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Elections in Latin America
118
Licenciada en Ciencia Política con especialización en Políticas Públicas egresada de la Universidad Francisco Marroquín. Se ha desempeñado en el área de comunicación estratégica y coordinación de proyectos. Se interesa por temas de desarrollo y de derechos humanos.
22 Ene 2025

Cuatro países de América Latina celebrarán elecciones presidenciales y legislativas en 2025.

 

La región, sumida en crisis políticas, sociales y económicas, debe estar al tanto de los resultados de las mismas y sus tendencias ideológicas. Ante un contexto de inconformidad e incertidumbre, es de esperar que el voto esté marcado por el castigo y por opciones alternativas que ofrezcan promesas atractivas a sus problemas.

Ecuador

Ecuador será el primer país de los cinco en llevar a cabo elecciones generales el 9 de febrero. El país está especialmente marcado por una crisis de inseguridad, de apagones eléctricos y de crisis económica, que determinará el voto de los ecuatorianos. Los candidatos que encabezan las encuestas son el actual presidente, Daniel Noboa del partido Acción Democrática Nacional, de derechas, y Luisa González del partido Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa, de izquierdas. 

Las encuestas muestran un resultado incierto, pues en algunas Noboa lidera la intención de voto y, en otras, lidera González. Sea cual sea el resultado, se espera una segunda vuelta. Expertos indican que las elecciones se definirán entre “castigar a Noboa, que no ha logrado solucionar los problemas más graves del país, o rechazar el regreso del correísmo, al que persigue la sombra de la corrupción y el autoritarismo”.

 

Bolivia

Las elecciones en Bolivia se celebrarán el 10 de agosto, las cuales estarán definidas entre la continuación del evismo o la alternativa opositora, así como la confrontación de Luis Arce con Evo Morales. El país también enfrenta una crisis económica, la cual ha debilitado la popularidad del oficialismo y podría representar una oportunidad para la alternancia en el poder. 

En diciembre de 2024, se habló de un compromiso de unidad con otros personajes opositores para vencer en los comicios al Movimiento al Socialismo, sin embargo, anteriormente, los esfuerzos en conjunto no han tenido el éxito esperado. Ante esta situación, se han confirmado candidaturas opositoras como la de Jorge “Tuto” Quiroga

 

Chile

En Chile, las elecciones del 16 de noviembre se llevarán a cabo en un contexto donde el gobierno de Boric dejó qué desear para sus votantes en 2021 tras el rechazo de la reforma constitucional y las promesas de reforma social. En la izquierda, los líderes y candidatos son inciertos. Michelle Bachelet, a quien las encuestas posicionan con mayor probabilidades de votos de posibles candidatos de izquierda, ha declarado que no participará en el proceso electoral  de este año. 

Por el contrario, las encuestas indican que los candidatos de derechas son quienes, por el momento, tienen mayor apoyo. Evelyn Matthei, del Partido Unión Demócrata Independiente de derechas, tiene alrededor del 23 al 28 % de menciones en sondeos. Además de Matthei, y excluyendo a la única persona de izquierda, Michelle Bachelet, que se posiciona entre las primeras menciones, se escucha a José Antonio Kast, del Partido Republicano de la extrema derecha, y a Johannes Kaiser, de derecha conservadora, cuya popularidad parece ir en aumento. 

 

Honduras

Las elecciones en Honduras se celebrarán el 30 de noviembre, tras unas primarias el 9 de marzo. El ejercicio electoral estará marcado por la lucha contra la corrupción, la inseguridad, el narcotráfico y la economía.

El partido oficialista de izquierdas, Libre, involucrado en acusaciones de corrupción y vínculos con el narcotráfico, podría postular a Rixi Moncada, respaldada por Xiomara Castro y el expresidente Zelaya. Sin embargo, esta es una constante en los partidos más fuertes en el país. Por ejemplo, el Partido Nacional, que se proclama de derechas, históricamente vinculado a la corrupción y al narcotráfico, sigue siendo una fuerza relevante, con Ana García, esposa del expresidente Hernández, como posible candidata.

