Inconvenient but inexorable truths

La fuerza de los hechos es inescapable y no le importan nuestros deseos
Una primera advertencia que hay que decir es que cualquier crítica que se pueda interpretar de este análisis, viene desde un buen lugar y con la intención de aportar insumos y contexto para ayudar a comprender mejor la realidad política venezolana y sus perspectivas en el futuro inmediato.
Una segunda advertencia, a modo de aclaración y de recuento de hechos, es que en ningún momento se busca desconocer ni desvalorizar la hazaña que emprendió el pueblo venezolano entre octubre de 2023 y julio de 2024, organizados bajo el liderazgo de María Corina Machado. Esos 9 meses quedarán registrados en los anales de nuestra historia como un hito inédito de organización ciudadana en torno a un hecho político concreto: las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que se buscaba provocar una transición democrática demostrando públicamente el fraude electoral. Se logró lo segundo, pero no lo primero.
El fraude quedó demostrado dentro y fuera de Venezuela con una contundencia que probablemente no se ha visto en la historia de la región ¡y vaya si hemos sido una región con una larga seguidilla de fraudes electorales! Tanto en el siglo pasado como en el actual, con algunos casos más demostrables que otros. Sin embargo, siendo honestos, evidenciar un fraude electoral pocas veces condujo a transiciones democráticas en lo inmediato. El fraude de 2024 en Venezuela tampoco fue la excepción en ese sentido y demostró la vieja pero certera frase de Thomas Hobbes: vuelve entonces a la espada. Es decir, el chavismo-madurismo en unión militar-cívica perfecta (la inversión es a propósito), terminó de confiscar definitivamente la soberanía popular apelando a la razón de Estado por cualquier excusa que ellos creen que amenaza su existencia. Y se salió con la suya, como tantos despotismos a lo largo de la historia.
Estando cerradas las vías para un cambio de poder en Venezuela por medios políticos, en los 10 meses posteriores hemos estado viviendo dos fenómenos muy duros como consecuencia: aumento de la persecución política y cierre de espacios de organización y expresión (política y social) por la represión. Todo el que hace política o algún tipo de incidencia pública en Venezuela en estos momentos reconoce lo difícil que es organizarse en estas condiciones. No es que antes no haya sido difícil, pero ahora es prácticamente imposible, al punto que varios liderazgos han decidido operar en la clandestinidad, asumiendo los enormes riesgos que eso conlleva ¿Y cómo se hace política en la clandestinidad? Como se ha hecho toda la vida: a través de comunicaciones y organización secretas y también, muy importante, con el uso de propaganda.
Habiendo hecho las aclaraciones y recuentos necesarios para entender el devenir de los hechos, es momento de explicar en qué punto nos encontramos ahora y qué opciones se nos presentan en lo inmediato dentro de este panorama.
Venezuela no es un tema de atención internacional, o al menos no del tipo de atención que queremos. El 20 de enero de 2025 fue una fecha importante en la historia: terminó la Pax Americana, en la cual vivimos en los últimos 80 años y entramos en un nuevo momento geopolítico. Prueba de estos cambios, es la política dual que ha adoptado la Casa Blanca hacia Venezuela: por un lado Marco Rubio, de línea dura y favorable a la política de máxima presión, representa el discurso tradicional de los políticos de Florida (muy de la posguerra fría, por cierto). Y por el otro lado, Richard Grenell, opera en los márgenes con acercamientos muy puntuales al régimen venezolano. ¿Cómo explicar esta dualidad? Hay dos hipótesis: 1) No hay una postura definida hacia Venezuela de parte de la administración de Trump. No somos prioridad y de allí la inconsistencia y el enfrentamiento de visiones en Washington que aún no deciden cómo abordar el tema. 2) El abordaje dual hacia Venezuela es deliberado y lo que está buscando Trump en Venezuela es “no atarse” únicamente a la estrategia de Marco Rubio, y esta es su forma de “diversificar riesgo” y no cerrarse las puertas en caso de un eventual fracaso de la máxima presión. Básicamente, es su estilo de deal-making aplicado a la política exterior: no importa qué, siempre salir ganando “algo” de cualquier situación.
