerce. Por ello, subrayó la importancia de aprender a “vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad”, ya que es esto lo que permite construir especies duraderas y civilizaciones exitosas.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Héctor Schamis, economista y profesor universitario, y a Eduardo Fernández, doctor en ciencia política y profesor universitario, sobre el retroceso y desglobalización que atraviesa el mundo.

La desglobalización tiene distintas implicaciones, y una de ellas es el conflicto internacional. Schamis expuso que algunos analistas consideran que estamos ante la Tercera Guerra Mundial, “no solo por las múltiples guerras”, sino por la guerra en Ucrania, la cual es “sistémica”. Recordó que las guerras mundiales se han librado en Europa y que esta guerra en particular puede escalar fácilmente. Por ejemplo, mencionó la presencia de “armas y combatientes norcoreanos en Rusia” y señaló que, de ingresar a Ucrania, el presidente Biden ha dado “libertad para el uso de armas americanas, que hasta ahora no lo ha tenido”.

En el ámbito económico, Schamis expresó que la desglobalización “estanca la transmisión del conocimiento y, por lo tanto, estanca el crecimiento económico”. En su opinión, la globalización, al ser un fenómeno de carácter mundial, hace que ningún país tenga “la capacidad por sí mismo de detenerlo”.

Respecto a si China podría liderar un nuevo proceso de globalización, Schamis indicó que las tendencias apuntan hacia el unilateralismo, “en cuyo caso va a sufrir el espacio multilateral que es esencial para regular el comercio internacional”, impactando el crecimiento del mismo.

En el caso de América Latina, Schamis considera que el problema económico está más afectado por el “deterioro institucional, de las normas”, que por la desglobalización en sí. Si bien es cierto que “el crecimiento económico va de la mano de la globalización”, también es cierto que “la globalización va de la mano de instituciones que generen credibilidad y que reduzcan el riesgo del inversor”. En el caso de la región, no se ha “reducido el riesgo del inversor” por no contar con “instituciones robustas”, indicó.

Por último, respecto a la migración y los movimientos políticos en contra, Schamis subrayó que el “problema fundamental es que la globalización implica movilidad de recursos económicos, de bienes y servicios, de empleo, y el sistema internacional no tiene instituciones para enfrentar esta tendencia masiva” de migración. 

Por su parte, Fernández considera que estamos ante un proceso de desglobalización y que “son varias las tensiones que están afectando este proceso”. Por ejemplo, destaca el aumento del nacionalismo y el creciente proteccionismo económico”, los cuales forman parte de “la narrativa de actores políticos”. De este modo, se “están construyendo muros que impiden que la globalización avance de forma natural”, señaló.

En cuanto a las dimensiones de la globalización —el ámbito político internacional y el mercado— y en cuál de estas se ha sustentado, Fernández destacó que ambas están interrelacionadas bajo un mismo principio: "el intercambio global entre países".

Por otro lado, existe un debate político sobre la soberanía en el contexto de la desglobalización, un debate que, según Fernández, es erróneo. “Estamos mezclando temas, y eso suele ser gravísimo, porque al final, apelando a la soberanía, lo que estamos impidiendo es el desarrollo de acuerdos libres y voluntarios de naturaleza comercial entre personas que viven en distintos países”. Como consecuencia, habrá “menos oportunidades para todos”, advirtió.

Asimismo, se planteó que la desglobalización podría ser, en realidad, un problema más político que económico, con lo que Fernández está de acuerdo. A su juicio, este fenómeno se origina por “la incapacidad de las élites para lograr acuerdos y armonizar las relaciones entre distintos actores y países”. En este sentido, Fernández subraya que "la batalla de las ideas" es clave.

Finalmente, se planteó la premisa de que, al ser la globalización un fenómeno de interconexión, tiene un efecto pacificador en el sistema internacional. Al estar ante su retroceso, ¿podemos anticipar un aumento de los conflictos entre países? Fernández afirmó que "si dejamos de comerciar, las probabilidades de que surjan más conflictos de los que ya sufrimos aumentan".

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Argentina: How Is a Country Rescued?
10 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos los ajustes económicos implementados en Argentina durante el primer año de gobierno de Javier Milei.

Dionisio Gutiérrez comenzó haciendo una serie de preguntas sobre las condiciones que permiten que una nación sea exitosa, mientras que otras fracasan; qué papel juegan los gobernantes en este proceso y si el nivel de participación cívica está relacionado con la calidad de los gobernantes. 

Expresó que “las respuestas a estas preguntas son más fáciles” de lo que creemos, pero que “lo difícil es convertir las respuestas en hechos, obras y resultados positivos para la gente”. 

Gutiérrez también indicó que “los países fracasan cuando están mal gobernados, cuando sus élites están distraídas y en sus burbujas, y cuando los ciudadanos dejan de ser ciudadanos”. Afirmó que fracasan “cuando no hay libertad económica, cuando no se respeta la propiedad y la certeza jurídica es inexistente; cuando gastan más de lo que ingresan, se endeudan y viven del déficit y la inflación, hasta que quiebran; y la soberbia y la corrupción toman control del Estado”. 

En este sentido, Argentina, después de 50 años de peronismo y gobernantes populistas, y tras haber sido uno de los países más ricos del mundo, es un claro ejemplo de este proceso. Actualmente, está “hundida en la quiebra moral y política, con más de la mitad de su gente forzada a la pobreza y su economía destrozada”. Sin embargo, para suerte de todos, “nunca es tarde cuando se debe rescatar, restituir y ordenar. En ello está la Argentina de Milei”, señaló Gutiérrez.