Por su parte, el Partido Liberal, autodenominado centrista, también enfrenta su propia cuota de controversias, pero Salvador Nasralla, exmiembro de dicho partido, destaca como uno de los candidatos más populares en las primarias.

 

Conclusión

El 2025 estará marcado por elecciones cruciales para el futuro político de la región. En un contexto de creciente desconfianza política, crisis económicas y sociales, y la consolidación de opciones autoritarias, el voto de los latinos podría verse definido más allá de un análisis ideológico, reflejando un deseo de cambio en áreas como la seguridad, la corrupción y la estabilidad económica. Esperamos que las decisiones de estos países los conduzcan hacia naciones más libres, democráticas y prósperas, y que marquen un nuevo rumbo en la política latinoamericana.

Elecciones en América Latina
118
Licenciada en Ciencia Política con especialización en Políticas Públicas egresada de la Universidad Francisco Marroquín. Se ha desempeñado en el área de comunicación estratégica y coordinación de proyectos. Se interesa por temas de desarrollo y de derechos humanos.
22 Ene 2025

Cuatro países de América Latina celebrarán elecciones presidenciales y legislativas en 2025.

 

La región, sumida en crisis políticas, sociales y económicas, debe estar al tanto de los resultados de las mismas y sus tendencias ideológicas. Ante un contexto de inconformidad e incertidumbre, es de esperar que el voto esté marcado por el castigo y por opciones alternativas que ofrezcan promesas atractivas a sus problemas.

Ecuador

Ecuador será el primer país de los cinco en llevar a cabo elecciones generales el 9 de febrero. El país está especialmente marcado por una crisis de inseguridad, de apagones eléctricos y de crisis económica, que determinará el voto de los ecuatorianos. Los candidatos que encabezan las encuestas son el actual presidente, Daniel Noboa del partido Acción Democrática Nacional, de derechas, y Luisa González del partido Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa, de izquierdas. 

Las encuestas muestran un resultado incierto, pues en algunas Noboa lidera la intención de voto y, en otras, lidera González. Sea cual sea el resultado, se espera una segunda vuelta. Expertos indican que las elecciones se definirán entre “castigar a Noboa, que no ha logrado solucionar los problemas más graves del país, o rechazar el regreso del correísmo, al que persigue la sombra de la corrupción y el autoritarismo”.

 

Bolivia

Las elecciones en Bolivia se celebrarán el 10 de agosto, las cuales estarán definidas entre la continuación del evismo o la alternativa opositora, así como la confrontación de Luis Arce con Evo Morales. El país también enfrenta una crisis económica, la cual ha debilitado la popularidad del oficialismo y podría representar una oportunidad para la alternancia en el poder. 

En diciembre de 2024, se habló de un compromiso de unidad con otros personajes opositores para vencer en los comicios al Movimiento al Socialismo, sin embargo, anteriormente, los esfuerzos en conjunto no han tenido el éxito esperado. Ante esta situación, se han confirmado candidaturas opositoras como la de Jorge “Tuto” Quiroga

 

Chile

En Chile, las elecciones del 16 de noviembre se llevarán a cabo en un contexto donde el gobierno de Boric dejó qué desear para sus votantes en 2021 tras el rechazo de la reforma constitucional y las promesas de reforma social. En la izquierda, los líderes y candidatos son inciertos. Michelle Bachelet, a quien las encuestas posicionan con mayor probabilidades de votos de posibles candidatos de izquierda, ha declarado que no participará en el proceso electoral  de este año. 

