Articulo largo

The Time for Freedom Has Come
12 Jan 2025

En el programa de esta semana, analizamos las amenazas a la libertad en 2025.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó señalando que, cuando criminales sin límites y sin piedad alcanzan el poder, —al cual suelen llegar ilícitamente—, “merecen ser juzgados y sentenciados a cadena perpetua o a enfrentar un pelotón de fusilamiento”.

Tal es el caso de Nicolás Maduro, “el capo de una mafia, el tirano medieval que ha demostrado no tener alma ni conciencia”. El narco-dictador que gobierna sobre casi 30 millones de personas, el cual debe ser juzgado por la justicia internacional y por “las cortes de la futura república venezolana” por sus “excesos, abusos y delitos”.

Ante la victoria de Edmundo González en las elecciones de julio 2024, se esperaba que el ejército hiciera valer “la voluntad soberana de un pueblo que votó por la libertad”. Sin embargo, esas “fuerzas armadas no tuvieron el valor de sacar del poder al tirano usurpador y asesino; traicionaron su deber y se quedaron escondidos”. A ellos, advirtió Gutiérrez “la historia también los condenará”.

Por otro lado, expresó que “el socialismo del siglo XXI, el populismo y el autoritarismo serán siempre trampa, fracaso y mentira”. Por ello, instó a las naciones del mundo a “evitar caer en ese abismo oscuro, esclavizante y tenebroso”.

Gutiérrez reconoció que “la democracia y la libertad no son perfectas”, pero subrayó que son “el único sistema que ofrece oportunidades, esperanza y futuro”. Si bien es cierto que requieren “trabajo, dedicación y compromiso”, también debemos recordar que “perderlas es morir en vida”, agregó.

Por último, Gutiérrez reiteró que este es el momento de la “reivindicación y de la libertad para el pueblo venezolano”. Por tanto, el gobierno elegido democráticamente por el pueblo “debe asumir el mando y aceptar la responsabilidad sobre el futuro de la democracia y la libertad en América Latina”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Manuel Llamas, director ejecutivo del Instituto Juan de Mariana, y a Román Ortiz, experto en seguridad y geopolítica, sobre las amenazas que enfrentará la libertad en el 2025.

Llamas inició señalando algunas de las amenazas que enfrentará la libertad este año: el resurgimiento del proteccionismo a nivel mundial; el auge de políticas contra la libertad de expresión y prensa, y el auge del populismo y autoritarismo.

Respecto a por qué el ser humano subestima el poder de la libertad, Llamas indicó que, en primer lugar, se debe a un tema de seguridad: “Se piensa erróneamente que la seguridad se la puede dar el Estado”. En segundo lugar, por un tema de responsabilidad, pues la libertad conlleva esta, y el humano tiende a eludirla y culpar a los demás de su irresponsabilidad. Indicó que, por estas razones, hay una tendencia a desconfiar de la libertad, cuando en realidad esta es “la única que garantiza mayor nivel de bienestar y de seguridad”.

Llamas indicó que la libertad de expresión corre peligro al delegar la capacidad de dictar qué es verdad y qué es mentira al poder político, pues “abre las puertas a la censura”. Añadió que, en un mundo con fácil acceso a la información, es un mundo en el cual las personas tienen la capacidad de elegir qué medios consumen y, además, “hay mecanismos del mercado para calibrar lo que es información y lo que no”.

Por otro lado, Llamas indicó que el caso de Venezuela terminará “muy mal”, pues es un escenario “complicado”. En el caso de Ucrania, considera que terminará “mediante una negociación” con una intermediación de Estados Unidos. Además, mencionó que mientras Estados Unidos siga con una política de aislacionismo en América Latina, China podrá ganar terreno en la región.

Por último, Llamas expresó que, a pesar de las amenazas que enfrenta la libertad, el movimiento liberal “está emergiendo con muchísima fuerza y apoyo”, lo cual va a marcar un “punto de inflexión en cuanto a la preminencia de las ideas liberales en el mundo”.  

Por su parte, Ortiz indicó que, en parte, la razón por la cual la libertad está amenazada hoy en día es porque “Occidente, particularmente Estados Unidos y Europa, se han encerrado en sí mismos y han dejado que el esfuerzo por la libertad que se hizo en los años noventa se marchite”.

Por otro lado, indicó que no es descabellado comparar el nivel de riesgo actual con el de la II Guerra Mundial: “Existe la misma pulsión autoritaria, la misma crisis del liberalismo porque existen fuerzas populistas que atacan la libertad económica y la libertad política. Con ello, hay más riesgo de guerra”.

En cuanto al debate respecto a si los humanos deben sacrificar libertad por seguridad y estabilidad, Ortiz comentó que se debe encontrar un equilibrio en la tensión entre seguridad y libertad. Mencionó que, para regular esa tensión, existen las instituciones democráticas. No obstante, muchos países giran hacia una opción autoritaria por la falsa esperanza de que ganarán seguridad a raíz del fracaso de respuestas democráticas efectivas.

Por último, respecto a cómo será el 2025 en algunos escenarios en el mundo, Ortiz respondió que, en el caso de Milei en Argentina, será de “éxito económico y consolidación política”; Venezuela tendrá crisis y sobrevivirá el régimen autoritario; Ucrania llegará a un acuerdo con Rusia, pero no tendrá paz; Israel enfrentará crisis política interna y un impulso de la absorción de Gaza y Cisjordania; Bolivia tendrá “escalada en la confrontación civil” y Colombia tendrá “crisis política y económica, incremento de violencia y el riesgo de que la opción de Petro se perpetúe en el poder”; Cuba y Nicaragua tendrán crisis políticas, pero habrá expectativas de cambio; la OTAN tendrá crisis por el lado norteamericano y europeo.

Por último, Ortiz expresó que no ve un escenario de guerra intercontinental en 2025, pero sí de aumentos en conflictos regionales, especialmente en Oriente Medio, Europa del Este y en la península de Corea y Taiwán.

Para ver el programa completo, haga clic aquí.

Llegó la hora de la libertad
12 Jan 2025

En el programa de esta semana, analizamos las amenazas a la libertad en 2025.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó señalando que, cuando criminales sin límites y sin piedad alcanzan el poder, —al cual suelen llegar ilícitamente—, “merecen ser juzgados y sentenciados a cadena perpetua o a enfrentar un pelotón de fusilamiento”.

Tal es el caso de Nicolás Maduro, “el capo de una mafia, el tirano medieval que ha demostrado no tener alma ni conciencia”. El narco-dictador que gobierna sobre casi 30 millones de personas, el cual debe ser juzgado por la justicia internacional y por “las cortes de la futura república venezolana” por sus “excesos, abusos y delitos”.

Ante la victoria de Edmundo González en las elecciones de julio 2024, se esperaba que el ejército hiciera valer “la voluntad soberana de un pueblo que votó por la libertad”. Sin embargo, esas “fuerzas armadas no tuvieron el valor de sacar del poder al tirano usurpador y asesino; traicionaron su deber y se quedaron escondidos”. A ellos, advirtió Gutiérrez “la historia también los condenará”.

