Articulo largo

Are We a World Full of Ignorant People?
01 Dic 2024

En el programa de esta semana, analizamos la falta de pensamiento crítico en un mundo sobre informado.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó planteando la pregunta: “¿cuántas de las decisiones que toma cada día están basadas en emociones o impulsos? ¿Dónde quedan el análisis racional o la justificación económica?” Señaló que, en un mundo con fácil acceso a la información, a menudo falsa o cuestionable, es común que grupos e intereses intenten manipularnos para influir en nuestras decisiones.

Como consecuencia de la sobreinformación y su manipulación, la ignorancia, un “rasgo común en la naturaleza humana, que ha sido siempre un virus presente en la historia de las naciones, se ha convertido en epidemia en el mundo de hoy”. Vencer esta situación es complejo, pues “lo fácil es creer lo que nos cuentan o hacer lo mismo que hacen los demás”.

Además, Gutiérrez destacó que otra amenaza son las burbujas generadas por las redes sociales: “En cada una, se consume y se cree la misma información que, por lo general, es distinta en cada burbuja y casi ninguna pasa los filtros de la verdad o la objetividad. Lo grave es que así se refuerzan la desinformación y la mentira, que cada día se cuestionan menos y, por eso, se refuerzan el fracaso, la derrota y la decepción”.

Por esta razón, subrayó la importancia de recordar que “la información no siempre conduce a la verdad. El poder no es sinónimo de sabiduría, ni da la razón, y mucho menos es dueño de la verdad. Por eso, la importancia de cuestionar, de dudar y desarrollar un pensamiento crítico”. Gutiérrez recordó cómo la manipulación de la información y del discurso ha causado daño y destrucción en la historia, como en el caso del nazismo y el estalinismo, y cómo el daño sigue siendo provocado por “distintas versiones del populismo autoritario, que son más de lo mismo con empaque distinto”.   

Para concluir, Gutiérrez hizo un llamado a recordar que “la libertad política y la libertad económica son inseparables, y que un sistema judicial independiente y eficiente garantizan nuestros derechos”, instando a no caer en la sumisión ni en la esclavitud.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Nelson Rauda, periodista y editor de contenido digital, y a Juan Ignacio Ardón, psicólogo clínico y catedrático universitario, sobre la indiferencia en las sociedades actuales y el impacto social de la desinformación. 

Rauda explicó que la razón por la cual vivimos en sociedad divididas en burbujas de información se debe a que esta se “prioriza para retener a la gente la mayor cantidad de tiempo posible”. Al haber un alto flujo de información, dijo, el intercambio comunicativo se complica.

Sobre por qué prevalecen los movimientos populistas y cómo sus discursos se propagan a través de las redes sociales, Rauda señaló que considera que “la gente ve a los populismos como más efectivos”. En el caso específico de El Salvador, subrayó que este fenómeno se ha dado, pero a largo plazo terminará “dañando a los salvadoreños”. 

Por otro lado, Rauda destacó que “cada vez es más difícil distinguir qué es verdad y qué es mentira”, y que los chismes y las mentiras se propagan con mayor facilidad. A esto agregó que,por esta razón, es más fácil hacer “los titulares más cortos, frases más cortas, que explicar lo que [realmente] pasa en el mundo”. También mencionó que es responsabilidad de los periodistas “hacer que lo importante sea interesante” y, sobre todo, informar correctamente a la población.

Para finalizar, Rauda enfatizó que enfrentar la desinformación y la mentira es “una responsabilidad individual”. Es necesario “tratar de cuestionar todo, de ejercer mentalidad crítica y tener escepticismo con todo lo que vemos en redes sociales”.

Por su parte, Ardón explicó que el consumo de contenido negativo, falso y manipulador tiene un efecto emocional en las personas: “No nos permite hacer buenos razonamientos, juicios correctos. Nos pone en una situación alejada del conocimiento y más apegada a riñas entre personas, entre opiniones. Por ende, nos lleva a aspectos mucho más emocionales y más aptos para dividirnos y más apto para manipulaciones que nos dividen entre buenos y malos”.

Respecto a los efectos de la ansiedad y la incertidumbre sobre el futuro, y cómo estas nos predisponen a aceptar soluciones fáciles y radicales, como las propuestas por los populistas y autoritarios, Ardón señaló que, en términos psicológicos, esto se debe a la falta de autoestima y la susceptibilidad a ser influenciado: “El populismo, por ejemplo, genera dos condiciones psicológicas. Primero, una connotación de evasión, me permite evadir la realidad, la cual creo que no puedo lidiar con ella. Segundo, genera una connotación de salvación, en donde otros van a hacer el trabajo por mí”.