Por el contrario, las encuestas indican que los candidatos de derechas son quienes, por el momento, tienen mayor apoyo. Evelyn Matthei, del Partido Unión Demócrata Independiente de derechas, tiene alrededor del 23 al 28 % de menciones en sondeos. Además de Matthei, y excluyendo a la única persona de izquierda, Michelle Bachelet, que se posiciona entre las primeras menciones, se escucha a José Antonio Kast, del Partido Republicano de la extrema derecha, y a Johannes Kaiser, de derecha conservadora, cuya popularidad parece ir en aumento. 

 

Honduras

Las elecciones en Honduras se celebrarán el 30 de noviembre, tras unas primarias el 9 de marzo. El ejercicio electoral estará marcado por la lucha contra la corrupción, la inseguridad, el narcotráfico y la economía.

El partido oficialista de izquierdas, Libre, involucrado en acusaciones de corrupción y vínculos con el narcotráfico, podría postular a Rixi Moncada, respaldada por Xiomara Castro y el expresidente Zelaya. Sin embargo, esta es una constante en los partidos más fuertes en el país. Por ejemplo, el Partido Nacional, que se proclama de derechas, históricamente vinculado a la corrupción y al narcotráfico, sigue siendo una fuerza relevante, con Ana García, esposa del expresidente Hernández, como posible candidata.

Por su parte, el Partido Liberal, autodenominado centrista, también enfrenta su propia cuota de controversias, pero Salvador Nasralla, exmiembro de dicho partido, destaca como uno de los candidatos más populares en las primarias.

 

Conclusión

El 2025 estará marcado por elecciones cruciales para el futuro político de la región. En un contexto de creciente desconfianza política, crisis económicas y sociales, y la consolidación de opciones autoritarias, el voto de los latinos podría verse definido más allá de un análisis ideológico, reflejando un deseo de cambio en áreas como la seguridad, la corrupción y la estabilidad económica. Esperamos que las decisiones de estos países los conduzcan hacia naciones más libres, democráticas y prósperas, y que marquen un nuevo rumbo en la política latinoamericana.

Arevalo's First Year
31
Paul Boteo es Director General de Fundación Libertad y Desarrollo. Además, es catedrático universitario y tiene una maestría en Economía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. 
21 Ene 2025

Hasta el momento ha tenido un desempeño regular.

 

Esta semana se cumplió el primer año de la presidencia de Bernardo Arévalo y es importante evaluar los primeros resultados de su gestión.

Dentro de los aspectos positivos, se puede mencionar que la economía cerró 2024 con un crecimiento de 3.7%, la inflación en 1.7%, se espera que la inversión extranjera directa haya sobrepasado $1,600 millones y el sistema bancario muestra solidez y crecimiento.

Esto significa que se mantuvo la estabilidad macroeconómica, que es uno de los pilares más importantes para la economía del país. Por supuesto, esos niveles de crecimiento son insuficientes para reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los guatemaltecos; pero al menos no se tuvo una caída de la economía como algunos esperaban.

Sin embargo, hubo aspectos que se pudieron mejorar. El Ministerio de Comunicaciones estuvo en el ojo del huracán por la poca ejecución y la alta rotación de ministros.

No es fácil enfrentarse a las estructuras de corrupción que dominaron ese ministerio en las últimas dos décadas, pero el presidente necesita encontrar la fórmula para poner en marcha la reconstrucción de las carreteras y puentes. Es un tema urgente que afecta la calidad de vida de los guatemaltecos.

En seguridad se logró continuar con la reducción de homicidios, aunque las extorsiones se incrementaron. Este también es un tema muy sensible para los guatemaltecos y el gobierno necesita mostrar resultados más contundentes en 2025.

Se puede decir que este gobierno no es el peor que hemos tenido, como algunos aseguran: pero tampoco es el mejor, como otros afirman. Debemos ver los aspectos positivos y negativos con cabeza fría, sin caer en los extremismos inútiles.

Para 2025, con un presupuesto bastante alto, los guatemaltecos esperan mejores resultados. Ojalá lo logren.

 

Columna publicada originalmente en Nuestro Diario el 16 de enero.