Las condiciones del país empeoran. Según las perspectivas que proyectan firmas e instituciones financieras internacionales, todos los expertos concuerdan en que la salida de las petroleras internacionales de Venezuela, tendrá un impacto negativo en la economía del país, que desde 2022 experimentaba una leve recuperación. Ya se comienza a notar al dispararse el tipo de cambio y en la respuesta brutal que ha tenido el gobierno, aplicando de nuevo una política de controles que recuerdan a los peores años de inflación incontrolable, escasez y crisis humanitaria. Y lamentablemente, hay que decirlo, esta nueva crisis económica no llevará a un cambio político, como se ha demostrado en el pasado, porque sabemos, habiendo pagado un costo humano muy alto, que al chavismo no le importa gobernar un cementerio. Además, gracias a la experiencia de 2019, la élite chavista ha aprendido a operar en un esquema oscuro y subrepticio de redes de distribución paralelas de petróleo a otros países para poder sobrevivir a las sanciones de Estados Unidos. Los más afectados de esta nueva crisis serán el menguado sector privado y los consumidores venezolanos.
Tomando estos dos elementos en cuenta, el liderazgo de María Corina Machado puede enfrentar un desgaste importante en el futuro inmediato en la medida en que se cierre a una sola estrategia. Machado enfrenta una encrucijada determinante, ya que atarse completamente a la tesis de máxima presión, la sitúa en varias circunstanciasdesfavorables:
El “todo o nada”: para María Corina, si bien la recompensa puede ser muy alta, el fracaso también puede ser muy caro porque implica la pérdida de su libertad, e incluso su vida, además de un crecimiento sostenido de los niveles de represión y de crisis económica en el país, en la medida en que el régimen venezolano se sienta cada vez más presionado por las sanciones.
Tener que mantener las expectativas altas en la población: prometiendo un desenlace que, de nuevo, depende de los vientos políticos de Washington y no de ella. Y mientras en la Casa Blanca no vuelva a haber un interés concreto hacia Venezuela, los costos de que las expectativas no se cumplan los asume ella y su credibilidad.
Atarse a la estrategia de la máxima presión la limita muchísimo en términos discursivos y la desconecta de la gente, ya que para mantener sus alianzas con Estados Unidos (que son su única carta), no puede pronunciarse sobre los dos problemas más acuciantes de la población venezolana en estos momentos: las deportaciones y el deterioro de las condiciones de vida dentro del país. En sus apariciones más recientes, sus declaraciones se han volcado hacia temas de seguridad y defensa de Estados Unidos. Si comparamos su discurso actual con el de 2023 y 2024, vemos que hay un problema comunicacional evidente, ya que en aquel momento ella sí lograba una identificación total de la gente con su liderazgo, conectando los problemas cotidianos de la población con una demanda política de cambio. Hoy Machado enfrenta la posibilidad real de que su discurso pierda tracción con la gente y se pase de nuevo a la frustración que ha llevado a todo el resto de la oposición venezolana a pasar por la “trituradora” de liderazgos. Sin contar que el régimen venezolano, está aprovechando estas debilidades para construir su narrativa y culpar a María Corina de todos los problemas del país sin un relato efectivo que los contrarreste.
Este análisis pretende describir la situación lo más realista y objetivamente posible. No pretende dar soluciones ni vías de acción ya que ese no es el trabajo de los analistas. Lo que busca este análisis es sincerar la política en Venezuela, con verdades muy duras, incómodas y hasta intolerables, pero que es necesario comenzar a asimilar. Aunque duela, es necesario comenzar a vivir en la verdad. Seguiremos ahondando en estos temas en próximas entregas.