Además, Ardón destacó que es fundamental promover el pensamiento crítico desde la infancia para evitar caer en manipulaciones. Este tipo de pensamiento implica entender que “toda la verdad debe ser probable, que se debe revisar la calidad de la evidencia, que una autoridad no necesariamente dice la verdad y, por último, que requiere de un esfuerzo individual y una mente activa para distinguir entre lo que es correcto y lo que no”.

Por último, Ardón señaló que los altos niveles de estrés y la crisis que esto genera en las personas tienen una incidencia directa en la atracción que genera el populismo, así como en las salidas radicales y violentas. Aseguró que tanto la sensación de malestar como la falta de juicio propician el populismo, que “es a la política lo que la comida rápida es a la alimentación: una respuesta rápida, que requiere poco esfuerzo y que genera la fantasía de que va a resolver el problema”.

Para ver el programa completo, haga clic aquí.

¿Somos un mundo lleno de ignorantes?
01 Dic 2024

En el programa de esta semana, analizamos la falta de pensamiento crítico en un mundo sobre informado.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó planteando la pregunta: “¿cuántas de las decisiones que toma cada día están basadas en emociones o impulsos? ¿Dónde quedan el análisis racional o la justificación económica?” Señaló que, en un mundo con fácil acceso a la información, a menudo falsa o cuestionable, es común que grupos e intereses intenten manipularnos para influir en nuestras decisiones.

Como consecuencia de la sobreinformación y su manipulación, la ignorancia, un “rasgo común en la naturaleza humana, que ha sido siempre un virus presente en la historia de las naciones, se ha convertido en epidemia en el mundo de hoy”. Vencer esta situación es complejo, pues “lo fácil es creer lo que nos cuentan o hacer lo mismo que hacen los demás”.

Además, Gutiérrez destacó que otra amenaza son las burbujas generadas por las redes sociales: “En cada una, se consume y se cree la misma información que, por lo general, es distinta en cada burbuja y casi ninguna pasa los filtros de la verdad o la objetividad. Lo grave es que así se refuerzan la desinformación y la mentira, que cada día se cuestionan menos y, por eso, se refuerzan el fracaso, la derrota y la decepción”.

Por esta razón, subrayó la importancia de recordar que “la información no siempre conduce a la verdad. El poder no es sinónimo de sabiduría, ni da la razón, y mucho menos es dueño de la verdad. Por eso, la importancia de cuestionar, de dudar y desarrollar un pensamiento crítico”. Gutiérrez recordó cómo la manipulación de la información y del discurso ha causado daño y destrucción en la historia, como en el caso del nazismo y el estalinismo, y cómo el daño sigue siendo provocado por “distintas versiones del populismo autoritario, que son más de lo mismo con empaque distinto”.   

Para concluir, Gutiérrez hizo un llamado a recordar que “la libertad política y la libertad económica son inseparables, y que un sistema judicial independiente y eficiente garantizan nuestros derechos”, instando a no caer en la sumisión ni en la esclavitud.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Nelson Rauda, periodista y editor de contenido digital, y a Juan Ignacio Ardón, psicólogo clínico y catedrático universitario, sobre la indiferencia en las sociedades actuales y el impacto social de la desinformación. 

Rauda explicó que la razón por la cual vivimos en sociedad divididas en burbujas de información se debe a que esta se “prioriza para retener a la gente la mayor cantidad de tiempo posible”. Al haber un alto flujo de información, dijo, el intercambio comunicativo se complica.

Sobre por qué prevalecen los movimientos populistas y cómo sus discursos se propagan a través de las redes sociales, Rauda señaló que considera que “la gente ve a los populismos como más efectivos”. En el caso específico de El Salvador, subrayó que este fenómeno se ha dado, pero a largo plazo terminará “dañando a los salvadoreños”. 

Por otro lado, Rauda destacó que “cada vez es más difícil distinguir qué es verdad y qué es mentira”, y que los chismes y las mentiras se propagan con mayor facilidad. A esto agregó que,por esta razón, es más fácil hacer “los titulares más cortos, frases más cortas, que explicar lo que [realmente] pasa en el mundo”. También mencionó que es responsabilidad de los periodistas “hacer que lo importante sea interesante” y, sobre todo, informar correctamente a la población.

Para finalizar, Rauda enfatizó que enfrentar la desinformación y la mentira es “una responsabilidad individual”. Es necesario “tratar de cuestionar todo, de ejercer mentalidad crítica y tener escepticismo con todo lo que vemos en redes sociales”.

Por su parte, Ardón explicó que el consumo de contenido negativo, falso y manipulador tiene un efecto emocional en las personas: “No nos permite hacer buenos razonamientos, juicios correctos. Nos pone en una situación alejada del conocimiento y más apegada a riñas entre personas, entre opiniones. Por ende, nos lleva a aspectos mucho más emocionales y más aptos para dividirnos y más apto para manipulaciones que nos dividen entre buenos y malos”.