Por otro lado, expresó que “el socialismo del siglo XXI, el populismo y el autoritarismo serán siempre trampa, fracaso y mentira”. Por ello, instó a las naciones del mundo a “evitar caer en ese abismo oscuro, esclavizante y tenebroso”.

Gutiérrez reconoció que “la democracia y la libertad no son perfectas”, pero subrayó que son “el único sistema que ofrece oportunidades, esperanza y futuro”. Si bien es cierto que requieren “trabajo, dedicación y compromiso”, también debemos recordar que “perderlas es morir en vida”, agregó.

Por último, Gutiérrez reiteró que este es el momento de la “reivindicación y de la libertad para el pueblo venezolano”. Por tanto, el gobierno elegido democráticamente por el pueblo “debe asumir el mando y aceptar la responsabilidad sobre el futuro de la democracia y la libertad en América Latina”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Manuel Llamas, director ejecutivo del Instituto Juan de Mariana, y a Román Ortiz, experto en seguridad y geopolítica, sobre las amenazas que enfrentará la libertad en el 2025.

Llamas inició señalando algunas de las amenazas que enfrentará la libertad este año: el resurgimiento del proteccionismo a nivel mundial; el auge de políticas contra la libertad de expresión y prensa, y el auge del populismo y autoritarismo.

Respecto a por qué el ser humano subestima el poder de la libertad, Llamas indicó que, en primer lugar, se debe a un tema de seguridad: “Se piensa erróneamente que la seguridad se la puede dar el Estado”. En segundo lugar, por un tema de responsabilidad, pues la libertad conlleva esta, y el humano tiende a eludirla y culpar a los demás de su irresponsabilidad. Indicó que, por estas razones, hay una tendencia a desconfiar de la libertad, cuando en realidad esta es “la única que garantiza mayor nivel de bienestar y de seguridad”.

Llamas indicó que la libertad de expresión corre peligro al delegar la capacidad de dictar qué es verdad y qué es mentira al poder político, pues “abre las puertas a la censura”. Añadió que, en un mundo con fácil acceso a la información, es un mundo en el cual las personas tienen la capacidad de elegir qué medios consumen y, además, “hay mecanismos del mercado para calibrar lo que es información y lo que no”.

Por otro lado, Llamas indicó que el caso de Venezuela terminará “muy mal”, pues es un escenario “complicado”. En el caso de Ucrania, considera que terminará “mediante una negociación” con una intermediación de Estados Unidos. Además, mencionó que mientras Estados Unidos siga con una política de aislacionismo en América Latina, China podrá ganar terreno en la región.

Por último, Llamas expresó que, a pesar de las amenazas que enfrenta la libertad, el movimiento liberal “está emergiendo con muchísima fuerza y apoyo”, lo cual va a marcar un “punto de inflexión en cuanto a la preminencia de las ideas liberales en el mundo”.  

Por su parte, Ortiz indicó que, en parte, la razón por la cual la libertad está amenazada hoy en día es porque “Occidente, particularmente Estados Unidos y Europa, se han encerrado en sí mismos y han dejado que el esfuerzo por la libertad que se hizo en los años noventa se marchite”.

Por otro lado, indicó que no es descabellado comparar el nivel de riesgo actual con el de la II Guerra Mundial: “Existe la misma pulsión autoritaria, la misma crisis del liberalismo porque existen fuerzas populistas que atacan la libertad económica y la libertad política. Con ello, hay más riesgo de guerra”.

En cuanto al debate respecto a si los humanos deben sacrificar libertad por seguridad y estabilidad, Ortiz comentó que se debe encontrar un equilibrio en la tensión entre seguridad y libertad. Mencionó que, para regular esa tensión, existen las instituciones democráticas. No obstante, muchos países giran hacia una opción autoritaria por la falsa esperanza de que ganarán seguridad a raíz del fracaso de respuestas democráticas efectivas.

Por último, respecto a cómo será el 2025 en algunos escenarios en el mundo, Ortiz respondió que, en el caso de Milei en Argentina, será de “éxito económico y consolidación política”; Venezuela tendrá crisis y sobrevivirá el régimen autoritario; Ucrania llegará a un acuerdo con Rusia, pero no tendrá paz; Israel enfrentará crisis política interna y un impulso de la absorción de Gaza y Cisjordania; Bolivia tendrá “escalada en la confrontación civil” y Colombia tendrá “crisis política y económica, incremento de violencia y el riesgo de que la opción de Petro se perpetúe en el poder”; Cuba y Nicaragua tendrán crisis políticas, pero habrá expectativas de cambio; la OTAN tendrá crisis por el lado norteamericano y europeo.

Por último, Ortiz expresó que no ve un escenario de guerra intercontinental en 2025, pero sí de aumentos en conflictos regionales, especialmente en Oriente Medio, Europa del Este y en la península de Corea y Taiwán.

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Education, Technology and Ideology
05 Jan 2025

En el programa de esta semana, analizamos los desafíos y oportunidades de la educación en la era digital. 

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre las oportunidades que ofrece la educación y el conocimiento, los cuales permiten “encontrar respuestas a las interrogantes que la vida y el tiempo nos presentan”.

Así, Gutiérrez recordó lo que grandes pensadores han expresado sobre la educación: Pitágoras dijo que la educación es templar el alma para las dificultades de la vida. Platón decía que la educación es el proceso que permite al hombre tomar conciencia de la existencia de otra realidad. Aristóteles hablaba de que la educación debía formar al hombre libre y al ciudadano responsable”.

La educación, indicó Gutiérrez, es evolución; forma el carácter, da salud al cuerpo, libertad a la mente”. Estas condiciones, que se logran a través del desarrollo del pensamiento crítico, y, junto con la defensa de los valores de la libertad, “son los únicos que construyen naciones exitosas, valores hoy amenazados por el populismo, la corrupción y el autoritarismo”. 

Por otro lado, Gutiérrez aseguró que el desafío del acceso a la educación puede ser resuelto: Los obstáculos de costo, difícil acceso, mala calidad y atraso en contenido se acabaron con la alternativa digital”. Esta realidad es una gran oportunidad para América Latina, señaló. Sin embargo, para aprovecharla, debemos mejorar el acceso a internet y asegurar que la oferta digital esté a la altura de este continente extraordinario, con ciudadanos que quieren ser habitantes del mundo libre y desarrollado”.

Para finalizar, Gutiérrez expresó que la educación “nos hace mejores” y nos permitirá “construir las naciones que queremos”, ya que “el conocimiento es poder y da libertad”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Mario Noya, periodista y director de Voz Media, y a José Suárez, empresario asturiano y líder cívico, sobre las oportunidades y amenazas de la educación en la era tecnológica.

Noya comenzó subrayando la importancia de los profesores en la educación: “Un profesor es una persona en la que depositas mucha confianza, está ahí para formarte”. Indicó que, cuando hay un adoctrinamiento de izquierdas detrás de la educación, y una persona deja de ser de izquierdas, es porque “le atropella la realidad”. Bajo esa línea, destacó que los gobiernos autoritarios son los que buscan, sobre todo, influir en la educación, con el fin de “estabular a la gente y no formar ciudadanos, sino ovejas”.