Para finalizar, Gutiérrez subrayó que, para América Latina, es crucial que Javier Milei tenga éxito en Argentina: “Si América Latina quiere encontrar la senda del desarrollo y la prosperidad, debe aprender a creer en la libertad, en el mercado, en el orden fiscal, en el trabajo, en la propiedad, en la división de poderes; debe aprender a creer en el poder del ciudadano en libertad”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, y a Adrián Ravier, doctor en economía, sobre las reformas económicas de Milei en su primer año de gobierno.

Abram destacó que, en este primer año, el presidente Milei ha logrado varios avances. En primer lugar, señaló que la sociedad ahora entiende que gastar por encima de los ingresos no es sostenible para el Estado. Además, mencionó que “ha logrado igualar los ingresos con los gastos, y que la deuda pública total en dólares baje. Es decir, ha logrado ordenar las cuentas públicas y una mejora de la solvencia” del país.

Sobre la caída temporal de la actividad económica y el aumento de la pobreza, como consecuencia de las reformas implementadas, y si estos factores ponen en riesgo el proyecto de rescate económico de Milei, Abram considera que no están en peligro. Aseguró que la recesión comenzó durante la gestión anterior, cuando “la gente dejó de consumir e invertir, no es por el ajuste de las cuentas públicas”.

Por otro lado, Abram destacó que Milei ha logrado aprobar reformas clave a pesar de contar con una minoría en el Senado y en la Cámara de Diputados, lo que refleja el costo político de no hacerlo: “La mayoría de los argentinos votó por Javier Milei; pusieron su esperanza en [él] y están dispuesto a aguantar los costos, porque siguen depositando su esperanza en Milei”. Además, señaló que “una parte de esa oposición propuso lo mismo que Milei”. 

Por su parte, Ravier contextualizó la situación en Argentina tras décadas de populismo: “Pasamos a ser una economía con altos niveles de pobreza, más del 50 %, y niveles de indigencia muy altos, casi del 20 %. Era un país que no crecía, con una inflación del 211 % en 2023”. Luego, destacó las medidas implementadas en Argentina para rescatar la economía, mencionando el equilibrio fiscal, el tema monetario y, finalmente, la tasa de cambio respecto al dólar estadounidense.

En relación con el aumento de la pobreza en 11 puntos porcentuales en 2024, Ravier explicó que esto es una consecuencia de las medidas adoptadas, como la devaluación del 118 % del tipo de cambio. Esto provocó un aumento “en la pobreza en el primer trimestre de 2024”, señaló. Sin embargo, indicó que, a partir del segundo trimestre, tanto la pobreza como la indigencia han comenzado a disminuir, y se espera que, para 2025, tanto la pobreza, como la indigencia, la inflación y el gasto público sigan en descenso.

Para finalizar, Ravier expresó su opinión sobre la viabilidad del plan de dolarización en Argentina, señalando que, a su juicio, sí es factible. Añadió que uno de los objetivos de la dolarización sería blindar la emisión de moneda en caso de que “el populismo vuelve al poder en Argentina” y utilice el Banco Central para financiar el gasto público.

 

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Argentina: ¿Cómo se rescata a un país?
10 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos los ajustes económicos implementados en Argentina durante el primer año de gobierno de Javier Milei.

Dionisio Gutiérrez comenzó haciendo una serie de preguntas sobre las condiciones que permiten que una nación sea exitosa, mientras que otras fracasan; qué papel juegan los gobernantes en este proceso y si el nivel de participación cívica está relacionado con la calidad de los gobernantes. 

Expresó que “las respuestas a estas preguntas son más fáciles” de lo que creemos, pero que “lo difícil es convertir las respuestas en hechos, obras y resultados positivos para la gente”. 

Gutiérrez también indicó que “los países fracasan cuando están mal gobernados, cuando sus élites están distraídas y en sus burbujas, y cuando los ciudadanos dejan de ser ciudadanos”. Afirmó que fracasan “cuando no hay libertad económica, cuando no se respeta la propiedad y la certeza jurídica es inexistente; cuando gastan más de lo que ingresan, se endeudan y viven del déficit y la inflación, hasta que quiebran; y la soberbia y la corrupción toman control del Estado”. 

En este sentido, Argentina, después de 50 años de peronismo y gobernantes populistas, y tras haber sido uno de los países más ricos del mundo, es un claro ejemplo de este proceso. Actualmente, está “hundida en la quiebra moral y política, con más de la mitad de su gente forzada a la pobreza y su economía destrozada”. Sin embargo, para suerte de todos, “nunca es tarde cuando se debe rescatar, restituir y ordenar. En ello está la Argentina de Milei”, señaló Gutiérrez.

Para finalizar, Gutiérrez subrayó que, para América Latina, es crucial que Javier Milei tenga éxito en Argentina: “Si América Latina quiere encontrar la senda del desarrollo y la prosperidad, debe aprender a creer en la libertad, en el mercado, en el orden fiscal, en el trabajo, en la propiedad, en la división de poderes; debe aprender a creer en el poder del ciudadano en libertad”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, y a Adrián Ravier, doctor en economía, sobre las reformas económicas de Milei en su primer año de gobierno.

Abram destacó que, en este primer año, el presidente Milei ha logrado varios avances. En primer lugar, señaló que la sociedad ahora entiende que gastar por encima de los ingresos no es sostenible para el Estado. Además, mencionó que “ha logrado igualar los ingresos con los gastos, y que la deuda pública total en dólares baje. Es decir, ha logrado ordenar las cuentas públicas y una mejora de la solvencia” del país.

