No tiene sentido trabajar en el proyecto de vida familiar y profesional cuando el país en que se vive, se derrumba por la corrupción. La juventud está llamada a dar vueltas este proceso.
El escaso crecimiento, la falta de solución a los problemas más sentidos de la población, la fragilidad democrática, mantienen una “espada de Damocles” sobre la región.
El despertar ciudadano en Guatemala es buena noticia para Centroamérica. El Salvador, Honduras y Nicaragua necesitan iniciar procesos que vayan en el mismo rumbo.
América Latina tendrá que redoblar esfuerzos para consolidar sus democracias y promover que sus ciudadanos se empoderen para defender con más determinación sus libertades civiles.
Llegó el momento de que las elites política e intelectual se pongan a trabajar en un proyecto de Estado que contemple el desarrollo de nuestras naciones para las próximas dos décadas.
Así como las redes sociales juegan un rol central en la organización espontánea de la sociedad civil que busca manifestarse, también son utilizadas por hábiles manipuladores.
En estas organizaciones, América Latina tiene una nueva y valiosa oportunidad para rescatar su agenda de desarrollo, por tanto tiempo postergada y menospreciada por los políticos.