En el programa de esta semana, analizamos los conflictos globales que marcan la actualidad.
Dionisio Gutiérrez comenzó haciendo un recorrido por los conflictos que han impactado el siglo XXI, desde el 9/11 hasta el reciente ataque terrorista a Israel. Ante este escenario, plantea lo difícil que es creer que esa es nuestra realidad: “Cuando creímos haber llegado al siglo XXI con las ideas claras sobre cómo se alcanza el desarrollo, con los milagros tecnológicos y con la democracia y la libertad como métodos probados para seguir avanzando; cuando creímos que el siglo XXI sería una era de evolución y prosperidad.”
Subrayó, además, los acontecimientos más recientes que ponen en peligro el futuro democrático de la región: “Desde hace tres meses, estamos viendo los atropellos impunes de la criminal narco-dictadura en Caracas. Este crimen, sumado a la populista y autoritaria reforma al sistema de justicia en México.”
Gutiérrez también señaló otros acontecimientos que debemos observar de cerca: “A este tenebroso inventario se suman el clima, una elección en Estados Unidos, el avance del narcotráfico y la corrupción, y, para cerrar con broche de oro, la insuficiente economía global.”
Finalmente, reflexionó sobre la situación del mundo actual: “Cuando creímos que el siglo XXI sería como el pan con mantequilla, nos encontramos con un mundo que está a punto de explotar. Este no es un momento geopolítico ordinario.” Así, instó a las naciones a tomar conciencia del peligro que enfrentamos: “Este es uno de esos momentos en los que, en cada nación, hace falta que surjan los líderes capaces y honorables: los próceres, los fundadores; los que saben que la verdad, la justicia, la paz, la democracia y la libertad son los únicos valores que garantizan la continuidad de la especie humana.”
En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Pedro Trujillo, doctor en ciencia política y gobierno, y a Stephanie Henaro, internacionalista con maestría en geopolítica, territorio y seguridad, sobre los conflictos globales y en América Latina.
Trujillo destacó que el contexto actual es el más similar al de la Segunda Guerra Mundial que hemos visto en años. Asimismo, señaló que estamos en una nueva Guerra Fría, pero a diferencia de la del siglo pasado, donde prevalecía la geopolítica de poder duro, “ahora, estamos en una geoeconomía de poder blando, donde el control de los países es a través del dinero.”
En cuanto a las próximas elecciones en Estados Unidos y su impacto global, Trujillo mencionó que, de ganar el candidato republicano, podríamos esperar impredecibilidad, lo cual es política “es un riesgo alto.” En contraste, la candidata demócrata es “más predecible, pero con un sesgo ideológico más a la izquierda de lo que suele ser el Partido Demócrata.” Por lo tanto, concluyó que en estas elecciones “está en juego del liderazgo de Estados Unidos, la paz internacional y las organizaciones internacionales, en especial las de seguridad.”
Finalmente, sobre la fragmentación de Europa en su apoyo al conflicto Israel-Palestina y los efectos de una posible división occidental en el contexto de un conflicto global, Trujillo enfatizó que esta situación nos sitúa en un escenario de pre guerra: “Europa no quiere gastar en seguridad y defensa. Estados Unidos lo hace según la postura ideológica. Esa división es lo peor que le puede ocurrir a Occidente para confrontar estos riesgos.”
Por su parte, Henaro mencionó que vivimos en un mundo multipolar, donde los conflictos fuera del continente americano repercuten en este: “En el norte, Estados Unidos es la potencia dominante, pero en el sur China lo es, tiene más poder político y económico.” Añadió que los intereses del eje chino-ruso-iraní en América Latina son “objetivos geoestratégicos.” Por ejemplo, “Venezuela tiene reservas de petróleo, oro y uranio importantísimas. México es el vecino de Estados Unidos y puede desestabilizarlo. Cuba es una isla importante por el golfo de México y el Atlántico.”
En un contexto donde el autoritarismo está en aumento, Henaro afirmó que América Latina “va hacia dónde va el mundo.” Para ilustrar esta tendencia, mencionó que en el “último Índice Democrático de The Economist, el 68 % de la población mundial no vive en democracia, viven bajo dictadura y esto no es excepción en América Latina.” Además, subrayó que la región cuenta con un alto capital político para instaurar estos regímenes: la pobreza. Ante esta situación, “llegan gobiernos populistas que hacen un Estado más grande, al individuo más pequeño y se adueñan del poder quitando los contrapesos.”
Respecto a la inefectividad de los organismos internacionales para frenar los conflictos actuales, Henaro expresó que están atravesando una crisis: “Las instituciones internacionales nacieron después de la Segunda Guerra Mundial y respondían a esas necesidades. Ahora, han quedado rebajadas a un club de debate porque lo que dicen no se lleva a la acción. Es momento de replantear nuevas instituciones que puedan procurar la paz.”
Para terminar, Henaro indicó que el conflicto más importante en la actualidad es el de Rusia-Ucrania, debido a factores geográficos y climáticos que benefician a Rusia y su conectividad marítima, lo que altera la “relación de fuerzas.” Además, destacó que “China ahora controla a Rusia” lo que impulsa a China hacía un poderío internacional y a un “cambio de valores que ya no serán globales, sino regionales.”
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