Sobre la caída temporal de la actividad económica y el aumento de la pobreza, como consecuencia de las reformas implementadas, y si estos factores ponen en riesgo el proyecto de rescate económico de Milei, Abram considera que no están en peligro. Aseguró que la recesión comenzó durante la gestión anterior, cuando “la gente dejó de consumir e invertir, no es por el ajuste de las cuentas públicas”.

Por otro lado, Abram destacó que Milei ha logrado aprobar reformas clave a pesar de contar con una minoría en el Senado y en la Cámara de Diputados, lo que refleja el costo político de no hacerlo: “La mayoría de los argentinos votó por Javier Milei; pusieron su esperanza en [él] y están dispuesto a aguantar los costos, porque siguen depositando su esperanza en Milei”. Además, señaló que “una parte de esa oposición propuso lo mismo que Milei”. 

Por su parte, Ravier contextualizó la situación en Argentina tras décadas de populismo: “Pasamos a ser una economía con altos niveles de pobreza, más del 50 %, y niveles de indigencia muy altos, casi del 20 %. Era un país que no crecía, con una inflación del 211 % en 2023”. Luego, destacó las medidas implementadas en Argentina para rescatar la economía, mencionando el equilibrio fiscal, el tema monetario y, finalmente, la tasa de cambio respecto al dólar estadounidense.

En relación con el aumento de la pobreza en 11 puntos porcentuales en 2024, Ravier explicó que esto es una consecuencia de las medidas adoptadas, como la devaluación del 118 % del tipo de cambio. Esto provocó un aumento “en la pobreza en el primer trimestre de 2024”, señaló. Sin embargo, indicó que, a partir del segundo trimestre, tanto la pobreza como la indigencia han comenzado a disminuir, y se espera que, para 2025, tanto la pobreza, como la indigencia, la inflación y el gasto público sigan en descenso.

Para finalizar, Ravier expresó su opinión sobre la viabilidad del plan de dolarización en Argentina, señalando que, a su juicio, sí es factible. Añadió que uno de los objetivos de la dolarización sería blindar la emisión de moneda en caso de que “el populismo vuelve al poder en Argentina” y utilice el Banco Central para financiar el gasto público.

 

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Venezuela, 3 Months Later
03 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos las proyecciones del cambio de poder previsto para el 10 de enero de 2025 en Venezuela, en medio de un régimen autoritario.

Dionisio Gutiérrez comenzó recordando el fraude del 28 de julio en Venezuela: “Hace tres meses, ante la mirada indiferente del mundo, se ejecutó, una vez más, el secuestro de la nación venezolana”. Señaló que, para los venezolanos, este día fue tanto histórico como esperanzador, ya que derrocaron a la narco dictadura de Nicolás Maduro. Sin embargo, “a los criminales que la encabezan no les importó dar un golpe de Estado a la soberanía del pueblo venezolano”. 

Subrayó la decepción, vergüenza y peligro de que “al mundo libre le importe poco que Venezuela se consolide como una base de drogas, violencia, corrupción y terrorismo, apadrinada y protegida por el eje del mal que forman China, Rusia e Irán”. Al permitir este atropello, se consolida una “amenaza para las débiles democracias de América Latina” con el apoyo y los pasos que siguen Colombia y México.

Gutiérrez también reflexionó sobre el drama que vive el pueblo venezolano: el exilio, la pobreza, el abandono. “Su casa, su futuro, su destino, su país, su democracia, su libertad, su vida han sido violentadas”, afirmó. No obstante, destacó que la lucha por la libertad debe continuar, y que los venezolanos siguen adelante a pesar de toda adversidad. Además, indicó que, si las fuerzas armadas “escogen seguir de cómplices de una narcotiranía, es al mundo libre al que le corresponde dar un paso al frente y decir presente”.

Finalmente, Gutiérrez enfatizó que, como ciudadanos libres, debemos hacer todo lo posible para luchar por la libertad de Venezuela.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a John Polga, profesor de política comparada en la Academia Naval de EE.UU., y a Orlando Avendaño, periodista, columnista y escritor venezolano, sobre la situación política en Venezuela y las posibilidades de que Edmundo González tome posesión el 10 de enero de 2025.

Polga señaló que, ante la crisis política y el fraude electoral en Venezuela, democratizar el régimen es una tarea complicada que “requiere la ayuda de toda la comunidad internacional y de países en la región como Brasil y Colombia, Estados Unidos, de la Unión Europea y también de la presión interna en Venezuela”. Lamentablemente, el mundo está distraído con otros problemas en Medio Oriente y Ucrania, agregó.

Ante la posibilidad de que Maduro usurpe el poder nuevamente el 10 de enero de 2025, y considerando la probabilidad de que la comunidad internacional lleve a cabo una operación especial para capturarlo, Polga expresó que la orden de captura internacional que tiene Maduro es una forma de ejercer presión para limitar su movimiento. Sin embargo, en su opinión, “la probabilidad de una intervención militar es bajísima”.

Además, destacó que Maduro se mantiene en el poder porque “cuenta con el apoyo del alto mando militar, con el apoyo de un círculo íntimo de civiles y también el apoyo de las instituciones del Estado”. Polga subrayó que, para lograr un cambio, se necesitan “oficiales valientes que estén dispuestos a sacrificarse y sacrificar su poder para salvar al pueblo venezolano”. 

Por último, Polga considera que las consecuencias para la democracia y la libertad en América Latina, si la narcotiranía de Caracas se impone, serán graves: “Ofrece una lección para toda la región y para todo el mundo de que el mundo está bien con las dictaduras. Que no hay consecuencias y, definitivamente, significa un debilitamiento de la seguridad regional. Mayor migración y posiblemente mayor crimen organizado”.