En cuanto a la facilidad de esparcir ideologías fracasadas a través de redes sociales y la vulnerabilidad de los jóvenes ante este contenido, Noya expresó que “tendemos a pensar que los jóvenes son tontos, y no lo son”. Además, indicó que las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, que podrían ser utilizadas como un instrumento para propagar estas ideas, son mejor aprovechadas por los jóvenes. Por lo tanto, señaló que debemos entender la tecnología como las armas: “Son un instrumento. Tienen un potencial tremendo para el bien y para el mal. Debemos enseñar a ser responsable” y a usarlas con responsabilidad.

Por otro lado, Noya indicó que probablemente la razón por la cual los jóvenes tienden a adoptar ideas contrarias a la libertad depende de las condiciones en las que has crecido. Por ejemplo, “si has crecido teniéndolo todo, en un país que tiene servicios públicos decentes y que está socialmente ordenado”, lo cual se ha logrado a través del capitalismo, “crees que eso está ahí y que tienes derecho a las cosas”, sin tener en cuenta el trabajo realizado por generaciones pasadas para que eso esté disponible.

Noya explicó que, a raíz de esa idea, vemos ahora sociedades jóvenes que no ven el valor en el trabajo, que piensan que el Estado es una especie de padre proveedor. Sin embargo, no se dan cuenta de que lo que están pidiendo es egoísta, pues exigen que quienes hacen funcionar la sociedad les den todo. 

Respecto a cómo defendernos de las noticias falsas que se producen y propagan desde centros de operaciones en China, Rusia, Irán, y otros países contrarios a los valores occidentales, Noya indicó que debemos señalar y generar desconfianza hacia esos centros. Asimismo, instó a los jóvenes a informarse a través de distintos canales, para desarrollar así  “las herramientas que les permitan discriminar entre grano y la paja”. 

Suárez, por su parte, indicó que el aprendizaje en línea “puede facilitar el acceso al conocimiento a millones de personas que, en otras circunstancias, lo tenían muy difícil”. Sin embargo, al mismo tiempo, señaló que “el aprendizaje en línea no ha resuelto el problema de la capacidad de atención”.

Además, mencionó que, así como podemos encontrar y tener acceso a contenido educativo de alto nivel, también hay de muy mala calidad, lo que lo lleva a preguntarse “hasta qué punto estamos enseñando a distinguir lo bueno de lo malo, lo real de lo falso”. 

En cuanto a las habilidades que serán más demandadas en los próximos diez años y cómo prevalecerán los valores a través de la educación en línea, Suárez comentó que ese es precisamente uno de los desafíos del siglo XXI: “la decadencia de valores”. Señaló que, anteriormente, “se transmitían por la familia y por las instituciones religiosas, dos instituciones que han sufrido ataques relevantes en los últimos años y que han alterado el proceso de inculcación de valores”. Sin embargo, destacó que la educación en línea es una oportunidad para que los contenidos permitan “entender y practicar esos valores”.

Para finalizar, Suárez indicó que la educación en la formación de líderes que gobiernen mejor se divide en dos cuestiones. Primero, debe haber “un esfuerzo para formar a las personas que quieran servir a la sociedad” y, segundo, “debe haber vocación de servir” sin intereses ocultos.

Para ver el programa completo, haga clic aquí.

 

Educación, tecnología e ideología
05 Jan 2025

En el programa de esta semana, analizamos los desafíos y oportunidades de la educación en la era digital. 

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre las oportunidades que ofrece la educación y el conocimiento, los cuales permiten “encontrar respuestas a las interrogantes que la vida y el tiempo nos presentan”.

Así, Gutiérrez recordó lo que grandes pensadores han expresado sobre la educación: Pitágoras dijo que la educación es templar el alma para las dificultades de la vida. Platón decía que la educación es el proceso que permite al hombre tomar conciencia de la existencia de otra realidad. Aristóteles hablaba de que la educación debía formar al hombre libre y al ciudadano responsable”.

La educación, indicó Gutiérrez, es evolución; forma el carácter, da salud al cuerpo, libertad a la mente”. Estas condiciones, que se logran a través del desarrollo del pensamiento crítico, y, junto con la defensa de los valores de la libertad, “son los únicos que construyen naciones exitosas, valores hoy amenazados por el populismo, la corrupción y el autoritarismo”. 

Por otro lado, Gutiérrez aseguró que el desafío del acceso a la educación puede ser resuelto: Los obstáculos de costo, difícil acceso, mala calidad y atraso en contenido se acabaron con la alternativa digital”. Esta realidad es una gran oportunidad para América Latina, señaló. Sin embargo, para aprovecharla, debemos mejorar el acceso a internet y asegurar que la oferta digital esté a la altura de este continente extraordinario, con ciudadanos que quieren ser habitantes del mundo libre y desarrollado”.

Para finalizar, Gutiérrez expresó que la educación “nos hace mejores” y nos permitirá “construir las naciones que queremos”, ya que “el conocimiento es poder y da libertad”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Mario Noya, periodista y director de Voz Media, y a José Suárez, empresario asturiano y líder cívico, sobre las oportunidades y amenazas de la educación en la era tecnológica.

Noya comenzó subrayando la importancia de los profesores en la educación: “Un profesor es una persona en la que depositas mucha confianza, está ahí para formarte”. Indicó que, cuando hay un adoctrinamiento de izquierdas detrás de la educación, y una persona deja de ser de izquierdas, es porque “le atropella la realidad”. Bajo esa línea, destacó que los gobiernos autoritarios son los que buscan, sobre todo, influir en la educación, con el fin de “estabular a la gente y no formar ciudadanos, sino ovejas”.

En cuanto a la facilidad de esparcir ideologías fracasadas a través de redes sociales y la vulnerabilidad de los jóvenes ante este contenido, Noya expresó que “tendemos a pensar que los jóvenes son tontos, y no lo son”. Además, indicó que las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, que podrían ser utilizadas como un instrumento para propagar estas ideas, son mejor aprovechadas por los jóvenes. Por lo tanto, señaló que debemos entender la tecnología como las armas: “Son un instrumento. Tienen un potencial tremendo para el bien y para el mal. Debemos enseñar a ser responsable” y a usarlas con responsabilidad.

Por otro lado, Noya indicó que probablemente la razón por la cual los jóvenes tienden a adoptar ideas contrarias a la libertad depende de las condiciones en las que has crecido. Por ejemplo, “si has crecido teniéndolo todo, en un país que tiene servicios públicos decentes y que está socialmente ordenado”, lo cual se ha logrado a través del capitalismo, “crees que eso está ahí y que tienes derecho a las cosas”, sin tener en cuenta el trabajo realizado por generaciones pasadas para que eso esté disponible.

Noya explicó que, a raíz de esa idea, vemos ahora sociedades jóvenes que no ven el valor en el trabajo, que piensan que el Estado es una especie de padre proveedor. Sin embargo, no se dan cuenta de que lo que están pidiendo es egoísta, pues exigen que quienes hacen funcionar la sociedad les den todo. 

Respecto a cómo defendernos de las noticias falsas que se producen y propagan desde centros de operaciones en China, Rusia, Irán, y otros países contrarios a los valores occidentales, Noya indicó que debemos señalar y generar desconfianza hacia esos centros. Asimismo, instó a los jóvenes a informarse a través de distintos canales, para desarrollar así  “las herramientas que les permitan discriminar entre grano y la paja”. 

