La mentira sobre Grecia

La mentira sobre Grecia
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Paul Boteo es Director General de Fundación Libertad y Desarrollo. Además, es catedrático universitario y tiene una maestría en Economía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. 
10 Jul 2015

 ¿Cuál es la realidad económica de Grecia y qué podemos aprender de su situación actual?

 

Grecia ha sido el centro de atención en las últimas semanas por la crisis de deuda pública que atraviesa desde hace más de media década y que se ha agudizado recientemente por su incapacidad de cumplir con sus obligaciones financieras ante el Fondo Monetaria Internacional.  Lo que más preocupa en los mercados internacionales es la eventual salida de este país del Euro, pues representaría un duro golpe a la credibilidad de esta moneda y el bloque económico europeo. Ante esta situación, no han faltado las voces que han presentado a Grecia como una víctima de sus acreedores, y particularmente del gobierno Alemán.  Pero ¿Qué es en realidad lo que ha ocurrido con este país? ¿Qué podemos aprender del mismo?

Grecia es considerado hoy en día un país desarrollado. Se incorporó a la Zona Euro en el año 2002 y había gozado de una bonanza económica desde mediados de los años noventa. Su integración al Euro representaba, en teoría,  el reconocimiento de su solidez macroeconómica. Sin embargo,  tiempo después se encendieron las señales de alerta, cuando se descubrió que las autoridades de este país habían ocultado las cifras reales de su abultado déficit fiscal y el enorme saldo de su deuda pública.  La crisis finalmente estalló en diciembre de 2009, cuando las tres principales agencias calificadoras de riesgo crediticio,  degradaron de forma consecutiva  la nota sobre la deuda soberana de Grecia ante el riesgo que éste no pudiera afrontar sus obligaciones.

Desde entonces, la economía de Grecia se ha sumido en una profunda recesión económica, que ha hecho que su PIB per cápita se contraiga en 23% en los últimos siete años y que una cuarta parte de su fuerza laboral se encuentre sin empleo.  Algunos economistas de renombre mundial han criticado las medidas de austeridad implementadas por el gobierno de Grecia para balancear sus cuentas públicas, aduciendo que estas medidas han profundizado la crisis económica que afronta este país. Sin embargo, parece que estos economistas olvidan por completo que la razón de la crisis griega es precisamente el descontrol que ha tenido en el gasto público en los últimos treinta años.

Si se revisan las cifras, se puede constatar que los distintos gobiernos que ha tenido Grecia en las últimas tres décadas se han dedicado a gastar a manos llenas. En 1980 la deuda pública de Grecia era de tan sólo 21% del PIB, en 1990 ya alcanzaba el 68% del  PIB; y para el año 2000  rondaba el  100% del PIB. En la década siguiente no reportó un crecimiento tan escandaloso, ubicándose en el año 2008 en 108% del PIB.  Sin embargo, ya los niveles eran insostenibles y el resultado estaba a la vista.

 

108%

DEL PIB, ALCANZÓ LA DEUDA PÚBLICA DE GRECIA EN EL AÑO 2008

A luz de estos números, queda claro que aquellos que abogan por un mayor gasto público en Grecia,  es como si  recomendaran al adicto mayores dosis de droga o alcohol.  Grecia logró gran parte de su bonanza económica gracias a un gasto público excesivo, lo cual no es sostenible en el largo plazo. Además, Grecia es conocido por sus altos niveles de corrupción y la ineficiencia de su gobierno. En ese sentido, un mayor gasto gubernamental no se traduciría en un incremento del crecimiento potencial del país en el largo plazo.

 

Sin duda la situación de Grecia es complicada y cualquier camino que tome tendrá serias consecuencias sobre el bienestar sus habitantes. Sin embargo, debe tenerse claro que lo que necesita esta economía es impulsar su competitividad, atraer mayores niveles de inversión privada; así como diversificar su producción. También debe realizar reformas profundas de su Estado, para que sea más eficiente y transparente. 

Hablar de mayor gasto público para Grecia y hacerlo ver como víctima de sus acreedores es pasar por alto las últimas tres décadas de historia económica del país.  Es una lección que Guatemala debe aprender y no suponer que nos podemos endeudar indefinidamente.  Las consecuencias están a la vista. 

 

 En este programa abordaremos un tema que resulta de mucha importancia para entender la capacidad para el desarrollo que tiene nuestro país, la política fiscal.Fuente: Dimensión