Por su parte, Avendaño indicó que, en el ambiente dentro de las fuerzas armadas de Venezuela, hay una persecución “sin precedentes”. Señaló que la estrategia de María Corina Machado “ha provocado una crisis de legitimidad y de gobernabilidad internas del chavismo, que en cualquier momento pueden provocar el desmoronamiento del sistema”. A su parecer, el Ejército no está dividido; más bien, “la mayoría desprecia al régimen”. Como ejemplo, mencionó que “en los centros electorales donde votaba la Fuerza Armada, Edmundo González ganó en la misma proporción que fuera”. 

Respecto al aumento de la represión y los crímenes cometidos por el régimen, Avendaño enfatizó que estos niveles de violencia se deben a que, para ellos, “la retención del poder es una cuestión existencial y van a transgredir todos los límites posibles para retener ese poder”. Sin embargo, considera que el hecho de que, 25 años después de que la tiranía se instauró, y a pesar de épocas violentas, los venezolanos no se hayan sometido al sistema, es significativo.

Por otro lado, advirtió que, si Edmundo González no asume la presidencia legítima el 10 de enero de 2025, “Venezuela va a entrar en una etapa de aislamiento internacional, como nunca había visto, y de repudio, que implique presión financiera y no solamente diplomática. Si Maduro se logra imponer, vamos a ver crisis migratorias nuevamente”.

Para finalizar, Avendaño expresó que el exilio “puede hacer mucho, sobre todo denunciar”. Desde una perspectiva cívica, debe apoyar a ser la voz de quienes aún están en el país, aunque señaló que los empresarios en el exilio podrían hacer mucho más.

 

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Venezuela, 3 meses después
03 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos las proyecciones del cambio de poder previsto para el 10 de enero de 2025 en Venezuela, en medio de un régimen autoritario.

Dionisio Gutiérrez comenzó recordando el fraude del 28 de julio en Venezuela: “Hace tres meses, ante la mirada indiferente del mundo, se ejecutó, una vez más, el secuestro de la nación venezolana”. Señaló que, para los venezolanos, este día fue tanto histórico como esperanzador, ya que derrocaron a la narco dictadura de Nicolás Maduro. Sin embargo, “a los criminales que la encabezan no les importó dar un golpe de Estado a la soberanía del pueblo venezolano”. 

Subrayó la decepción, vergüenza y peligro de que “al mundo libre le importe poco que Venezuela se consolide como una base de drogas, violencia, corrupción y terrorismo, apadrinada y protegida por el eje del mal que forman China, Rusia e Irán”. Al permitir este atropello, se consolida una “amenaza para las débiles democracias de América Latina” con el apoyo y los pasos que siguen Colombia y México.

Gutiérrez también reflexionó sobre el drama que vive el pueblo venezolano: el exilio, la pobreza, el abandono. “Su casa, su futuro, su destino, su país, su democracia, su libertad, su vida han sido violentadas”, afirmó. No obstante, destacó que la lucha por la libertad debe continuar, y que los venezolanos siguen adelante a pesar de toda adversidad. Además, indicó que, si las fuerzas armadas “escogen seguir de cómplices de una narcotiranía, es al mundo libre al que le corresponde dar un paso al frente y decir presente”.

Finalmente, Gutiérrez enfatizó que, como ciudadanos libres, debemos hacer todo lo posible para luchar por la libertad de Venezuela.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a John Polga, profesor de política comparada en la Academia Naval de EE.UU., y a Orlando Avendaño, periodista, columnista y escritor venezolano, sobre la situación política en Venezuela y las posibilidades de que Edmundo González tome posesión el 10 de enero de 2025.

Polga señaló que, ante la crisis política y el fraude electoral en Venezuela, democratizar el régimen es una tarea complicada que “requiere la ayuda de toda la comunidad internacional y de países en la región como Brasil y Colombia, Estados Unidos, de la Unión Europea y también de la presión interna en Venezuela”. Lamentablemente, el mundo está distraído con otros problemas en Medio Oriente y Ucrania, agregó.

Ante la posibilidad de que Maduro usurpe el poder nuevamente el 10 de enero de 2025, y considerando la probabilidad de que la comunidad internacional lleve a cabo una operación especial para capturarlo, Polga expresó que la orden de captura internacional que tiene Maduro es una forma de ejercer presión para limitar su movimiento. Sin embargo, en su opinión, “la probabilidad de una intervención militar es bajísima”.

Además, destacó que Maduro se mantiene en el poder porque “cuenta con el apoyo del alto mando militar, con el apoyo de un círculo íntimo de civiles y también el apoyo de las instituciones del Estado”. Polga subrayó que, para lograr un cambio, se necesitan “oficiales valientes que estén dispuestos a sacrificarse y sacrificar su poder para salvar al pueblo venezolano”. 

Por último, Polga considera que las consecuencias para la democracia y la libertad en América Latina, si la narcotiranía de Caracas se impone, serán graves: “Ofrece una lección para toda la región y para todo el mundo de que el mundo está bien con las dictaduras. Que no hay consecuencias y, definitivamente, significa un debilitamiento de la seguridad regional. Mayor migración y posiblemente mayor crimen organizado”.

Por su parte, Avendaño indicó que, en el ambiente dentro de las fuerzas armadas de Venezuela, hay una persecución “sin precedentes”. Señaló que la estrategia de María Corina Machado “ha provocado una crisis de legitimidad y de gobernabilidad internas del chavismo, que en cualquier momento pueden provocar el desmoronamiento del sistema”. A su parecer, el Ejército no está dividido; más bien, “la mayoría desprecia al régimen”. Como ejemplo, mencionó que “en los centros electorales donde votaba la Fuerza Armada, Edmundo González ganó en la misma proporción que fuera”. 