Suárez, por su parte, indicó que el aprendizaje en línea “puede facilitar el acceso al conocimiento a millones de personas que, en otras circunstancias, lo tenían muy difícil”. Sin embargo, al mismo tiempo, señaló que “el aprendizaje en línea no ha resuelto el problema de la capacidad de atención”.

Además, mencionó que, así como podemos encontrar y tener acceso a contenido educativo de alto nivel, también hay de muy mala calidad, lo que lo lleva a preguntarse “hasta qué punto estamos enseñando a distinguir lo bueno de lo malo, lo real de lo falso”. 

En cuanto a las habilidades que serán más demandadas en los próximos diez años y cómo prevalecerán los valores a través de la educación en línea, Suárez comentó que ese es precisamente uno de los desafíos del siglo XXI: “la decadencia de valores”. Señaló que, anteriormente, “se transmitían por la familia y por las instituciones religiosas, dos instituciones que han sufrido ataques relevantes en los últimos años y que han alterado el proceso de inculcación de valores”. Sin embargo, destacó que la educación en línea es una oportunidad para que los contenidos permitan “entender y practicar esos valores”.

Para finalizar, Suárez indicó que la educación en la formación de líderes que gobiernen mejor se divide en dos cuestiones. Primero, debe haber “un esfuerzo para formar a las personas que quieran servir a la sociedad” y, segundo, “debe haber vocación de servir” sin intereses ocultos.

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From Christmas to Hope
22 Dec 2024

En el programa de esta semana, reflexionamos sobre la Navidad, el fin de año y la esperanza.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre la vida, sus responsabilidades y su parte humana, lo que nos lleva a la “generosidad, paciencia y empatía con que todavía, los humanos debemos aprender a tratarnos unos a otros, y a nosotros mismos”.

Además, expresó cómo un viejo y querido maestro le recordó que “el hombre más grande de la historia no tuvo títulos académicos, sin embargo, lo llamaban maestro. No usaba medicinas, pero fue un sanador. No ganó batallas militares, pero conquistó el mundo. No cometió ningún crimen, sin embargo, lo crucificaron. A pesar de su crucifixión y de haber sido sepultado en una tumba, vive y habita en los corazones de quienes creen en Él, subrayó Gutiérrez.

También recordó que aquel hombre “Habló de amor y perdón, y sus palabras han transformado a millones. No ofrece riquezas materiales, sin embargo, naciones enteras lo consideran un tesoro en sus vidas. No promete poder terrenal, pero en su nombre los débiles han encontrado fuerza”. Así, Él también nos invita a “a llevar una vida de respeto, generosidad y agradecimiento. Una vida en libertad”. 

Luego, Gutiérrez compartió que el viejo asturiano también le recordó “que no hay atajos para llegar a la felicidad”, y que la vida está para vivirla, aunque a veces duela: “Solo enfrentando, luchando y dando lo mejor de ti es como alcanzarás esa ilusión a la que llaman ser razonablemente feliz”.  

Por último, Gutiérrez deseó una feliz Navidad y lo mejor para el 2025.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a un grupo de intelectuales y líderes cívicos: Iván Espinosa de los Monteros, líder iberoamericano; Óscar Vara, doctor en economía; Mario Noya, periodista y director de Voz Media; José Suárez, empresario asturiano; Manuel Llamas, director ejecutivo del Instituto Juan de Mariana; Román Ortiz, experto en seguridad y geopolítica y Eduardo Fernández, doctor en ciencia política y catedrático, para conversar sobre el optimismo inteligente que el mundo necesita para el 2025.

Espinosa de los Monteros comenzó deseando una feliz navidad a la audiencia, pues resaltó la importancia de recordar la “pertenencia a la civilización cristiana” del mundo hispano: “No por un tema religioso, sino porque de la civilización cristiana nace el libre albedrío. Un concepto que no existe en ninguna otra, y es de donde sale la libertad del hombre”. 

A pesar de la felicidad que las festividades de fin de año traen consigo, se mencionó que también se debe de recordar el sufrimiento. Noya señaló que, en la actualidad, es muy común sentir que “estás obligado a estar feliz todo el tiempo” y que, cuando alguien pasa por una pérdida o pena, siente que “debe pedir perdón por estar triste”. Sin embargo, destacó que esa tristeza “es un reconocimiento de que has impactado en la vida”. Además, afirmó que “la tristeza tiene un valor y contrasta con la alegría”. 

Por otro lado, Llamas aportó un mensaje de esperanza: “A pesar de todas las dificultades, de los malos políticos y de todo, vivimos en el mejor momento de la historia de la humanidad. Jamás hemos tenido el nivel de prosperidad, riqueza, bienestar, avances tecnológicos, médicos y científicos como en la actualidad”. Dichos avances, indicó, son gracias al “capitalismo, que es libertad”, y, de la mano de los avances de la inteligencia artificial, “lo mejor está por llegar”. 

Ortiz, en otro punto, reconoció que el mundo no está en un buen momento: “Hay muchos riesgos delante, así como problemas y desafíos”. Aun así, señaló que es “un buen momento para brindar por las expectativas y la capacidad que tenemos de superar los problemas, cada uno de nosotros y la sociedad en conjunto”. Subrayó que su razón para ser optimista son los recursos intelectuales que cuentan las sociedades. 

Gutiérrez expresó que esta Navidad ha sido marcada por tragedias naturales y sufrimientos causados por conflictos bélicos. A lo que Vara añadió que es importante aceptar que “el mundo siempre vive un mal momento, pero también siempre estamos en un momento de esperanza”. Expresó que, para los cristianos, la Navidad es precisamente eso: “un momento de esperanza, de transformación” e invitó a preguntarnos “qué tenemos que hacer para reformar la realidad y hacerla mejor”. Por lo tanto, a pesar de los males que enfrenta la humanidad, “el mundo siempre está al borde de una transformación que puede ser positiva”.

Por otro lado, Suárez recordó que estamos prontos a finalizar el primer cuarto de siglo desde el año 2000, un siglo que comenzó con miedo para algunos, y añadió que debemos iniciar el segundo cuarto del siglo con optimismo, especialmente por la causa de la libertad.

Fernández, por su parte, también termina el 2024 con optimismo. Indicó que “hay que ser conscientes de los desafíos, sobre todo para las libertades y derechos, pero también hay esperanzas”. Por ejemplo, mencionó el caso de Valencia y cómo, a pesar de la falta de ayuda por parte del Gobierno, “ha salido gente a ayudar y ha dado lo mejor de sí”.

Para darle cierre al 2024 y empezar el 2025, Ortiz recomendó iniciar “sin sentimiento de culpa por lo que somos. Al final del día, vivimos en sociedades con muchos problemas, con retos profundos, pero también hemos construido sociedades que tienen democracias y prosperidad”. Añadió que, si bien es importante no ignorar los problemas, “también debemos sentirnos orgullosos de lo que hemos hecho como países”. Fernández también agregó que es importante no tener miedo, pues es así como Occidente “fue lo que fue”.