Respecto a los efectos de la ansiedad y la incertidumbre sobre el futuro, y cómo estas nos predisponen a aceptar soluciones fáciles y radicales, como las propuestas por los populistas y autoritarios, Ardón señaló que, en términos psicológicos, esto se debe a la falta de autoestima y la susceptibilidad a ser influenciado: “El populismo, por ejemplo, genera dos condiciones psicológicas. Primero, una connotación de evasión, me permite evadir la realidad, la cual creo que no puedo lidiar con ella. Segundo, genera una connotación de salvación, en donde otros van a hacer el trabajo por mí”.

Además, Ardón destacó que es fundamental promover el pensamiento crítico desde la infancia para evitar caer en manipulaciones. Este tipo de pensamiento implica entender que “toda la verdad debe ser probable, que se debe revisar la calidad de la evidencia, que una autoridad no necesariamente dice la verdad y, por último, que requiere de un esfuerzo individual y una mente activa para distinguir entre lo que es correcto y lo que no”.

Por último, Ardón señaló que los altos niveles de estrés y la crisis que esto genera en las personas tienen una incidencia directa en la atracción que genera el populismo, así como en las salidas radicales y violentas. Aseguró que tanto la sensación de malestar como la falta de juicio propician el populismo, que “es a la política lo que la comida rápida es a la alimentación: una respuesta rápida, que requiere poco esfuerzo y que genera la fantasía de que va a resolver el problema”.

Para ver el programa completo, haga clic aquí.

65 years of loneliness
24 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos la dictadura cubana.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó resaltando los 65 años de la dictadura cubana, “la más larga en la historia de América Latina”, y se preguntó cómo es posible que un grupo “se roben un país e impongan, con fusil en mano, una dictadura en la que quien desobedece o reclama, es encerrado en jaulas, es asesinado o forzado a emigrar”.

Gutiérrez destacó que la tiranía cubana no solo es una amenaza para quienes habitan en la isla, sino también para el Occidente libre: “desde La Habana se conspira y se sabotean las débiles democracias latinoamericanas”. Además, señaló que no debemos olvidar a los políticos latinoamericanos que son cómplices y facilitadores de “la sucia, tiránica y sanguinaria dictadura cubana”, como “Zapatero, Lula, AMLO, Evo Morales, Correa y Petro”. 

La respuesta del mundo libre es nula, ante lo cual debemos preguntarnos: “¿Van Nicaragua y Venezuela por el mismo camino? ¿Cuándo verán los pueblos cubano, nica y venezolano la luz de la libertad? ¿Se puede repetir alguna variante de ese modelo autoritario, antidemocrático y represivo en otros países del continente? ¿Qué países están en riesgo?”. Gutiérrez finalizó recordando que, si bien “libertad es el regalo más grande que nos dieron los cielos”, esta no se cuida sola. 

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Juan Claudio Lechín, economista y escritor, y a Magdiel Jorge Castro, periodista y activista de derechos humanos, sobre la dictadura en Cuba. 

Lechín considera que el mundo libre se ha olvidado de Cuba, en parte debido a la propaganda marxista que ha permeado en “los sectores académicos y artísticos”, los cuales han logrado “construir no solo una narrativa, sino una cosmovisión” en torno a las ideas comunistas.

Cuba atraviesa un momento de debilidad sin precedentes. Hay una crisis energética, huracanes y terremotos, con consecuencias humanitarias devastadoras. ¿Podría este ser un momento de esperanza para los cubanos, en el que la tiranía tenga los días contados? Para Lechín, esto es poco probable, pues considera que son tácticas utilizadas por la dictadura para reprimir al pueblo. Por ejemplo, destacó que los apagones son “un viejo recurso que se usa desde los años sesenta para hostigar y estresar al pueblo cubano y, finalmente, dominarlo u obligarlo a que se vaya”. Explicó que, al salir de la isla hacia Estados Unidos, el régimen se mantiene a través de las remesas que envían. 

En cuanto a si existen luchas y conflictos de poder dentro del régimen castrista, Lechín afirmó que, sin duda, los hay. Destacó que el régimen es “una estructura militar” y que “quienes manejan Cuba son las Fuerzas Armadas”. Por lo tanto, “tienen que haber problemas internos, porque el ser humano busca el poder”.

Sobre la influencia de Cuba en la región latinoamericana, Lechín señaló que se manifiesta a través del socialismo del siglo XXI. “Cambian al guerrillero heroico de las guerrillas de los años sesenta por el abogado y el movimiento social. En lugar de tomar el poder por vía de la violencia, la guerra santa revolucionaria la toman por vía de la democracia”.