Respecto al aumento de la represión y los crímenes cometidos por el régimen, Avendaño enfatizó que estos niveles de violencia se deben a que, para ellos, “la retención del poder es una cuestión existencial y van a transgredir todos los límites posibles para retener ese poder”. Sin embargo, considera que el hecho de que, 25 años después de que la tiranía se instauró, y a pesar de épocas violentas, los venezolanos no se hayan sometido al sistema, es significativo.

Por otro lado, advirtió que, si Edmundo González no asume la presidencia legítima el 10 de enero de 2025, “Venezuela va a entrar en una etapa de aislamiento internacional, como nunca había visto, y de repudio, que implique presión financiera y no solamente diplomática. Si Maduro se logra imponer, vamos a ver crisis migratorias nuevamente”.

Para finalizar, Avendaño expresó que el exilio “puede hacer mucho, sobre todo denunciar”. Desde una perspectiva cívica, debe apoyar a ser la voz de quienes aún están en el país, aunque señaló que los empresarios en el exilio podrían hacer mucho más.

 

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Fundamental Freedom in Danger
27 Oct 2024

En el programa de esta semana, analizamos las amenazas que ponen en jaque la libertad de expresión.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó situándose en un contexto marcado por la “degradación moral, mediocridad cultural y contaminación criminal en la política”, subrayando la necesidad de “rescatar los valores liberales y republicanos” en nuestras instituciones. La democracia, la ley y la libertad, "conquistas pasadas en vías de extinción", deben revalorizarse a través de una educación renovada, libre de "ideas fracasadas y demagogia emocional".

Además, enfatizó que nuestro deber como ciudadanos, especialmente el de las élites, es participar activamente en la vida cívica “con firmeza para defender y promover los valores de la democracia, la justicia y la libertad”. Esto es particularmente relevante ante el aumento del autoritarismo en el mundo y el peligro de las mentiras “manejadas por autócratas y tiranos, que están liquidando la libertad de expresión”, así como por “los mercenarios de las redes sociales”.

Gutiérrez señaló que las dinámicas destructivas actuales han creado un ambiente de autocensura y persecución hacia quienes denuncian la corrupción. Por quienes buscan silencio e impunidad, los gobiernos a menudo se entrelazan con el crimen organizado, lo que pone en grave peligro la libertad de expresión.

Asimismo, hizo un llamado a los ciudadanos del mundo para que, a través del “pensamiento crítico, y con capacidad de diferenciar la verdad de la mentira”, se unan en la defensa de la libertad de expresión, “que no es una generosa concesión que los políticos de turno dan al ciudadano, sino un derecho humano indiscutible y determinante para la democracia”. 

Para finalizar, Gutiérrez recordó que en política, la razón y la sensatez, no la emoción y la pasión, son la clave para construir democracias de instituciones funcionales”, y que es indispensable contar con “ciudadanos bien informados, conscientes de sus derechos y dispuestos a defenderlos para garantizar su libertad”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Ian Vásquez, vicepresidente de Estudios Internacionales de Cato Institute, y a Manuel Llamas, director ejecutivo del Instituto Juan de Mariana, sobre la libertad de expresión, las amenazas que enfrenta y la importancia de rescatarla.

Vásquez señaló que, en los últimos 15 a 20 años, hemos experimentado una “recesión de la libertad de expresión alrededor del mundo”, tanto en “países ricos como no ricos, en países democráticos y no democráticos”. La raíz de este fenómeno, expresó, es el auge de diferentes i-liberalismos, “ya sea populismo autoritario o nacionalismos”.

Respecto a las propuestas para legislar lo que se publica o expresa, y se considera desinformación o discurso de odio, enfatizó que esto constituye “una clara amenaza a la libertad de expresión”, ya que resulta complicado establecer estándares sobre qué se considera desinformación. Sin embargo, destacó que esta es una tendencia creciente, incluso en Estados Unidos, “donde ambos partidos quieren regular las plataformas”.

Además, indicó que las tendencias hacia la regulación del contenido promueven la autocensura, ya que hacen que “empresas, y medios cambien su actitud y conducta para no ofender y evitar regulaciones”. En el caso específico de América Latina, Vásquez considera que la mayor amenaza a la libertad de expresión proviene del sistema judicial, que se utiliza para “callar y para censurar” a los opositores.

Respecto a cómo proteger a quienes denuncian a políticos corruptos, gobiernos autoritarios y mafias, Vásquez señaló que este es un problema en mayor medida en América Latina y debe abordarse desde la raíz: “El fondo del problema está en otra parte, y es que se ha creado un mercado ilegal enorme de drogas. Sería mucho mejor tratar ese problema como un problema social y no criminal. Con eso se eliminaría buena parte del problema, incluso de libertad de expresión.” 

Por su parte, Llamas expresó que la desinformación es un mal menor con la censura y el control de la expresión: “los gobiernos y los políticos son “la principal máquina de bulos y desinformación. Dejar en sus manos el control de la información es la gran amenaza”

Además, indicó que, mientras se tengamos mayor acceso a la información, tendremos más “capacidad de recibir información veraz”. Es el ciudadano quien debe “desarrollar un pensamiento crítico, y ser desconfiado frente a los políticos y frente a los populistas que prometen utopías basadas en el control estatal”

Un claro ejemplo de la manipulación de la información son los centros de producción de mentiras que operan en países como China y Rusia. Llamas subrayó que este fenómeno nos sitúa en una guerra asimétrica, “donde potencias gobernadas por tiranos y dictadores pretenden desestabilizar a las democracias libres y a las economías de mercado de forma soterrada, en forma de manipulación, en forma de ‘fake news’”.