Para finalizar, los mensajes son que “debemos transformar el miedo en esperanza”, que “se respiran tiempos de cambio”, y que “la libertad es ser responsable de uno mismo y, además, generosamente, hacerse responsable de los demás desde uno mismo. Tomar nuestras vidas en nuestras manos y volcarla hacia los demás para mejorar la situación del otro”.

Fundación Libertad y Desarrollo les desea una feliz Navidad y próspero año nuevo.

 

Para ver el clip completo, haga clic aquí.

 

De la Navidad a la esperanza
22 Dec 2024

En el programa de esta semana, reflexionamos sobre la Navidad, el fin de año y la esperanza.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre la vida, sus responsabilidades y su parte humana, lo que nos lleva a la “generosidad, paciencia y empatía con que todavía, los humanos debemos aprender a tratarnos unos a otros, y a nosotros mismos”.

Además, expresó cómo un viejo y querido maestro le recordó que “el hombre más grande de la historia no tuvo títulos académicos, sin embargo, lo llamaban maestro. No usaba medicinas, pero fue un sanador. No ganó batallas militares, pero conquistó el mundo. No cometió ningún crimen, sin embargo, lo crucificaron. A pesar de su crucifixión y de haber sido sepultado en una tumba, vive y habita en los corazones de quienes creen en Él, subrayó Gutiérrez.

También recordó que aquel hombre “Habló de amor y perdón, y sus palabras han transformado a millones. No ofrece riquezas materiales, sin embargo, naciones enteras lo consideran un tesoro en sus vidas. No promete poder terrenal, pero en su nombre los débiles han encontrado fuerza”. Así, Él también nos invita a “a llevar una vida de respeto, generosidad y agradecimiento. Una vida en libertad”. 

Luego, Gutiérrez compartió que el viejo asturiano también le recordó “que no hay atajos para llegar a la felicidad”, y que la vida está para vivirla, aunque a veces duela: “Solo enfrentando, luchando y dando lo mejor de ti es como alcanzarás esa ilusión a la que llaman ser razonablemente feliz”.  

Por último, Gutiérrez deseó una feliz Navidad y lo mejor para el 2025.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a un grupo de intelectuales y líderes cívicos: Iván Espinosa de los Monteros, líder iberoamericano; Óscar Vara, doctor en economía; Mario Noya, periodista y director de Voz Media; José Suárez, empresario asturiano; Manuel Llamas, director ejecutivo del Instituto Juan de Mariana; Román Ortiz, experto en seguridad y geopolítica y Eduardo Fernández, doctor en ciencia política y catedrático, para conversar sobre el optimismo inteligente que el mundo necesita para el 2025.

Espinosa de los Monteros comenzó deseando una feliz navidad a la audiencia, pues resaltó la importancia de recordar la “pertenencia a la civilización cristiana” del mundo hispano: “No por un tema religioso, sino porque de la civilización cristiana nace el libre albedrío. Un concepto que no existe en ninguna otra, y es de donde sale la libertad del hombre”. 

A pesar de la felicidad que las festividades de fin de año traen consigo, se mencionó que también se debe de recordar el sufrimiento. Noya señaló que, en la actualidad, es muy común sentir que “estás obligado a estar feliz todo el tiempo” y que, cuando alguien pasa por una pérdida o pena, siente que “debe pedir perdón por estar triste”. Sin embargo, destacó que esa tristeza “es un reconocimiento de que has impactado en la vida”. Además, afirmó que “la tristeza tiene un valor y contrasta con la alegría”. 

Por otro lado, Llamas aportó un mensaje de esperanza: “A pesar de todas las dificultades, de los malos políticos y de todo, vivimos en el mejor momento de la historia de la humanidad. Jamás hemos tenido el nivel de prosperidad, riqueza, bienestar, avances tecnológicos, médicos y científicos como en la actualidad”. Dichos avances, indicó, son gracias al “capitalismo, que es libertad”, y, de la mano de los avances de la inteligencia artificial, “lo mejor está por llegar”. 

Ortiz, en otro punto, reconoció que el mundo no está en un buen momento: “Hay muchos riesgos delante, así como problemas y desafíos”. Aun así, señaló que es “un buen momento para brindar por las expectativas y la capacidad que tenemos de superar los problemas, cada uno de nosotros y la sociedad en conjunto”. Subrayó que su razón para ser optimista son los recursos intelectuales que cuentan las sociedades. 

Gutiérrez expresó que esta Navidad ha sido marcada por tragedias naturales y sufrimientos causados por conflictos bélicos. A lo que Vara añadió que es importante aceptar que “el mundo siempre vive un mal momento, pero también siempre estamos en un momento de esperanza”. Expresó que, para los cristianos, la Navidad es precisamente eso: “un momento de esperanza, de transformación” e invitó a preguntarnos “qué tenemos que hacer para reformar la realidad y hacerla mejor”. Por lo tanto, a pesar de los males que enfrenta la humanidad, “el mundo siempre está al borde de una transformación que puede ser positiva”.

Por otro lado, Suárez recordó que estamos prontos a finalizar el primer cuarto de siglo desde el año 2000, un siglo que comenzó con miedo para algunos, y añadió que debemos iniciar el segundo cuarto del siglo con optimismo, especialmente por la causa de la libertad.

Fernández, por su parte, también termina el 2024 con optimismo. Indicó que “hay que ser conscientes de los desafíos, sobre todo para las libertades y derechos, pero también hay esperanzas”. Por ejemplo, mencionó el caso de Valencia y cómo, a pesar de la falta de ayuda por parte del Gobierno, “ha salido gente a ayudar y ha dado lo mejor de sí”.

Para darle cierre al 2024 y empezar el 2025, Ortiz recomendó iniciar “sin sentimiento de culpa por lo que somos. Al final del día, vivimos en sociedades con muchos problemas, con retos profundos, pero también hemos construido sociedades que tienen democracias y prosperidad”. Añadió que, si bien es importante no ignorar los problemas, “también debemos sentirnos orgullosos de lo que hemos hecho como países”. Fernández también agregó que es importante no tener miedo, pues es así como Occidente “fue lo que fue”.

Para finalizar, los mensajes son que “debemos transformar el miedo en esperanza”, que “se respiran tiempos de cambio”, y que “la libertad es ser responsable de uno mismo y, además, generosamente, hacerse responsable de los demás desde uno mismo. Tomar nuestras vidas en nuestras manos y volcarla hacia los demás para mejorar la situación del otro”.

Fundación Libertad y Desarrollo les desea una feliz Navidad y próspero año nuevo.

 

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2024, the Year We Survived
15 Dec 2024

En el programa de esta semana, analizamos los eventos que marcaron el 2024. 

 

Dionisio Gutiérrez comenzó resaltando que el cierre del 2024 da la sensación a un contexto similar al de la Segunda Guerra Mundial: El concierto de naciones no había sumado desde hace décadas un número tan grande de países que caigan en la categoría de Estados criminales o dictaduras, narcoestados o Estados fallidos, ni tampoco en las mismas democracias de Occidente se había dado un deterioro tan grave en la salud de sus democracias, en la independencia de las instituciones que las sustentan y la división de poderes. Los conflictos armados están desbordados, la economía del mundo sigue insuficiente y la política se convirtió en un desagüe”.

