En el programa de esta semana, analizamos los eventos que marcaron el 2024.
Dionisio Gutiérrez comenzó resaltando que el cierre del 2024 da la sensación a un contexto similar al de la Segunda Guerra Mundial: ”El concierto de naciones no había sumado desde hace décadas un número tan grande de países que caigan en la categoría de Estados criminales o dictaduras, narcoestados o Estados fallidos, ni tampoco en las mismas democracias de Occidente se había dado un deterioro tan grave en la salud de sus democracias, en la independencia de las instituciones que las sustentan y la división de poderes. Los conflictos armados están desbordados, la economía del mundo sigue insuficiente y la política se convirtió en un desagüe”.
Asimismo, indicó que debemos preguntarnos por qué, cómo y cuándo “nos perdimos en el laberinto de las democracias de mentira y las republiquetas de matones, con presidentes corruptos o incapaces, diputados oportunistas y jueces indignos”.
Gutiérrez añadió que, además del lamentable estado político y geopolítico que vivimos, también atravesamos una época marcada por “la ideología del odio y del conflicto, el populismo, la desinformación, la imposición, la indiferencia de las élites y la ignorancia de los pueblos”. Esta combinación, indicó, “está deconstruyendo un mundo que puede terminar dominado por el desorden, la ingobernabilidad y el caos”, limitando así la libertad y el desarrollo.
Esta es la realidad que enfrenta el mundo y, aunque “no es el mensaje de fin de año que uno quisiera recibir”, debemos afrontarla. Para hacerlo, es indispensable que estemos informados, que “reencontremos el rumbo de la racionalidad política y económica, que aprendamos a vivir juntos los distintos y que seamos capaces de forjar contratos sociales y respetarlos para generar estabilidad y crecimiento”.
Para finalizar, Gutiérrez hace un llamado urgente a vivir con conocimiento, valor y libertad.
En el siguiente segmento, Gutiérrez entrevistó a Iván Espinosa de los Monteros, líder iberoamericano, y a Óscar Vara, doctor en economía y analista de política internacional, sobre los acontecimientos que marcaron al mundo en 2024.
Espinosa de los Monteros indicó que “el balance del año no es bueno para Iberoamérica. Ha sido un año en donde hemos visto cosas graves: unas elecciones en Venezuela en donde se ha hecho trampa, México ha optado por la radicalidad, en Uruguay se ha perdido una oportunidad [en las elecciones]”. A pesar de esto, considera que podríamos estar ante un punto de inflexión que genera esperanza. Como ejemplo, mencionó el caso de Argentina y los avances económicos que ha logrado.
En cuanto a España, Espinosa de los Monteros expresó que el país atraviesa un “mal momento político”. Señaló que el presidente tiene cada vez menos prestigio y destacó que “España no está ejerciendo una posición de liderazgo” que debería, especialmente en relación con los problemas que afectan directamente al país.
Sobre Venezuela, Espinosa de los Monteros afirmó que la toma de posesión de Edmundo González el próximo 10 de enero es esencial para que “se cumplan las reglas de juego democrático”, aunque lamentó que no sea algo que se pueda esperar con optimismo. Añadió además que Cuba es la principal responsable de la infiltración radical en Hispanoamérica.
Por otro lado, subrayó que es fundamental dar a conocer los éxitos de Javier Milei para demostrar que existe un modelo exitoso que genera bienestar. Es necesario mostrar que “las peores ideas de la historia, la del marxismo, no pueden seguir aplicándose y esperar distintos resultados”, aseguró.
Finalmente, Espinosa de los Monteros señaló que, para rescatar las democracias liberales, es imprescindible “extirpar todo atisbo de marxismo cultural que se ha implantado en los últimos 30 años”.
En cuanto a Vara, comenzó señalando uno de los acontecimientos que terminan mal en 2024: la guerra en Ucrania. Afirmó que “Rusia todavía tiene fuerza y está avanzando en el frente del este”. Sin embargo, mencionó que, considerando lo ocurrido en Siria, podríamos estar ante una oportunidad de pacificación en Oriente Próximo e incluso tal vez ante la “limitación de la fuerza de Rusia”.
Respecto a la caída de Bashar al-Ásad en Siria, Vara indicó que, aunque existían esperanzas de que se instaurara un régimen democrático, es aún muy pronto para saber qué cambios políticos traerá. Además, advirtió que es necesario ser escépticos ante la narrativa de que su derrocamiento fue sin intervención extranjera, ya que “Turquía ha tenido un papel muy relevante en armar y entrenar al Ejército sirio y al grupo que ha derrocado a al-Ásad”.
Sobre el futuro de Medio Oriente, Vara sostuvo que será complicado. En el caso de Irak, señaló que “puede ocurrir de todo. Es un país multiétnico y multirreligioso que podría fraccionarse”. También mencionó que Líbano, al ser un país con características similares a Irak, enfrenta desafíos, aunque destacó que la debilitación de Hezbolá ofrece “una oportunidad al gobierno libio de volver a reconstruirse”.
Respecto a Israel, Vara señaló que, hasta ahora “ha conseguido todos sus objetivos”. Además, subrayó que, junto con el debilitamiento de Hezbolá, la caída del gobierno de Bashar al-Ásad ha desplazado la influencia de Irán: “Ahora mismo, Irán está un tanto arrinconada”.
Por último, Vara consideró que, con la nueva administración en Estados Unidos, “las cosas pueden cambiar mucho”. Aseguró que para el presidente entrante, es de interés “un mundo en paz y que comercie”, pero dudó que vaya a “defender dictaduras”. En su opinión, aplicará una política exterior basada en la “fuerza y negociaciones asimétricas”.
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