América Latina logró sortear con relativa facilidad la crisis financiera que estalló a finales de 2007 en Estados Unidos y que luego se propagó rápidamente por el resto del mundo desarrollado; sin embargo, la desaceleración de las economías de América Latina es preocupante, sobre todo porque las condiciones macroeconómicas sólidas que se tenían en el año 2009, han cambiado.
La economía mundial no termina de recuperarse de la crisis financiera que estalló a finales de 2007 en Estados Unidos y que luego se propagó rápidamente por el resto del mundo desarrollado. En lo más intenso de la crisis económica los principales países emergentes parecían relativamente inmunes. Mientras los países avanzados reportaron una contracción de 3.4% en el año 2009, los países emergentes todavía crecían 3%, impulsados sobre todo por China e India, que crecieron más de 8% durante ese año.
Por su parte, América Latina logró sortear la crisis con relativa facilidad. Debido a la solidez macroeconómica que gozaban en ese momento, varios países de la región impulsaron políticas contra-cíclicas, lo que ayudó a que la caída de la economía latinoamericana fuera solamente de 1.3% en el año 2009. Posteriormente, en el año 2010 y 2011, mostró una fuerte recuperación impulsada por el buen desempeño de Brasil, Chile, México y Argentina.
Sin embargo, en los últimos dos años la economía de América Latina ha mostrado una desaceleración considerable. En el 2014 la región creció 1.3% y se estima que en el presente año crezca solamente entre 0.50% y 0.8%. Además, la Inversión Extranjera Directa cayó 16% en el año 2014, después de alcanzar un máximo histórico de $ 190 millardos en 2013. Las economías de Sudamérica son las más afectadas por el momento, aunque algunas de las economías de América Central también enfrentan serios desafíos.
Entre 0.50% y 0.8%
SE ESTIMA QUE CREZCA LA ECONOMÍA DE LATINOAMÉRICA EN EL PRESENTE AÑO
La desaceleración de las economías de América Latina es preocupante, sobre todo porque las condiciones macroeconómicas sólidas que se tenían en el año 2009, han cambiado. Algunos países han incrementado su deuda pública significativamente, mientras que en otros la inflación está fuera de control. La región se encuentra hoy en día menos preparada para enfrentar una nueva crisis de lo que estaba en el año 2009. ¿Podrá salir fácilmente la región latinoamericana de este nuevo estancamiento económico?
La situación económica por la que atraviesan varios países de América Latina se debe en gran parte a factores externos, pero también en algunos países están influyendo situaciones internas. Cada país enfrenta situaciones muy particulares, pero existen ciertos elementos comunes que están afectando a la mayoría de países latinoamericanos.
Dentro de los factores externos se encuentra la caída en los precios de las materias primas. El fuerte crecimiento que experimentó Latinoamérica en la década pasada se debió primordialmente al incremento en la demanda y el precio de las materias primas que produce y exporta la región. El Índice de Precios de Materias Primas que pública el FMI indica que, en promedio, los precios de éstas se triplicaron entre finales de 2001 y mediados de 2008; luego en el año 2009 cayeron fuertemente con la crisis mundial y posteriormente se recuperaron y alcanzaron cierta estabilidad en los años subsiguientes.
En el caso de Chile y Perú se vieron beneficiados con el incremento del precio del cobre y otros minerales; en Bolivia con el precio del gas; en Colombia, México, Venezuela y Ecuador con el precio del petróleo; en Brasil con el precio de minerales y productos agrícolas; Argentina y Uruguay con el precio de productos agrícolas. En el caso de los países centroamericanos los resultados fueron mixtos. Por una parte se incrementó el precio del azúcar, el café y el banano, que están entre los principales productos de exportación de algunos países del Istmo; sin embargo, el incremento del precio del petróleo y ciertos granos básicos tuvo efectos negativos en los costos de producción y de transporte de ciertas industrias.
Esta bonanza en los precios de las materias primas se revirtió y desde mediados de 2014 han descendido 33%, en promedio, lo que provocó que el valor de las exportaciones regionales descendiera 2.5% el año pasado. Los países más afectados fueron Venezuela, Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú. Si bien el precio de las materias primas aún es alto en relación al inicio de la década pasada, éstos podrían caer más si las condiciones de la economía mundial desmejoran.
