Y la llegada de 2006 nos debe motivar a recuperar la ilusión y fortalecer la esperanza por Guatemala. Entender la vida en su esencia y dimensión es saber vivirla.
Creo que en la vida todos traemos una misión y somos parte de un plan perfecto, lleno de imperfecciones, matemática que no comprendemos pero que alguien superior a nosotros controla.
Al final no importan las leyes, cátedras o sermones. La naturaleza humano y su instinto de conservación, sumado al nivel de desarrollo personal van a ser los factores que determinen la planificación familiar.
Debemos revalorizar la sociedad y rescatar nuestro desarrollo cultural. En Guatemala nacen alrededor de medio millón de niños al año. Pero, ¿qué clase de educación les espera?