El primer año de Arévalo
31
Paul Boteo es Director General de Fundación Libertad y Desarrollo. Además, es catedrático universitario y tiene una maestría en Economía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. 
21 Ene 2025

Hasta el momento ha tenido un desempeño regular.

 

Esta semana se cumplió el primer año de la presidencia de Bernardo Arévalo y es importante evaluar los primeros resultados de su gestión.

Dentro de los aspectos positivos, se puede mencionar que la economía cerró 2024 con un crecimiento de 3.7%, la inflación en 1.7%, se espera que la inversión extranjera directa haya sobrepasado $1,600 millones y el sistema bancario muestra solidez y crecimiento.

Esto significa que se mantuvo la estabilidad macroeconómica, que es uno de los pilares más importantes para la economía del país. Por supuesto, esos niveles de crecimiento son insuficientes para reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los guatemaltecos; pero al menos no se tuvo una caída de la economía como algunos esperaban.

Sin embargo, hubo aspectos que se pudieron mejorar. El Ministerio de Comunicaciones estuvo en el ojo del huracán por la poca ejecución y la alta rotación de ministros.

No es fácil enfrentarse a las estructuras de corrupción que dominaron ese ministerio en las últimas dos décadas, pero el presidente necesita encontrar la fórmula para poner en marcha la reconstrucción de las carreteras y puentes. Es un tema urgente que afecta la calidad de vida de los guatemaltecos.

En seguridad se logró continuar con la reducción de homicidios, aunque las extorsiones se incrementaron. Este también es un tema muy sensible para los guatemaltecos y el gobierno necesita mostrar resultados más contundentes en 2025.

Se puede decir que este gobierno no es el peor que hemos tenido, como algunos aseguran: pero tampoco es el mejor, como otros afirman. Debemos ver los aspectos positivos y negativos con cabeza fría, sin caer en los extremismos inútiles.

Para 2025, con un presupuesto bastante alto, los guatemaltecos esperan mejores resultados. Ojalá lo logren.

 

Columna publicada originalmente en Nuestro Diario el 16 de enero.

¿Valió la pena la firma de la paz?
31
Paul Boteo es Director General de Fundación Libertad y Desarrollo. Además, es catedrático universitario y tiene una maestría en Economía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. 
13 Ene 2025

La paz nos trajo la posibilidad de la libertad.

Recientemente se celebró el 28 aniversario de la firma de la paz que puso fin a 36 años de guerra interna en nuestro país.

Resulta lamentable que muchas personas critiquen la firma de la paz diciendo que el país no ganó nada. Estas personas indican que los acuerdos de paz solo sirvieron para darle más espacio a la izquierda y al tema de derechos humanos, lo que supuestamente arruinó el país.

Me confieso de derecha, promercado y defensor de los derechos individuales. Eso implica que siempre voy a estar a favor de la libertad de expresión y de la diversidad política. Esto último, la diversidad política, significa que en cualquier sociedad libre deben existir diversidad de ideas, incluso las contrarias a las nuestras.

La paz, la democracia y la república implica que las ideas de la derecha y la izquierda pueden convivir y turnarse en el poder.  Solo en las dictaduras y los totalitarismos es que se impide la diversidad de ideas. En ese sentido, criticar los acuerdos de paz porque permitieron la participación política de la izquierda, me parece un desacierto y una muestra de intolerancia.

Por otra parte, un país que tiene un conflicto armado vigente no atraerá nuevas empresas y las personas tendrán temor de expandir sus negocios a las áreas afectadas. Eso explica por qué durante el período de la guerra gran parte del interior del país no tenía muchos de los servicios que ahora tiene.

La paz permitió que se mejorara la infraestructura del país y que las empresas expandieran sus operaciones en todo el territorio nacional. Aún falta mucho, pero se han hecho avances significativos en los últimos 25 años.

La firma de la paz no resolvió y no resolverá los grandes problemas del país, pero fue un paso importante para la construcción de un país desarrollado. Algún día lo lograremos.

