En el programa de esta semana, analizamos la tercera victoria de Venezuela y las opiniones de los familiares del Ejército de la dictadura.
Dionisio Gutiérrez inició instando a los venezolanos a seguir “dando la batalla de su vida por su libertad, su democracia y su futuro.” Indicando que están “más cerca que nunca de la tercera victoria, que es alcanzar el poder. Las dos primeras batallas, la espiritual y la política, ya las ganaron, hace tiempo y por paliza.”
Luego, señala a los gobiernos que apoyan al régimen criminal de Nicolás Maduro: “En nuestro continente, los gobiernos de Brasil, México y Colombia están jugando un papel sucio y cómplice, vergonzoso, casi criminal. Lula, AMLO y Petro, populistas, autócratas frustrados y corruptos, con esto, pasarán a la historia como los mamarrachos pajes de Pekín, Moscú y Teherán.”
Recordando el juicio de Nuremberg en 1945, Gutiérrez hace un llamado a la comunidad internacional: “Los crímenes que se deben condenar y castigar han sido calculados y cometidos malignamente de una manera tan brutal contra el pueblo venezolano, que, las naciones civilizadas del mundo no pueden, no deben, ignorar su juicio, su condena y su castigo. Si la comunidad internacional quiere paz, respeto y justicia en el mundo, no puede ni debe permitir que continúen los secuestros, la represión y los asesinatos de Estado en Venezuela.”
Por último, Gutiérrez reflexiona sobre la oportunidad que se vive en Venezuela: “Este es el momento de la Venezuela que quiere libertad. Este es el momento en que el pueblo venezolano debe hacer que se respete su voluntad, a cualquier costo. Este es el momento de la libertad y la democracia para Venezuela. La tercera victoria está cerca, y por eso, la luchar debe ser hasta el final.”
En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Ludmila Padrino, prima hermana de Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa de Venezuela, sobre los soldados y los oficiales de las Fuerzas Armadas y la responsabilidad e influencia que sobre ellos tienen, o pueden tener, sus familias dentro y fuera de Venezuela.
Ludmila Padrino inició expresando que su decisión de hablar públicamente hacia Vladimir Padrino se debe a un sentido de deber para llegar a la conciencia de “un pilar que ha sustentado esta cruel dictadura, y como ciudadana venezolana que padece, siente y sufre lo mismo que está sufriendo la gente en Venezuela en este momento.”
Por otro lado, respecto a qué tan frágil está la dictadura por presiones internas en las Fuerzas Armadas, comenta que, a su parecer, está muy débil: “Esos funcionarios, oficiales de todos los estratos, rangos y jerarquías, ellos también fueron a votar. Ellos vieron el sentimiento del pueblo y no todos están de acuerdo con esta ideología.”
En cuanto al sentimiento y ánimo de las familias de los militares tras tantos años de dictadura, Ludmila piensa que existe una presión interna muy grande: “Es el mismo descontento que sentimos todos los familiares. Estamos cansados del sufrimiento, no solamente del propio, sino también del sufrimiento ajeno de nuestros vecinos, de nuestros amigos, de nuestros familiares. Conozco varios familiares de militares que están, a lo interno, ejerciendo esta misma función de tratar de llamar a sus familiares a la reflexión.”
Considera que para que el Ejército se una al pueblo y le haga entender a la dictadura que está perdida, los miembros de las Fuerzas Armadas “tienen que perder el miedo. Tienen que conocer cuáles son los derechos que los amparan a ellos para poder dar ese paso. Y, además, que entiendan que si no lo hacen, que si ellos acatan decisiones que son contrarias a la Constitución, ellos también están incurriendo en un delito.”
Luego, Ludmila da un mensaje a las familias de los soldados y oficiales venezolanos: “Les diría que no nos abandonen, que nos protejan, que luchen con nosotros porque somos uno solo: soldados, civiles, somos todos venezolanos. Somos todos una familia y necesitamos luchar por esa Venezuela tan hermosa, tan especial, un país lleno de gente alegre, luchadora. Les diría, por favor, colóquense del lado correcto y luchemos juntos contra esta dictadura que nos ha hundido en un profundo abismo, pero del cual vamos a salir todos airosos.”
Por último, Ludmila Padrino le envía un mensaje a su primo, Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa de Venezuela: “Le diría que basta ya, que ya llegó el momento, que ya hicieron suficiente mal, que acabaron con un país rico, no solamente en recursos, sino en gente valiosa que han acabado con nuestras familias. Pero que no nos han quitado el miedo, y que ellos, y específicamente él, es el gran responsable de todo este desastre que nos ha tocado vivir. Le pediría que por favor reconsidere y que tome la decisión correcta.”
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