Asimismo, indicó que debemos preguntarnos por qué, cómo y cuándo “nos perdimos en el laberinto de las democracias de mentira y las republiquetas de matones, con presidentes corruptos o incapaces, diputados oportunistas y jueces indignos”.

Gutiérrez añadió que, además del lamentable estado político y geopolítico que vivimos, también atravesamos una época marcada por “la ideología del odio y del conflicto, el populismo, la desinformación, la imposición, la indiferencia de las élites y la ignorancia de los pueblos”. Esta combinación, indicó, “está deconstruyendo un mundo que puede terminar dominado por el desorden, la ingobernabilidad y el caos”, limitando así la libertad y el desarrollo.

Esta es la realidad que enfrenta el mundo y, aunque “no es el mensaje de fin de año que uno quisiera recibir”, debemos afrontarla. Para hacerlo, es indispensable que estemos informados, que “reencontremos el rumbo de la racionalidad política y económica, que aprendamos a vivir juntos los distintos y que seamos capaces de forjar contratos sociales y respetarlos para generar estabilidad y crecimiento”.

Para finalizar, Gutiérrez hace un llamado urgente a vivir con conocimiento, valor y libertad.

En el siguiente segmento, Gutiérrez entrevistó a Iván Espinosa de los Monteros, líder iberoamericano, y a Óscar Vara, doctor en economía y analista de política internacional, sobre los acontecimientos que marcaron al mundo en 2024.

Espinosa de los Monteros indicó que “el balance del año no es bueno para Iberoamérica. Ha sido un año en donde hemos visto cosas graves: unas elecciones en Venezuela en donde se ha hecho trampa, México ha optado por la radicalidad, en Uruguay se ha perdido una oportunidad [en las elecciones]”. A pesar de esto, considera que podríamos estar ante un punto de inflexión que genera esperanza. Como ejemplo, mencionó el caso de Argentina y los avances económicos que ha logrado.

En cuanto a España, Espinosa de los Monteros expresó que el país atraviesa un “mal momento político”. Señaló que el presidente tiene cada vez menos prestigio y destacó que “España no está ejerciendo una posición de liderazgo” que debería, especialmente en relación con los problemas que afectan directamente al país.

Sobre Venezuela, Espinosa de los Monteros afirmó que la toma de posesión de Edmundo González el próximo 10 de enero es esencial para que “se cumplan las reglas de juego democrático”, aunque lamentó que no sea algo que se pueda esperar con optimismo. Añadió además que Cuba es la principal responsable de la infiltración radical en Hispanoamérica.

Por otro lado, subrayó que es fundamental dar a conocer los éxitos de Javier Milei para demostrar que existe un modelo exitoso que genera bienestar. Es necesario mostrar que “las peores ideas de la historia, la del marxismo, no pueden seguir aplicándose y esperar distintos resultados”, aseguró.

Finalmente, Espinosa de los Monteros señaló que, para rescatar las democracias liberales, es imprescindible “extirpar todo atisbo de marxismo cultural que se ha implantado en los últimos 30 años”.

En cuanto a Vara, comenzó señalando uno de los acontecimientos que terminan mal en 2024: la guerra en Ucrania. Afirmó que “Rusia todavía tiene fuerza y está avanzando en el frente del este”. Sin embargo, mencionó que, considerando lo ocurrido en Siria, podríamos estar ante una oportunidad de pacificación en Oriente Próximo e incluso tal vez ante la “limitación de la fuerza de Rusia”.

Respecto a la caída de Bashar al-Ásad en Siria, Vara indicó que, aunque existían esperanzas de que se instaurara un régimen democrático, es aún muy pronto para saber qué cambios políticos traerá. Además, advirtió que es necesario ser escépticos ante la narrativa de que su derrocamiento fue sin intervención extranjera, ya que “Turquía ha tenido un papel muy relevante en armar y entrenar al Ejército sirio y al grupo que ha derrocado a al-Ásad”.

Sobre el futuro de Medio Oriente, Vara sostuvo que será complicado. En el caso de Irak, señaló que “puede ocurrir de todo. Es un país multiétnico y multirreligioso que podría fraccionarse”.  También mencionó que Líbano, al ser un país con características similares a Irak, enfrenta desafíos, aunque destacó que la debilitación de Hezbolá ofrece “una oportunidad al gobierno libio de volver a reconstruirse”.

Respecto a Israel, Vara señaló que, hasta ahora “ha conseguido todos sus objetivos”. Además, subrayó que, junto con el debilitamiento de Hezbolá, la caída del gobierno de Bashar al-Ásad ha desplazado la influencia de Irán: “Ahora mismo, Irán está un tanto arrinconada”.

Por último, Vara consideró que, con la nueva administración en Estados Unidos, “las cosas pueden cambiar mucho”. Aseguró que para el presidente entrante, es de interés “un mundo en paz y que comercie”, pero dudó que vaya a “defender dictaduras”. En su opinión, aplicará una política exterior basada en la “fuerza y negociaciones asimétricas”.

 

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2024, el año que sobrevivimos
15 Dec 2024

En el programa de esta semana, analizamos los eventos que marcaron el 2024. 

 

Dionisio Gutiérrez comenzó resaltando que el cierre del 2024 da la sensación a un contexto similar al de la Segunda Guerra Mundial: El concierto de naciones no había sumado desde hace décadas un número tan grande de países que caigan en la categoría de Estados criminales o dictaduras, narcoestados o Estados fallidos, ni tampoco en las mismas democracias de Occidente se había dado un deterioro tan grave en la salud de sus democracias, en la independencia de las instituciones que las sustentan y la división de poderes. Los conflictos armados están desbordados, la economía del mundo sigue insuficiente y la política se convirtió en un desagüe”.

Asimismo, indicó que debemos preguntarnos por qué, cómo y cuándo “nos perdimos en el laberinto de las democracias de mentira y las republiquetas de matones, con presidentes corruptos o incapaces, diputados oportunistas y jueces indignos”.

Gutiérrez añadió que, además del lamentable estado político y geopolítico que vivimos, también atravesamos una época marcada por “la ideología del odio y del conflicto, el populismo, la desinformación, la imposición, la indiferencia de las élites y la ignorancia de los pueblos”. Esta combinación, indicó, “está deconstruyendo un mundo que puede terminar dominado por el desorden, la ingobernabilidad y el caos”, limitando así la libertad y el desarrollo.

Esta es la realidad que enfrenta el mundo y, aunque “no es el mensaje de fin de año que uno quisiera recibir”, debemos afrontarla. Para hacerlo, es indispensable que estemos informados, que “reencontremos el rumbo de la racionalidad política y económica, que aprendamos a vivir juntos los distintos y que seamos capaces de forjar contratos sociales y respetarlos para generar estabilidad y crecimiento”.

Para finalizar, Gutiérrez hace un llamado urgente a vivir con conocimiento, valor y libertad.

En el siguiente segmento, Gutiérrez entrevistó a Iván Espinosa de los Monteros, líder iberoamericano, y a Óscar Vara, doctor en economía y analista de política internacional, sobre los acontecimientos que marcaron al mundo en 2024.

