Esta semana en Razón de Estado hablamos sobre el proceso de selección de magistrados y los resultados de la lucha contra la corrupción en Guatemala.
Dionisio Gutiérrez inició el programa de esta semana con un editorial dedicado a la justicia y el Estado de Derecho: “El fundamento de una democracia liberal y republicana lo constituyen partidos políticos fuertes e institucionales, ciudadanos presentes, un sistema electoral cristalino, poderes y cortes independientes, libertad económica y orden fiscal.”
Aseguró que “existe un intento de consolidación de un Estado criminal en Guatemala” y que lamentablemente “debemos reconocer que no somos una democracia representativa. Somos una democracia de poderes periféricos, algunos de ellos oscuros y criminales; otros que responden solo a intereses económicos, y por eso se proyectan parciales y egoístas.”
Por último indicó que estos problemas solamente se corrigen “con Estado de Derecho y democracia; y el más absoluto respeto a la independencia de poderes” por lo que el objetivo de los ciudadanos “debe ser vigilar a las comisiones de postulación de Cortes de Justicia y al congreso que las elegirá. La vida civilizada se funda en el derecho. Y como dicen, su fin es que el delito se pague al contado y que la justicia lo cobre pronto. Y esto solo es alcanzable con una simbiosis digna e impecable de las leyes y los jueces.”
Después Dionisio Gutiérrez entrevistó al economista Fritz Thomas y al columnista Lionel Toriello sobre las fallas que tiene el sistema de justicia guatemalteco y las lecciones que se han obtenido de la lucha contra la corrupción.
Lionel Toriello explicó que “Guatemala tiene problemas por resolver: uno es que una gran parte de la población no se ha incorporado a la vida republicana, otro es que el país no tiene Estado de Derecho y que tenemos un sistema de justicia muy enfermo. (...) Para arreglar esto hay que sacudir el “zapotal” y sacar a esos frutos podridos del sistema de justicia. Los tres organismos del Estado deben sacar a los incompetentes y corruptos y modernizarse para que, cuando alguien cometa un crimen, se detecte, se capture y se procese con eficiencia.”
Por su parte, Fritz Thomas reflexionó sobre el rol que tuvo CICIG en Guatemala: “Creo que de las principales lecciones que dejó la CICIG en el país es que sí se puede hacer; se puede hacer investigación y juzgar a los culpables. Ahora el problema es ver cómo mantenemos un esfuerzo sostenido y vigoroso sin que se descarrile como le pasó a esta institución.” Pero para esto, agregó, que las élites del país deben enfocarse en el tema de justicia: “La justicia es prioritaria para que camine todo lo demás. Las élites económicas e intelectuales han fallado porque no hay propuestas. No hay suficiente generación de nuevas ideas ni proyectos de ley; y debemos hacer que esto funcione.”
Ambos coincidieron en que cualquier crisis es una oportunidad. Por lo que la lucha contra la corrupción en Guatemala impulsada en los últimos años le permite a la sociedad “construir un tejido nuevo”. Sin embargo, aseguran que esto solamente se logrará si “se dejan a un lado las diferencias para buscar soluciones de fondo al país.”
Por último Paul Boteo moderó el debate entre los abogados Andy Javalois y Julio García Merlo y la activista política Andrea Reyes sobre los saldos de la lucha contra la corrupción y la elección de magistrados para las altas cortes del país.
Los panelistas expresaron varias veces que “la lucha contra la corrupción sonaba interesante en el 2015 porque era un tema que indignaba a la población en general, pero cuando esa lucha comienza a tocar otras puertas, la cuestión dejó de plantearse interesante y CICIG comenzó a verse como una amenaza.”
Una de las conclusiones del panel en relación a la elección de magistrados para la CSJ y la Corte de Apelaciones es que “el sistema de elección de las cortes es perverso y fracasado. Mientras la Corte Suprema y la Corte de Apelaciones no se cambien completamente el sistema no funcionará y hará más difícil continuar con la lucha contra la corrupción. Los nombramientos políticos de jueces deben terminar y para eso debe hacerse un cambio estructural.”
Vea el programa completo aquí: