Desarrollo logístico: recuperación económica después de la pandemia

Desarrollo logístico: recuperación económica después de la pandemia
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Daphne Posadas es Directora del Área de Estudios Internacionales en Fundación Libertad y Desarrollo. Participa en espacios de análisis político en radio, televisión y medios digitales. Está comprometida con la construcción de un mundo de individuos más libres y responsables.
21 Mayo 2020

El Coronavirus tendrá graves consecuencias en las relaciones comerciales entre los países. La integración centroamericana es y debe ser una opción a la hora de identificar estrategias para mejorar el ambiente económico después de la pandemia. El desarrollo de infraestructura logística tendrá un impacto directo en la competitividad de la región.

PANORAMA COMERCIAL GLOBAL ANTE LA CRISIS DEL CORONAVIRUS
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En abril de 2020, la Organización Mundial del Comercio presentó sus aproximaciones sobre el impacto del Covid-19 en el comercio mundial. Los economistas de esta organización sugieren que la caída comercial podría superar aquella ocurrida en la crisis global financiera de 2008. En este sentido, el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, expresó que los gobiernos han tomado medidas drásticas y sin precedentes para intentar proteger la vida de los individuos pero que estas no deben ser ajenas a sus efectos en el largo plazo.

Las consecuencias más inmediatas del coronavirus en el comercio internacional se ven reflejados en la desaceleración en la producción global, cambios en las cadenas de suministro, reducción en la demanda de los mercados y protocolos estrictos para evitar el contagio en las transacciones transnacionales. 

La duración de la pandemia, la gestión política de la crisis sanitaria, entre otras variables, influyen en las estimaciones de recuperación en 2021 realizadas por los diferentes organismos internacionales y regionales. Sobre este segundo punto, el director general de la OMC mencionó que, aunque en el corto plazo se debe controlar la pandemia, también se deben mitigar los daños económicos en el largo plazo y por esta razón se deben identificar y abordar los cambios necesarios para una pronta recuperación.

En un escenario optimista, los economistas de la OMC estiman que el impacto comercial será de una caída de 13% en 2020. Sin embargo, si los gobiernos son incapaces de coordinar una respuesta efectiva a las crisis, la caída podría ser de hasta un 32% en este año.

En el gráfico 1 se pueden observar cuatro tendencias. La línea gris punteada, muestra las proyecciones comerciales previas a la crisis financiera. La línea azul, demuestra el comportamiento real del comercio a partir de 2008 y 2009. Como se puede observar, después del decrecimiento ocurrido, el comportamiento del comercio no se logó alinear nuevamente con las proyecciones previamente existentes.

PANORAMA REGIONAL ANTE EL CORONAVIRUS
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En la región, al 20 de mayo, se suman más de veinte mil personas con coronavirus y los casos fatales suman ya más de 500 muertos. Países como Guatemala apenas comienzan la fase exponencial de la epidemia. El país que más se ha visto afectado por la pandemia es sin duda Panamá, que supera en gran medida los casos presentados por el resto de los países de la región. ¿Podría tener mayores incentivos Panamá para acercarse al proyecto de la integración económica centroamericana?

En vista  del contexto global, es muy probable que los términos de intercambio comercial cambien para toda la región. En el corto plazo, esto tendrá consecuencias graves en términos de empleo. El Banco Interamericano de Desarrollo, diseñó un modelo de proyección donde se evalúan diferentes características para intentar calcular las pérdidas en materia laboral.

Se prevén 3 posibles escenarios. El primero, una crisis en el corto plazo, en donde la crisis sanitaria se resuelve en el segundo semestre de 2020 y se observa la recuperación hacia el final del año. El segundo, una crisis en el mediano plazo, donde la recesión se podría extender por tres trimestres consecutivos y una leve recuperación podría percibirse a partir del cuarto trimestre. Y el tercero, una recesión de gran magnitud en la que caería en 15 puntos porcentuales el Producto Interno Bruto de los países y no se percibe una recuperación en el mediano plazo.

Como se observa en la tabla 2, de acuerdo con los diferentes escenarios que prevé el BID, en el mejor de los casos, 1.6 millones de personas podrían resultar desempleadas como consecuencia de la crisis del coronavirus. En el peor de los escenarios, la cifra alcanzaría casi los 5 millones.  

Por otro lado, un informe elaborado por SIECA y la Secretaria Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (SECMCA) presenta dos posibles escenarios sobre el impacto del Covid-19 en la región. Para el primero, se estima que la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de los Estados Unidos se situe en un 0.5% al cierre del año, el precio del petróleo WTI se sitúe en USD 34.29 por barril y que las exportaciones de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presenten un decrecimiento de -1.92% hacia el final de 2020. Desde esta óptica las proyecciones para la región muestran un decrecimiento del PIB de 2.9% y para 2021, se ve una contracción del PIB de 0.1% con una tasa de inflación de 2.3%.

En un segundo escenario se evalua la información recopilada al mes de abril donde se contempla una caída de -5.24% del PIB  de Estados Unidos y mantiene los supuestos estimados para el precio del petróleo (WTI). Con esta visión, el decrecimiento del PIB para Centroamérica podría ser de -6.9% con una tasa de inflación estimada de 1.9%.

En una reunión virtual del Consejo General de la OMC, el pasado 15 de mayo, los países miembros coincidieron en que la mejor forma de abordar la crisis es a través de intensificar la cooperación y la coordinación entre los actores globales. El comercio históricamente ha tenido un efecto civilizatorio. Es decir, sus consecuencias llevan hacia el progreso y desarrollo. Es a través del intercambio libre, voluntario y vigoroso que se logran generar más y mejores oportunidades para los individuos de las sociedades involucradas en las transacciones. Por esto, en medio de la pandemia del Coronavirus, es importante identificar al comercio como un componente fundamental para acelerar los procesos de recuperación económica.

Aunque se espera escuchar soluciones que alivien los problemas en el corto plazo, también es en estos momentos en los que es más que conveniente pensar en las opciones a largo plazo para mejorar el desempeño económico de los países.

¿DE QUÉ FORMA ESTIMULAR EL COMERCIO EN LA REGIÓN?
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Aunque la idea de visualizar oportunidades en el futuro es una idea optimista, un balance con la realidad es importante para ajustar los modelos de acción. El desarrollo regional es y debe ser una opción a la hora de identificar estrategias para mejorar el ambiente económico después de la pandemia. A través de la integración económica se logrará una unidad más atractiva de intercambio comercial a nivel global.

En el estudio presentado en marzo por la Fundación Libertad y Desarrollo se explican algunas de las bondades que podría traer consigo la consolidación del proyecto de la integración centroamericana. Es importante mencionar que aunque se han logrado algunos avances en materia de facilitación de comercio, como la Declaración única centroamericana (DUCA), la Factura y declaración única centroamericana (FYDUCA) y la Unión Aduanera entre Guatemala y Honduras, por mencionar algunos, aún nos queda un largo camino por recorrer.

En medio de una crisis sin precedentes en los últimos 100 años, es momento de plantear soluciones creativas que puedan mejorar nuestras posibilidades de generar oportunidades para los ciudadanos de los países centroamericanos. En este sentido Seynabou Sakho, directora del Banco Mundial para Centroamérica, aseveró que la crisis es una oportunidad para repensar en las reformas estructurales que permitirán un crecimiento sostenible y saludable después de la crisis. La pregunta clave es entonces, ¿qué aspectos son necesarios a mejorar para convertirse en una región más atractiva a nivel global? Aunque hay una amplia cantidad de variables que influyen en esto, una de las áreas fundamentales es el tema logístico y de infraestructura.

El Índice de Competitividad Global elaborado por el Foro Económico Mundial mide una serie de variables para evaluar los atributos y cualidades de las economías de los países que permiten un uso eficiente de los factores de producción.  El IGC organiza 12 pilares de la productividad, dentro de la categoría de “ambiente apto” el pilar número 2 evalúa la infraestructura de los países.

En la tabla 3 se puede visualizar la calificación general obtenida por los países de Centroamérica. Además, se incluye la calificación correspondiente al pilar número 2 de infraestructura. Cabe mencionar que algunas de las variables que se evalúan en la medición son: conectividad y densidad vial, calidad de la infraestructura, entre otros.

En términos generales es posible observar que, con excepción de Costa Rica y Panamá, los países de la región están por debajo del promedio Centroamericano. Además, al evaluar con los países vecinos Estados Unidos, México y Colombia la cifra también es alarmantemente baja. 

De acuerdo con SIECA y la CEPAL, la situación actual de la infraestructura eleva los costos logísticos para movilizar las cargas. El costo en Centroamérica puede ser hasta 4 veces mayor que en Estados Unidos o incluso la Unión Europea. Además, dentro de la estructura total de costos del exportador, puede representar hasta un 40%.

La Política Marco Regional de Movilidad y Logística de Centroamérica, tiene por objetivo hacer de la región una plataforma logística clave en el comercio internacional. A través de la modernización de infraestructura intermodal se espera que se pueda potenciar la integración regional, productividad y competitividad. El desarrollo de infraestructura productiva tiene un impacto directo en la competitividad de los países de la región para convertirse en un destino atractivo para la ubicación de actividades productivas que generen empleo.

Es oportuno mencionar que, por la crisis derivada del coronavirus, los países ya han superado su capacidad de financiamiento en proyectos destinados exclusivamente a paliar la crisis sanitaria. Es por esta razón que para el aprovisionamiento de infraestructura se deberá entonces evaluar mecanismos alternativos para lograr superar las brechas en materia logística. 

Las reformas y mejoras en el desempeño logístico son fundamentales para garantizar un intercambio comercial más eficiente. Esto a su vez propiciará un ambiente económico más confiable que permitirá en el largo plazo acelerar el proceso de recuperación económica en la región.