Espinosa de los Monteros indicó que “el balance del año no es bueno para Iberoamérica. Ha sido un año en donde hemos visto cosas graves: unas elecciones en Venezuela en donde se ha hecho trampa, México ha optado por la radicalidad, en Uruguay se ha perdido una oportunidad [en las elecciones]”. A pesar de esto, considera que podríamos estar ante un punto de inflexión que genera esperanza. Como ejemplo, mencionó el caso de Argentina y los avances económicos que ha logrado.

En cuanto a España, Espinosa de los Monteros expresó que el país atraviesa un “mal momento político”. Señaló que el presidente tiene cada vez menos prestigio y destacó que “España no está ejerciendo una posición de liderazgo” que debería, especialmente en relación con los problemas que afectan directamente al país.

Sobre Venezuela, Espinosa de los Monteros afirmó que la toma de posesión de Edmundo González el próximo 10 de enero es esencial para que “se cumplan las reglas de juego democrático”, aunque lamentó que no sea algo que se pueda esperar con optimismo. Añadió además que Cuba es la principal responsable de la infiltración radical en Hispanoamérica.

Por otro lado, subrayó que es fundamental dar a conocer los éxitos de Javier Milei para demostrar que existe un modelo exitoso que genera bienestar. Es necesario mostrar que “las peores ideas de la historia, la del marxismo, no pueden seguir aplicándose y esperar distintos resultados”, aseguró.

Finalmente, Espinosa de los Monteros señaló que, para rescatar las democracias liberales, es imprescindible “extirpar todo atisbo de marxismo cultural que se ha implantado en los últimos 30 años”.

En cuanto a Vara, comenzó señalando uno de los acontecimientos que terminan mal en 2024: la guerra en Ucrania. Afirmó que “Rusia todavía tiene fuerza y está avanzando en el frente del este”. Sin embargo, mencionó que, considerando lo ocurrido en Siria, podríamos estar ante una oportunidad de pacificación en Oriente Próximo e incluso tal vez ante la “limitación de la fuerza de Rusia”.

Respecto a la caída de Bashar al-Ásad en Siria, Vara indicó que, aunque existían esperanzas de que se instaurara un régimen democrático, es aún muy pronto para saber qué cambios políticos traerá. Además, advirtió que es necesario ser escépticos ante la narrativa de que su derrocamiento fue sin intervención extranjera, ya que “Turquía ha tenido un papel muy relevante en armar y entrenar al Ejército sirio y al grupo que ha derrocado a al-Ásad”.

Sobre el futuro de Medio Oriente, Vara sostuvo que será complicado. En el caso de Irak, señaló que “puede ocurrir de todo. Es un país multiétnico y multirreligioso que podría fraccionarse”.  También mencionó que Líbano, al ser un país con características similares a Irak, enfrenta desafíos, aunque destacó que la debilitación de Hezbolá ofrece “una oportunidad al gobierno libio de volver a reconstruirse”.

Respecto a Israel, Vara señaló que, hasta ahora “ha conseguido todos sus objetivos”. Además, subrayó que, junto con el debilitamiento de Hezbolá, la caída del gobierno de Bashar al-Ásad ha desplazado la influencia de Irán: “Ahora mismo, Irán está un tanto arrinconada”.

Por último, Vara consideró que, con la nueva administración en Estados Unidos, “las cosas pueden cambiar mucho”. Aseguró que para el presidente entrante, es de interés “un mundo en paz y que comercie”, pero dudó que vaya a “defender dictaduras”. En su opinión, aplicará una política exterior basada en la “fuerza y negociaciones asimétricas”.

 

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Demographics and the Future of the World
08 Dec 2024

En el programa de esta semana, analizamos los cambios demográficos que atraviesa el mundo.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando cómo, en los últimos 25 años, en tres países de Asia, uno de África y uno de América Latina, la mitad de los niños nacidos sufrió desnutrición crónica, lo que ha dejado secuelas permanentes en su desarrollo cognitivo.

Por otro lado, mencionó que, en 2045, “las minorías serán mayoría en Estados Unidos”, un cambio demográfico que refleja la transformación global en curso. Europa también experimentará una gran transformación para 2050, con la llegada de inmigrantes de diversas partes del mundo que cambiarán la composición de sus sociedades, indicó Gutiérrez.

En América Latina, a pesar del bono demográfico de jóvenes, la región sigue atrapada “en el populismo, el subdesarrollo político, la corrupción y el narcotráfico”, con gobiernos que no logran impulsar el desarrollo y el bienestar de sus naciones.

Por otro lado, Gutiérrez presentó la dualidad de los movimientos demográficos, y cómo “demográficos han reducido las diferencias globales prácticas y han pintado las ciudades de colores, pero también es cierto que están creciendo las molestias e incluso los conflictos por el rompecabezas social, étnico y cultural que se ha formado en un mundo cada día más complejo e insuficiente”.   

Para finalizar, Gutiérrez indicó que, aunque los movimientos demográficos están cambiando la geografía social, será la lucha constante de los seres humanos “por sobrevivir, y su permanente búsqueda de seguridad, oportunidades y libertad las motivaciones que le harán incluso ofrecer su vida por su futuro y el de los suyos”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Astrid Arriaza, doctora en demografía y estadística, y a Enrique Couto, fundador de Visualpolitik, sobre los cambios demográficos que atraviesa el mundo y sus retos.

Arriaza resaltó que la migración es uno de los temas fundamentales de la demografía. Indicó que hay estudios que demuestran que “existe una disminución de la fecundidad y una disminución de la población en áreas que expulsan una gran cantidad de personas en busca de oportunidades de trabajo”. 

Además, Arriaza explicó que para países receptores con poca capacidad de controlar “dónde se distribuyen y la cantidad de migrantes, así como algunas de sus características para planificar y ejecutar políticas públicas”, genera mayor presión en los sistemas por este fenómeno en comparación con los países que tienen mayor control sobre la misma.

De manera similar, Arriaza indicó que en los países más desarrollados, que tienen una larga historia de incorporación migratoria y de implementación de políticas públicas al respecto, la integración al sistema económico y social suele representar un desafío menor. Esto se debe a que, en contraste, en aquellos países donde el flujo migratorio no era un problema hasta hace poco o no se percibía como tal, y especialmente en aquellos con sistemas que enfrentan limitaciones para implementar políticas para su propia población, el reto es considerablemente mayor.

Respecto a la disminución en las tasas de natalidad y su correlación con la generación de riqueza, Arriaza afirmó que esta tendencia comenzó en países desarrollados, pero agregó que ya es una tendencia global: “Esto ya sucede en Asia, en África, en Latinoamérica, y no existe un país en el mundo en donde no se haya mostrado un declive o una reducción de la tasa de fecundidad de la población”. Sin embargo, explicó que sí existen diferencias en la velocidad en que la natalidad se reduce en el mundo.

Por último, Arriaza comentó que, para algunos autores, la reducción en la tasa de natalidad sí es un efecto inevitable del desarrollo, especialmente, como producto del acceso a la educación: “El incremento en el acceso a educación de la población, particularmente en mujeres, tiene un efecto que reduce la tasa de fecundidad de manera natural, ya que las mujeres están inmersas dentro de una institución que les provee conocimiento que las desvincula de un rol [únicamente] reproductivo”.