Entre 17% y 24%
REPRESENTAN LAS EXPORTACIONES A CHINA DEL TOTAL DE EXPORTACIONES DE BRASIL, CHILE Y PERÚ
Sobre todo es importante poner atención a lo que está sucediendo en China. El motor que sostuvo a la economía latinoamericana en la última década fue la expansión del gigante asiático, ya que fue el principal demandante de las materias primas que produce la región. Y ha sido evidente cómo a medida que la economía china se ha enfriado, el desempeño de la economía latinoamericana también ha desmejorado. En el caso de Brasil, Chile y Perú las exportaciones a China representan entre 17% y 24% del total de sus exportaciones, lo que les hace bastante vulnerables a las condiciones económicas de China.
Las perspectivas de crecimiento de China en el corto y mediano plazo no son del todo positivas. Las principales bolsas de valores de éste país han experimentado una crisis severa en las últimas semanas, lo que podría detonar una crisis de confianza en su economía en general. Por muchos años se ha señalado que existe una burbuja inmobiliaria en China que ha sido promovida por la intervención de los bancos gubernamentales de éste país, la que podría “estallar” en cualquier momento. En todo caso, aun cuando esta economía no experimente una crisis severa, la expectativa es que tendrá un crecimiento mucho más moderado que el registrado en las últimas décadas y eso implicará menos demanda de materias primas para América Latina.
Como se señaló anteriormente, dentro de los factores internos que están afectando a algunos países de la región se encuentra el desbalance de las cuentas fiscales y la inflación fuera de control. En el tema fiscal, muchos países que implementaron políticas contra-cíclicas no han sido capaces de retomar el balance en sus finanzas públicas. Según estimaciones del FMI, El Salvador incrementó la deuda pública de 39% a 56% del PIB entre 2008 y 2015; Costa Rica de 25% a 40% del PIB y Honduras de 23% a 46% del PIB, durante el mismo período. Este incremento se debe a los altos déficits fiscales que han registrado estos países en los últimos siete años, que han llegado incluso a 7% del PIB en Honduras en el año 2013 y a 6% del PIB en Costa Rica en el año 2014.
“Moody’s rebajó la nota a Costa Rica en 2014, quitándole la calificación de grado de inversión y dejando la deuda soberana en la categoría de especulativa.”
En el caso de Costa Rica, la agencia de calificación de deuda pública Moody’s le rebajó la nota en septiembre del 2014, quitándole el grado de inversión y dejando la deuda soberana de este país en la categoría de especulativa. Recientemente las tres principales agencias de calificación le advirtieron a este país que si no ajusta su déficit fiscal en un plazo de 18 meses reducirán nuevamente la nota de su deuda soberana.
En el Istmo centroamericano, El Salvador es el caso más preocupante, no sólo por el déficit fiscal promedio arriba de 4% del PIB que ha registrado en los últimos siete años, sino además por el estancamiento económico en el que se encuentra desde hace casi una década.
En cuanto a desequilibrios monetarios, Argentina y Venezuela registran inflaciones sumamente altas, de 20% y 93%, respectivamente, según el FMI. Las monedas de estos países están enfrentando severas devaluaciones y si continúan con esta tendencia, terminaran destruyendo completamente sus monedas. La crisis más grave la enfrenta Venezuela, ya que a los ciudadanos se les dificulta encontrar productos alimenticios, de higiene y salud.
En conclusión, las economías de América Latina enfrentan varios desafíos. Algunos países se encuentran en situaciones realmente preocupantes y es posible que enfrenten crisis fuertes en el mediano plazo. Otros países, como Venezuela y Argentina, ya están en medio de situaciones sumamente difíciles para sus ciudadanos.
En el caso de Guatemala, el crecimiento económico per cápita ha estado por debajo del crecimiento promedio de América Latina en la última década. El principal desafío para el país en estos momentos es la debilidad fiscal que ha mostrado en los últimos años y las inversiones que pudieran estar detenidas o que podrían ser pospuestas debido a la crisis política que actualmente estamos viviendo. América Latina en su conjunto enfrenta tiempos difíciles.
América Latina logró sortear con relativa facilidad la crisis financiera que estalló a finales de 2007 en Estados Unidos y que luego se propagó rápidamente por el resto del mundo desarrollado; sin embargo, la desaceleración de las economías de América Latina es preocupante, sobre todo porque las condiciones macroeconómicas sólidas que se tenían en el año 2009, han cambiado.