 

Columna publicada originalmente en Nuestro Diario el 9 de enero.

Religion is Important
31
Paul Boteo es Director General de Fundación Libertad y Desarrollo. Además, es catedrático universitario y tiene una maestría en Economía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. 
06 Ene 2025

La civilización occidental tiene raíces cristianas.

 

La religión está bajo ataque en muchos países. Movimientos extremistas propagan la idea que la religión hace daño a la sociedad y que debe ser eliminada.

El ataque a la religión no solo es verbal, sino que en algunos casos ha llegado también a acciones criminales. En algunos países incluso han quemado o vandalizado iglesias católicas o evangélicas.

Actualmente la mayoría de los países desarrollados son muy poco religiosos. Las iglesias se están vaciando y varias han sido cerradas. Debido a esta situación es que algunos señalan que la poca religiosidad es la que permitió el desarrollo de los países ricos y que, por el contrario, la alta religiosidad de los países pobres es lo que les mantiene en la pobreza.

Quienes piensan esto olvidan que los países ricos fueron muy religiosos durante su proceso de desarrollo. Tanto en Europa como en Estados Unidos el cristianismo jugó un papel muy importante en su proceso de industrialización. Fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que las personas comenzaron a olvidarse de la religión. Pero para entonces ya eran países ricos.

Los países pobres no deben renunciar a la religión para desarrollarse. Por el contrario, se deben profundizar valores religiosos como la honradez, la honestidad, el trabajo duro, la responsabilidad, la puntualidad etc.  Fueron estos valores los que permitieron el desarrollo de los países occidentales.

Por supuesto, hay políticos que quieren utilizar la religión para manipular a las personas y ganar votos. No debemos prestar atención a esta clase de políticos hipócritas que hacen muy mal uso de la religión.

No se trata de imponer la visión cristiana a toda la sociedad, porque cada persona debe tener libertad de conciencia. Simplemente se trata de defender el derecho de las personas a vivir su cristianismo.

 

Columna publicada originalmente en Nuestro Diario el 26 de diciembre.

La religión es importante
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Paul Boteo es Director General de Fundación Libertad y Desarrollo. Además, es catedrático universitario y tiene una maestría en Economía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. 
06 Ene 2025

La civilización occidental tiene raíces cristianas.

 

La religión está bajo ataque en muchos países. Movimientos extremistas propagan la idea que la religión hace daño a la sociedad y que debe ser eliminada.

El ataque a la religión no solo es verbal, sino que en algunos casos ha llegado también a acciones criminales. En algunos países incluso han quemado o vandalizado iglesias católicas o evangélicas.

Actualmente la mayoría de los países desarrollados son muy poco religiosos. Las iglesias se están vaciando y varias han sido cerradas. Debido a esta situación es que algunos señalan que la poca religiosidad es la que permitió el desarrollo de los países ricos y que, por el contrario, la alta religiosidad de los países pobres es lo que les mantiene en la pobreza.

Quienes piensan esto olvidan que los países ricos fueron muy religiosos durante su proceso de desarrollo. Tanto en Europa como en Estados Unidos el cristianismo jugó un papel muy importante en su proceso de industrialización. Fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que las personas comenzaron a olvidarse de la religión. Pero para entonces ya eran países ricos.

Los países pobres no deben renunciar a la religión para desarrollarse. Por el contrario, se deben profundizar valores religiosos como la honradez, la honestidad, el trabajo duro, la responsabilidad, la puntualidad etc.  Fueron estos valores los que permitieron el desarrollo de los países occidentales.

Por supuesto, hay políticos que quieren utilizar la religión para manipular a las personas y ganar votos. No debemos prestar atención a esta clase de políticos hipócritas que hacen muy mal uso de la religión.

No se trata de imponer la visión cristiana a toda la sociedad, porque cada persona debe tener libertad de conciencia. Simplemente se trata de defender el derecho de las personas a vivir su cristianismo.