Por su parte, Couto indicó que, para aprovechar sus proyecciones demográficas, América Latina tiene dos vías. Primero, aprovechar los flujos migratorios: “Pueden llevar a muchísima gente joven a las economías ricas para generar lazos comerciales, económicos y de ahorro”. Por otro lado, “las empresas, las industrias, demandarán instalarse en aquellos lugares donde va a haber gente joven, eso es una ventaja competitiva enorme”.

A pesar de que América Latina tiene la “materia prima”, tiene jóvenes en edades productivas, Couto expresó que le “faltan una serie de condiciones: educación, formación y seguridad jurídica para que las empresas nazcan, crezcan y se desarrollen”. 

Por otro lado, Couto indicó que, las proyecciones indican que, “para 2050, el 25 % de la población mundial vivirá en África y se estima que, para finales de siglo, será casi el 40 %”. Esto hará que tengamos que “adaptarnos a las nuevas realidades”. Además, mencionó que, a su criterio, esta tendencia será difícil de revertir, pues “las políticas de incentivo a la natalidad no han funcionado”.

Respecto a los retos que enfrentan los sectores productivos que dependen de una población joven y si la migración desde países con menores oportunidades hacia países más desarrollados es una solución, Couto explicó que podría ser más fácil entre países que comparten similitudes culturales. Por ejemplo, “los lazos que unen a América Latina y España lo hacen mucho más fácil, como también lo es entre América Latina y Estados Unidos, pero en el resto del mundo es complicado”. También expuso el ejemplo de Dinamarca, donde se ha encontrado que, “la población migrante que llega de países mucho más pobres no alcanza niveles de productividad capaces de generar riqueza”.

Para finalizar, Couto resaltó que la forma de mitigar el desafío demográfico en países desarrollados será la automatización.

 

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La demografía y el futuro del mundo
08 Dec 2024

En el programa de esta semana, analizamos los cambios demográficos que atraviesa el mundo.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando cómo, en los últimos 25 años, en tres países de Asia, uno de África y uno de América Latina, la mitad de los niños nacidos sufrió desnutrición crónica, lo que ha dejado secuelas permanentes en su desarrollo cognitivo.

Por otro lado, mencionó que, en 2045, “las minorías serán mayoría en Estados Unidos”, un cambio demográfico que refleja la transformación global en curso. Europa también experimentará una gran transformación para 2050, con la llegada de inmigrantes de diversas partes del mundo que cambiarán la composición de sus sociedades, indicó Gutiérrez.

En América Latina, a pesar del bono demográfico de jóvenes, la región sigue atrapada “en el populismo, el subdesarrollo político, la corrupción y el narcotráfico”, con gobiernos que no logran impulsar el desarrollo y el bienestar de sus naciones.

Por otro lado, Gutiérrez presentó la dualidad de los movimientos demográficos, y cómo “demográficos han reducido las diferencias globales prácticas y han pintado las ciudades de colores, pero también es cierto que están creciendo las molestias e incluso los conflictos por el rompecabezas social, étnico y cultural que se ha formado en un mundo cada día más complejo e insuficiente”.   

Para finalizar, Gutiérrez indicó que, aunque los movimientos demográficos están cambiando la geografía social, será la lucha constante de los seres humanos “por sobrevivir, y su permanente búsqueda de seguridad, oportunidades y libertad las motivaciones que le harán incluso ofrecer su vida por su futuro y el de los suyos”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Astrid Arriaza, doctora en demografía y estadística, y a Enrique Couto, fundador de Visualpolitik, sobre los cambios demográficos que atraviesa el mundo y sus retos.

Arriaza resaltó que la migración es uno de los temas fundamentales de la demografía. Indicó que hay estudios que demuestran que “existe una disminución de la fecundidad y una disminución de la población en áreas que expulsan una gran cantidad de personas en busca de oportunidades de trabajo”. 

Además, Arriaza explicó que para países receptores con poca capacidad de controlar “dónde se distribuyen y la cantidad de migrantes, así como algunas de sus características para planificar y ejecutar políticas públicas”, genera mayor presión en los sistemas por este fenómeno en comparación con los países que tienen mayor control sobre la misma.

De manera similar, Arriaza indicó que en los países más desarrollados, que tienen una larga historia de incorporación migratoria y de implementación de políticas públicas al respecto, la integración al sistema económico y social suele representar un desafío menor. Esto se debe a que, en contraste, en aquellos países donde el flujo migratorio no era un problema hasta hace poco o no se percibía como tal, y especialmente en aquellos con sistemas que enfrentan limitaciones para implementar políticas para su propia población, el reto es considerablemente mayor.

Respecto a la disminución en las tasas de natalidad y su correlación con la generación de riqueza, Arriaza afirmó que esta tendencia comenzó en países desarrollados, pero agregó que ya es una tendencia global: “Esto ya sucede en Asia, en África, en Latinoamérica, y no existe un país en el mundo en donde no se haya mostrado un declive o una reducción de la tasa de fecundidad de la población”. Sin embargo, explicó que sí existen diferencias en la velocidad en que la natalidad se reduce en el mundo.

Por último, Arriaza comentó que, para algunos autores, la reducción en la tasa de natalidad sí es un efecto inevitable del desarrollo, especialmente, como producto del acceso a la educación: “El incremento en el acceso a educación de la población, particularmente en mujeres, tiene un efecto que reduce la tasa de fecundidad de manera natural, ya que las mujeres están inmersas dentro de una institución que les provee conocimiento que las desvincula de un rol [únicamente] reproductivo”.

Por su parte, Couto indicó que, para aprovechar sus proyecciones demográficas, América Latina tiene dos vías. Primero, aprovechar los flujos migratorios: “Pueden llevar a muchísima gente joven a las economías ricas para generar lazos comerciales, económicos y de ahorro”. Por otro lado, “las empresas, las industrias, demandarán instalarse en aquellos lugares donde va a haber gente joven, eso es una ventaja competitiva enorme”.

A pesar de que América Latina tiene la “materia prima”, tiene jóvenes en edades productivas, Couto expresó que le “faltan una serie de condiciones: educación, formación y seguridad jurídica para que las empresas nazcan, crezcan y se desarrollen”. 

Por otro lado, Couto indicó que, las proyecciones indican que, “para 2050, el 25 % de la población mundial vivirá en África y se estima que, para finales de siglo, será casi el 40 %”. Esto hará que tengamos que “adaptarnos a las nuevas realidades”. Además, mencionó que, a su criterio, esta tendencia será difícil de revertir, pues “las políticas de incentivo a la natalidad no han funcionado”.

Respecto a los retos que enfrentan los sectores productivos que dependen de una población joven y si la migración desde países con menores oportunidades hacia países más desarrollados es una solución, Couto explicó que podría ser más fácil entre países que comparten similitudes culturales. Por ejemplo, “los lazos que unen a América Latina y España lo hacen mucho más fácil, como también lo es entre América Latina y Estados Unidos, pero en el resto del mundo es complicado”. También expuso el ejemplo de Dinamarca, donde se ha encontrado que, “la población migrante que llega de países mucho más pobres no alcanza niveles de productividad capaces de generar riqueza”.

Para finalizar, Couto resaltó que la forma de mitigar el desafío demográfico en países desarrollados será la automatización.

 

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