Por último, Llamas manifestó que la censura es inaceptable, ya que pone en “riesgo nuestras libertades y derechos más básicos”. Sin embargo, mencionó que los únicos límites a la libertad de expresión son los “delitos catalogados en la mayoría de los códigos penales de las democracias occidentales. Es decir, la injuria y la calumnia”. No obstante, también enfatizó que esto ya se regula dentro de las constituciones liberales, lo que hace que las censuras que se intentan imponer ahora bajo “la excusa de combatir la desinformación”, ya que son formas en que “los gobiernos pretenden ponernos una mordaza en la boca para imponer su relato y su pensamiento”.

Para ver el programa completo, haga clic aquí.

La libertad fundamental en peligro
27 Oct 2024

En el programa de esta semana, analizamos las amenazas que ponen en jaque la libertad de expresión.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó situándose en un contexto marcado por la “degradación moral, mediocridad cultural y contaminación criminal en la política”, subrayando la necesidad de “rescatar los valores liberales y republicanos” en nuestras instituciones. La democracia, la ley y la libertad, "conquistas pasadas en vías de extinción", deben revalorizarse a través de una educación renovada, libre de "ideas fracasadas y demagogia emocional".

Además, enfatizó que nuestro deber como ciudadanos, especialmente el de las élites, es participar activamente en la vida cívica “con firmeza para defender y promover los valores de la democracia, la justicia y la libertad”. Esto es particularmente relevante ante el aumento del autoritarismo en el mundo y el peligro de las mentiras “manejadas por autócratas y tiranos, que están liquidando la libertad de expresión”, así como por “los mercenarios de las redes sociales”.

Gutiérrez señaló que las dinámicas destructivas actuales han creado un ambiente de autocensura y persecución hacia quienes denuncian la corrupción. Por quienes buscan silencio e impunidad, los gobiernos a menudo se entrelazan con el crimen organizado, lo que pone en grave peligro la libertad de expresión.

Asimismo, hizo un llamado a los ciudadanos del mundo para que, a través del “pensamiento crítico, y con capacidad de diferenciar la verdad de la mentira”, se unan en la defensa de la libertad de expresión, “que no es una generosa concesión que los políticos de turno dan al ciudadano, sino un derecho humano indiscutible y determinante para la democracia”. 

Para finalizar, Gutiérrez recordó que en política, la razón y la sensatez, no la emoción y la pasión, son la clave para construir democracias de instituciones funcionales”, y que es indispensable contar con “ciudadanos bien informados, conscientes de sus derechos y dispuestos a defenderlos para garantizar su libertad”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Ian Vásquez, vicepresidente de Estudios Internacionales de Cato Institute, y a Manuel Llamas, director ejecutivo del Instituto Juan de Mariana, sobre la libertad de expresión, las amenazas que enfrenta y la importancia de rescatarla.

Vásquez señaló que, en los últimos 15 a 20 años, hemos experimentado una “recesión de la libertad de expresión alrededor del mundo”, tanto en “países ricos como no ricos, en países democráticos y no democráticos”. La raíz de este fenómeno, expresó, es el auge de diferentes i-liberalismos, “ya sea populismo autoritario o nacionalismos”.

Respecto a las propuestas para legislar lo que se publica o expresa, y se considera desinformación o discurso de odio, enfatizó que esto constituye “una clara amenaza a la libertad de expresión”, ya que resulta complicado establecer estándares sobre qué se considera desinformación. Sin embargo, destacó que esta es una tendencia creciente, incluso en Estados Unidos, “donde ambos partidos quieren regular las plataformas”.

Además, indicó que las tendencias hacia la regulación del contenido promueven la autocensura, ya que hacen que “empresas, y medios cambien su actitud y conducta para no ofender y evitar regulaciones”. En el caso específico de América Latina, Vásquez considera que la mayor amenaza a la libertad de expresión proviene del sistema judicial, que se utiliza para “callar y para censurar” a los opositores.

Respecto a cómo proteger a quienes denuncian a políticos corruptos, gobiernos autoritarios y mafias, Vásquez señaló que este es un problema en mayor medida en América Latina y debe abordarse desde la raíz: “El fondo del problema está en otra parte, y es que se ha creado un mercado ilegal enorme de drogas. Sería mucho mejor tratar ese problema como un problema social y no criminal. Con eso se eliminaría buena parte del problema, incluso de libertad de expresión.” 

Por su parte, Llamas expresó que la desinformación es un mal menor con la censura y el control de la expresión: “los gobiernos y los políticos son “la principal máquina de bulos y desinformación. Dejar en sus manos el control de la información es la gran amenaza”

Además, indicó que, mientras se tengamos mayor acceso a la información, tendremos más “capacidad de recibir información veraz”. Es el ciudadano quien debe “desarrollar un pensamiento crítico, y ser desconfiado frente a los políticos y frente a los populistas que prometen utopías basadas en el control estatal”

Un claro ejemplo de la manipulación de la información son los centros de producción de mentiras que operan en países como China y Rusia. Llamas subrayó que este fenómeno nos sitúa en una guerra asimétrica, “donde potencias gobernadas por tiranos y dictadores pretenden desestabilizar a las democracias libres y a las economías de mercado de forma soterrada, en forma de manipulación, en forma de ‘fake news’”.