 

Columna publicada originalmente en Nuestro Diario el 26 de diciembre.

An MP With a Political Agenda?
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Paul Boteo es Director General de Fundación Libertad y Desarrollo. Además, es catedrático universitario y tiene una maestría en Economía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. 
17 Dic 2024

El Ministerio Público debe recuperar su credibilidad

 

La misión del Ministerio Público debería ser la investigación y persecución penal de todos los delitos que se comenten en el territorio guatemalteco, sin ningún tipo de agenda política.

Lamentablemente, en la última década, el Ministerio Público ha sido desvirtuado y se le ha instrumentalizado para perseguir a enemigos políticos. A partir de 2015, la CICIG planteó casos importantes que expusieron el profundo entramado de corrupción que tienen atrapadas nuestras instituciones.

Sin embargo, con el tiempo, la CICIG también planteó casos que llevaban una intención política y que, al final, terminaron desvirtuando lo bueno que habían hecho inicialmente. Durante esa época, se cometieron graves injusticias.

Lo triste es que el Ministerio Público actual no tiene ningún caso de alto impacto como los que logró CICIG en 2015. Existe la percepción que el MP actual se ha dedicado a una agenda exclusivamente política.

Fue el actual MP que procuró poner en duda nuestro sistema electoral, que tanto nos ha costado preservar durante casi 40 años. También intentó, sin éxito, impedir la transición pacifica del poder. Y, recientemente, se han dedicado a atacar insistentemente al partido oficial y a periodistas.

Cabe preguntarse: ¿Acaso no hubo corrupción en el gobierno pasado? ¿Por qué no se investigó a profundidad lo que pasó en ese período? ¿Por qué la obsesión con el partido oficial y con ciertos periodistas? Al MP actual cabe perfectamente la frase: “Para mis amigos, todo; para mis enemigos, la ley”.

Esta guerra jurídica que se inició hace varios años debe terminar. No podremos avanzar mientras se instrumentalice la justicia para atacar a los enemigos políticos. Debemos aspirar a construir una justicia independiente. El MP debería recapacitar, reconducir su rumbo y recuperar su credibilidad.

 

Columna publicada originalmente en Nuestro Diario el 12 de diciembre.

¿Un MP con agenda política?
31
Paul Boteo es Director General de Fundación Libertad y Desarrollo. Además, es catedrático universitario y tiene una maestría en Economía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. 
17 Dic 2024

El Ministerio Público debe recuperar su credibilidad

 

La misión del Ministerio Público debería ser la investigación y persecución penal de todos los delitos que se comenten en el territorio guatemalteco, sin ningún tipo de agenda política.

Lamentablemente, en la última década, el Ministerio Público ha sido desvirtuado y se le ha instrumentalizado para perseguir a enemigos políticos. A partir de 2015, la CICIG planteó casos importantes que expusieron el profundo entramado de corrupción que tienen atrapadas nuestras instituciones.

Sin embargo, con el tiempo, la CICIG también planteó casos que llevaban una intención política y que, al final, terminaron desvirtuando lo bueno que habían hecho inicialmente. Durante esa época, se cometieron graves injusticias.

Lo triste es que el Ministerio Público actual no tiene ningún caso de alto impacto como los que logró CICIG en 2015. Existe la percepción que el MP actual se ha dedicado a una agenda exclusivamente política.

Fue el actual MP que procuró poner en duda nuestro sistema electoral, que tanto nos ha costado preservar durante casi 40 años. También intentó, sin éxito, impedir la transición pacifica del poder. Y, recientemente, se han dedicado a atacar insistentemente al partido oficial y a periodistas.

Cabe preguntarse: ¿Acaso no hubo corrupción en el gobierno pasado? ¿Por qué no se investigó a profundidad lo que pasó en ese período? ¿Por qué la obsesión con el partido oficial y con ciertos periodistas? Al MP actual cabe perfectamente la frase: “Para mis amigos, todo; para mis enemigos, la ley”.

