La paz nos trajo la posibilidad de la libertad.
Recientemente se celebró el 28 aniversario de la firma de la paz que puso fin a 36 años de guerra interna en nuestro país.
Resulta lamentable que muchas personas critiquen la firma de la paz diciendo que el país no ganó nada. Estas personas indican que los acuerdos de paz solo sirvieron para darle más espacio a la izquierda y al tema de derechos humanos, lo que supuestamente arruinó el país.
Me confieso de derecha, promercado y defensor de los derechos individuales. Eso implica que siempre voy a estar a favor de la libertad de expresión y de la diversidad política. Esto último, la diversidad política, significa que en cualquier sociedad libre deben existir diversidad de ideas, incluso las contrarias a las nuestras.
La paz, la democracia y la república implica que las ideas de la derecha y la izquierda pueden convivir y turnarse en el poder. Solo en las dictaduras y los totalitarismos es que se impide la diversidad de ideas. En ese sentido, criticar los acuerdos de paz porque permitieron la participación política de la izquierda, me parece un desacierto y una muestra de intolerancia.
Por otra parte, un país que tiene un conflicto armado vigente no atraerá nuevas empresas y las personas tendrán temor de expandir sus negocios a las áreas afectadas. Eso explica por qué durante el período de la guerra gran parte del interior del país no tenía muchos de los servicios que ahora tiene.
La paz permitió que se mejorara la infraestructura del país y que las empresas expandieran sus operaciones en todo el territorio nacional. Aún falta mucho, pero se han hecho avances significativos en los últimos 25 años.
La firma de la paz no resolvió y no resolverá los grandes problemas del país, pero fue un paso importante para la construcción de un país desarrollado. Algún día lo lograremos.
Columna publicada originalmente en Nuestro Diario el 9 de enero.