Por último, Llamas manifestó que la censura es inaceptable, ya que pone en “riesgo nuestras libertades y derechos más básicos”. Sin embargo, mencionó que los únicos límites a la libertad de expresión son los “delitos catalogados en la mayoría de los códigos penales de las democracias occidentales. Es decir, la injuria y la calumnia”. No obstante, también enfatizó que esto ya se regula dentro de las constituciones liberales, lo que hace que las censuras que se intentan imponer ahora bajo “la excusa de combatir la desinformación”, ya que son formas en que “los gobiernos pretenden ponernos una mordaza en la boca para imponer su relato y su pensamiento”.

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20 global conflicts: Do they threaten our existence?
20 Oct 2024

En el programa de esta semana, analizamos los conflictos globales que marcan la actualidad.

Dionisio Gutiérrez comenzó haciendo un recorrido por los conflictos que han impactado el siglo XXI, desde el 9/11 hasta el reciente ataque terrorista a Israel. Ante este escenario, plantea lo difícil que es creer que esa es nuestra realidad: Cuando creímos haber llegado al siglo XXI con las ideas claras sobre cómo se alcanza el desarrollo, con los milagros tecnológicos y con la democracia y la libertad como métodos probados para seguir avanzando; cuando creímos que el siglo XXI sería una era de evolución y prosperidad.”

Subrayó, además, los acontecimientos más recientes que ponen en peligro el futuro democrático de la región: Desde hace tres meses, estamos viendo los atropellos impunes de la criminal narco-dictadura en Caracas. Este crimen, sumado a la populista y autoritaria reforma al sistema de justicia en México.” 

Gutiérrez también señaló otros acontecimientos que debemos observar de cerca: “A este tenebroso inventario se suman el clima, una elección en Estados Unidos, el avance del narcotráfico y la corrupción, y, para cerrar con broche de oro, la insuficiente economía global.”  

Finalmente, reflexionó sobre la situación del mundo actual: “Cuando creímos que el siglo XXI sería como el pan con mantequilla, nos encontramos con un mundo que está a punto de explotar. Este no es un momento geopolítico ordinario.” Así, instó a las naciones a tomar conciencia del peligro que enfrentamos: “Este es uno de esos momentos en los que, en cada nación, hace falta que surjan los líderes capaces y honorables: los próceres, los fundadores; los que saben que la verdad, la justicia, la paz, la democracia y la libertad son los únicos valores que garantizan la continuidad de la especie humana.”

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Pedro Trujillo, doctor en ciencia política y gobierno, y a Stephanie Henaro, internacionalista con maestría en geopolítica, territorio y seguridad, sobre los conflictos globales y en América Latina.

Trujillo destacó que el contexto actual es el más similar al de la Segunda Guerra Mundial que hemos visto en años. Asimismo, señaló que estamos en una nueva Guerra Fría, pero a diferencia de la del siglo pasado, donde prevalecía la geopolítica de poder duro, “ahora, estamos en una geoeconomía de poder blando, donde el control de los países es a través del dinero.”  

En cuanto a las próximas elecciones en Estados Unidos y su impacto global, Trujillo mencionó que, de ganar el candidato republicano, podríamos esperar impredecibilidad, lo cual es política “es un riesgo alto.” En contraste, la candidata demócrata es “más predecible, pero con un sesgo ideológico más a la izquierda de lo que suele ser el Partido Demócrata.” Por lo tanto, concluyó que en estas elecciones “está en juego del liderazgo de Estados Unidos, la paz internacional y las organizaciones internacionales, en especial las de seguridad.” 

Finalmente, sobre la fragmentación de Europa en su apoyo al conflicto Israel-Palestina y los efectos de una posible división occidental en el contexto de un conflicto global, Trujillo enfatizó que esta situación nos sitúa en un escenario de pre guerra: “Europa no quiere gastar en seguridad y defensa. Estados Unidos lo hace según la postura ideológica. Esa división es lo peor que le puede ocurrir a Occidente para confrontar estos riesgos.”

Por su parte, Henaro mencionó que vivimos en un mundo multipolar, donde los conflictos fuera del continente americano repercuten en este: “En el norte, Estados Unidos es la potencia dominante, pero en el sur China lo es, tiene más poder político y económico.” Añadió que los intereses del eje chino-ruso-iraní en América Latina son “objetivos geoestratégicos.” Por ejemplo, “Venezuela tiene reservas de petróleo, oro y uranio importantísimas. México es el vecino de Estados Unidos y puede desestabilizarlo. Cuba es una isla importante por el golfo de México y el Atlántico.”

En un contexto donde el autoritarismo está en aumento, Henaro afirmó que América Latina “va hacia dónde va el mundo.” Para ilustrar esta tendencia, mencionó que en el “último Índice Democrático de The Economist, el 68 % de la población mundial no vive en democracia, viven bajo dictadura y esto no es excepción en América Latina.” Además, subrayó que la región cuenta con un alto capital político para instaurar estos regímenes: la pobreza. Ante esta situación, “llegan gobiernos populistas que hacen un Estado más grande, al individuo más pequeño y se adueñan del poder quitando los contrapesos.”

Respecto a la inefectividad de los organismos internacionales para frenar los conflictos actuales, Henaro expresó que están atravesando una crisis: “Las instituciones internacionales nacieron después de la Segunda Guerra Mundial y respondían a esas necesidades. Ahora, han quedado rebajadas a un club de debate porque lo que dicen no se lleva a la acción. Es momento de replantear nuevas instituciones que puedan procurar la paz.”