Esta guerra jurídica que se inició hace varios años debe terminar. No podremos avanzar mientras se instrumentalice la justicia para atacar a los enemigos políticos. Debemos aspirar a construir una justicia independiente. El MP debería recapacitar, reconducir su rumbo y recuperar su credibilidad.

 

Columna publicada originalmente en Nuestro Diario el 12 de diciembre.

Do María Corina and Edmundo know something we don't?
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Directora del área de Estudios Latinoamericanos de la Fundación Libertad y Desarrollo. Es licenciada en Historia egresada de la Universidad Central de Venezuela.
11 Dic 2024

¿Tendrán un “as” bajo la manga que cambiará el curso de la historia?

 

La política venezolana pareciera estar cargada de incógnitas de cara al 10 de enero de 2025. A pesar de las adversidades, Edmundo González Urrutia y María Corina Machado insisten en una narrativa optimista: “Quien está contra la pared es Maduro”, declara Machado, mientras González promete regresar “por cualquier vía”para asumir la presidencia. Estas afirmaciones nos llevan a preguntarnos si ambos líderes saben algo que el resto de los venezolanos y la comunidad internacional desconocemos. ¿Tendrán un “as” bajo la manga que cambiará el curso de la historia?

Para desentrañar la incógnita sobre si existe una estrategia de cara al 10 de enero, es preciso observar más de cerca los mensajes contradictorios que el propio liderazgo opositor emite en sus apariciones: en las mismas alocuciones donde María Corina Machado habla de la debilidad del régimen de Maduro, también les pide públicamente a los gobiernos de Javier Milei en Argentina y al gobierno de los Estados Unidos “actuar hoy, no en enero”. Ésta no parece ser una postura muy consistente ni un comentario prudente si realmente se estuviera trabajando en una estrategia para la toma del poder. De hecho, no hay que leer entre líneas, la propia Machado ha admitido claramente que la posibilidad de una transición depende del propio Nicolás Maduro, viéndose forzado por la presión que se ejerza sobre él, sí, pero en última instancia, la decisión de dejar el poder está en el propio régimen venezolano.

Lamentablemente, el contexto político venezolano no da señales alentadoras para un cambio de mando real en esa fecha. En oportunidades anteriores, hemos adelantado varios escenarios y la conclusión es que Maduro mantiene el control del aparato estatal y, con él, la capacidad de imponer su voluntad en el territorio venezolano. Por otro lado, la oposición, aunque respaldada internacionalmente, carece del control del territorio y de los recursos que puedan garantizar una toma efectiva del poder.

La insistencia en un cambio inminente el próximo 10 de enero se interpreta más bien como mera estrategia política para mantener la moral de la gente a quienes les fue arrebatada la soberanía popular el 28J. Pero esto no significa que no hay nada qué hacer ni que nada pueda pasar.

Los constantes llamados de González y Machado a la comunidad internacional para intensificar la presión sugieren que buscan crear una ventana de oportunidad en medio de la incertidumbre que rodea la transición política en Estados Unidos y las fracturas internas del chavismo.

Sin embargo, apostar todo al 10 de enero como una fecha de quiebre puede ser peligroso. Si González no logra ingresar a Venezuela o es detenido, la oposición podría sufrir un golpe moral y de credibilidad devastador. Por otra parte, el régimen chavista podría utilizar su intento como una oportunidad para reforzar su narrativa de "victoria sobre el imperialismo" y aumentar la represión contra los opositores con supuestas conspiraciones y atentados.

En este momento, la pregunta no es si Edmundo González Urrutia y María Corina Machado saben algo que el resto de los venezolanos no sabemos, sino si están preparados para capitalizar cualquier oportunidad inesperada que surja en los próximos días en esta nueva ventana que se abre para la toma del poder.

Si no, será otra fecha simbólica más en esta larga lucha de los últimos 26 años por recuperar nuestra democracia.