
Se deben publicar las negociaciones del pacto colectivo
Después de casi dos meses, finalmente el sindicato de maestros, liderado por Joviel Acevedo, se retiró de la Plaza de la Constitución. Fue una victoria para los miles de niños que llevan semanas sin recibir clases.
Esta es la primera vez en casi veinte años que Joviel Acevedo sufre una derrota mediática. La figura del “líder” intocable ha desaparecido, y ya muy pocos maestros siguen sus instrucciones.
Ahora, el Ministerio de Educación debe obligar a los maestros que participaron de esa huelga sin sentido a que recuperen el tiempo perdido. El interés de los niños debe prevalecer sobre el egoísmo de estos malos maestros.
Sin embargo, no debemos olvidar que aún queda una batalla por ganar. Las negociaciones del pacto colectivo siguen, y tanto la Corte Suprema de Justicia, como la Corte de Constitucionalidad, han impedido que sean de acceso público.
Resulta ilógico que las negociaciones de ese pacto colectivo sean secretas, ya que implican recursos de los tributarios. Todos los guatemaltecos pagamos los salarios de los maestros y tenemos el derecho de saber qué se está negociando.
Se interpuso un nuevo recurso ante la Corte de Constitucionalidad, y se esperaría que, en esta ocasión, obligue a que las negociaciones sean totalmente públicas. Es un derecho básico que tenemos todos los guatemaltecos.
La educación pública en Guatemala debe evolucionar y, para ello, es importante dejar atrás las prácticas oscuras, politiqueras y mezquinas del mal sindicalismo que ha prevalecido en los últimos veinticinco años.
El Mineduc está haciendo su parte, los juzgados hicieron su parte. Ahora es el turno de la Corte de Constitucionalidad. ¿Cumplirá con su responsabilidad histórica?
*Columa publicada originalmente en Nuestro Diario el 24 de julio