Para terminar, Henaro indicó que el conflicto más importante en la actualidad es el de Rusia-Ucrania, debido a factores geográficos y climáticos que benefician a Rusia y su conectividad marítima, lo que altera la “relación de fuerzas.” Además, destacó que “China ahora controla a Rusia” lo que impulsa a China hacía un poderío internacional y a un “cambio de valores que ya no serán globales, sino regionales.”

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20 conflictos globales: ¿Amenazan nuestra existencia?
20 Oct 2024

En el programa de esta semana, analizamos los conflictos globales que marcan la actualidad.

Dionisio Gutiérrez comenzó haciendo un recorrido por los conflictos que han impactado el siglo XXI, desde el 9/11 hasta el reciente ataque terrorista a Israel. Ante este escenario, plantea lo difícil que es creer que esa es nuestra realidad: Cuando creímos haber llegado al siglo XXI con las ideas claras sobre cómo se alcanza el desarrollo, con los milagros tecnológicos y con la democracia y la libertad como métodos probados para seguir avanzando; cuando creímos que el siglo XXI sería una era de evolución y prosperidad.”

Subrayó, además, los acontecimientos más recientes que ponen en peligro el futuro democrático de la región: Desde hace tres meses, estamos viendo los atropellos impunes de la criminal narco-dictadura en Caracas. Este crimen, sumado a la populista y autoritaria reforma al sistema de justicia en México.” 

Gutiérrez también señaló otros acontecimientos que debemos observar de cerca: “A este tenebroso inventario se suman el clima, una elección en Estados Unidos, el avance del narcotráfico y la corrupción, y, para cerrar con broche de oro, la insuficiente economía global.”  

Finalmente, reflexionó sobre la situación del mundo actual: “Cuando creímos que el siglo XXI sería como el pan con mantequilla, nos encontramos con un mundo que está a punto de explotar. Este no es un momento geopolítico ordinario.” Así, instó a las naciones a tomar conciencia del peligro que enfrentamos: “Este es uno de esos momentos en los que, en cada nación, hace falta que surjan los líderes capaces y honorables: los próceres, los fundadores; los que saben que la verdad, la justicia, la paz, la democracia y la libertad son los únicos valores que garantizan la continuidad de la especie humana.”

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Pedro Trujillo, doctor en ciencia política y gobierno, y a Stephanie Henaro, internacionalista con maestría en geopolítica, territorio y seguridad, sobre los conflictos globales y en América Latina.

Trujillo destacó que el contexto actual es el más similar al de la Segunda Guerra Mundial que hemos visto en años. Asimismo, señaló que estamos en una nueva Guerra Fría, pero a diferencia de la del siglo pasado, donde prevalecía la geopolítica de poder duro, “ahora, estamos en una geoeconomía de poder blando, donde el control de los países es a través del dinero.”  

En cuanto a las próximas elecciones en Estados Unidos y su impacto global, Trujillo mencionó que, de ganar el candidato republicano, podríamos esperar impredecibilidad, lo cual es política “es un riesgo alto.” En contraste, la candidata demócrata es “más predecible, pero con un sesgo ideológico más a la izquierda de lo que suele ser el Partido Demócrata.” Por lo tanto, concluyó que en estas elecciones “está en juego del liderazgo de Estados Unidos, la paz internacional y las organizaciones internacionales, en especial las de seguridad.” 

Finalmente, sobre la fragmentación de Europa en su apoyo al conflicto Israel-Palestina y los efectos de una posible división occidental en el contexto de un conflicto global, Trujillo enfatizó que esta situación nos sitúa en un escenario de pre guerra: “Europa no quiere gastar en seguridad y defensa. Estados Unidos lo hace según la postura ideológica. Esa división es lo peor que le puede ocurrir a Occidente para confrontar estos riesgos.”

Por su parte, Henaro mencionó que vivimos en un mundo multipolar, donde los conflictos fuera del continente americano repercuten en este: “En el norte, Estados Unidos es la potencia dominante, pero en el sur China lo es, tiene más poder político y económico.” Añadió que los intereses del eje chino-ruso-iraní en América Latina son “objetivos geoestratégicos.” Por ejemplo, “Venezuela tiene reservas de petróleo, oro y uranio importantísimas. México es el vecino de Estados Unidos y puede desestabilizarlo. Cuba es una isla importante por el golfo de México y el Atlántico.”

En un contexto donde el autoritarismo está en aumento, Henaro afirmó que América Latina “va hacia dónde va el mundo.” Para ilustrar esta tendencia, mencionó que en el “último Índice Democrático de The Economist, el 68 % de la población mundial no vive en democracia, viven bajo dictadura y esto no es excepción en América Latina.” Además, subrayó que la región cuenta con un alto capital político para instaurar estos regímenes: la pobreza. Ante esta situación, “llegan gobiernos populistas que hacen un Estado más grande, al individuo más pequeño y se adueñan del poder quitando los contrapesos.”

Respecto a la inefectividad de los organismos internacionales para frenar los conflictos actuales, Henaro expresó que están atravesando una crisis: “Las instituciones internacionales nacieron después de la Segunda Guerra Mundial y respondían a esas necesidades. Ahora, han quedado rebajadas a un club de debate porque lo que dicen no se lleva a la acción. Es momento de replantear nuevas instituciones que puedan procurar la paz.”

Para terminar, Henaro indicó que el conflicto más importante en la actualidad es el de Rusia-Ucrania, debido a factores geográficos y climáticos que benefician a Rusia y su conectividad marítima, lo que altera la “relación de fuerzas.” Además, destacó que “China ahora controla a Rusia” lo que impulsa a China hacía un poderío internacional y a un “cambio de valores que ya no serán globales, sino regionales.”

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