Por su parte, Castro comenzó contextualizando la situación actual de Cuba: “La situación es crítica, porque en la crisis económica no ha habido un tiempo donde hay abundancia. También hay una crisis energética agravada con una falta de combustible total”.

Para Castro, el olvido de Cuba por parte del mundo se debe, en parte, al “romanticismo, casi siempre, de un sector afiliado a la izquierda, que ve en Cuba un depositario de sus frustraciones, de esa revolución que vino a romper un modelo que detestan. Pero la realidad, contada por los exiliados, es que no funciona y que ha sumido a mi país en el caos y en la crisis humanitaria más grande, junto a Venezuela, que tiene América Latina”.

Respecto a la doble moral de quienes critican los excesos de los gobiernos democráticos de derecha, pero no lo hacen con Cuba, Castro destacó que es una contradicción, pues en “Cuba no podrían hacer uso de esos derechos que tanto utilizan en América Latina; estarían todos presos”. También expresó no entender la doble vara de la izquierda en la región, que “no quiere para los cubanos los derechos que ellos disfrutan en las democracias liberales, que pueden ser muy imperfectas, pero en la que gozan de derechos políticos, como los vemos todos los días en América Latina, manifestándose libremente en las calles”. 

Por otro lado, Castro considera que ha habido un cambio en la actitud de los cubanos. A pesar de que “Cuba está bajo un estado totalitario de corte estalinista, donde la protesta social es prácticamente un suicidio desde el punto de vista social y político”, ver a los cubanos protestando ofrece esperanza, señaló.

Para finalizar, indicó que se estima que hay alrededor de 1,102 presos políticos en Cuba, “sometidos en condiciones muy críticas”.

Para ver el programa completo, haga clic aquí.

65 años de soledad
24 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos la dictadura cubana.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó resaltando los 65 años de la dictadura cubana, “la más larga en la historia de América Latina”, y se preguntó cómo es posible que un grupo “se roben un país e impongan, con fusil en mano, una dictadura en la que quien desobedece o reclama, es encerrado en jaulas, es asesinado o forzado a emigrar”.

Gutiérrez destacó que la tiranía cubana no solo es una amenaza para quienes habitan en la isla, sino también para el Occidente libre: “desde La Habana se conspira y se sabotean las débiles democracias latinoamericanas”. Además, señaló que no debemos olvidar a los políticos latinoamericanos que son cómplices y facilitadores de “la sucia, tiránica y sanguinaria dictadura cubana”, como “Zapatero, Lula, AMLO, Evo Morales, Correa y Petro”. 

La respuesta del mundo libre es nula, ante lo cual debemos preguntarnos: “¿Van Nicaragua y Venezuela por el mismo camino? ¿Cuándo verán los pueblos cubano, nica y venezolano la luz de la libertad? ¿Se puede repetir alguna variante de ese modelo autoritario, antidemocrático y represivo en otros países del continente? ¿Qué países están en riesgo?”. Gutiérrez finalizó recordando que, si bien “libertad es el regalo más grande que nos dieron los cielos”, esta no se cuida sola. 

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Juan Claudio Lechín, economista y escritor, y a Magdiel Jorge Castro, periodista y activista de derechos humanos, sobre la dictadura en Cuba. 

Lechín considera que el mundo libre se ha olvidado de Cuba, en parte debido a la propaganda marxista que ha permeado en “los sectores académicos y artísticos”, los cuales han logrado “construir no solo una narrativa, sino una cosmovisión” en torno a las ideas comunistas.

Cuba atraviesa un momento de debilidad sin precedentes. Hay una crisis energética, huracanes y terremotos, con consecuencias humanitarias devastadoras. ¿Podría este ser un momento de esperanza para los cubanos, en el que la tiranía tenga los días contados? Para Lechín, esto es poco probable, pues considera que son tácticas utilizadas por la dictadura para reprimir al pueblo. Por ejemplo, destacó que los apagones son “un viejo recurso que se usa desde los años sesenta para hostigar y estresar al pueblo cubano y, finalmente, dominarlo u obligarlo a que se vaya”. Explicó que, al salir de la isla hacia Estados Unidos, el régimen se mantiene a través de las remesas que envían. 

En cuanto a si existen luchas y conflictos de poder dentro del régimen castrista, Lechín afirmó que, sin duda, los hay. Destacó que el régimen es “una estructura militar” y que “quienes manejan Cuba son las Fuerzas Armadas”. Por lo tanto, “tienen que haber problemas internos, porque el ser humano busca el poder”.

Sobre la influencia de Cuba en la región latinoamericana, Lechín señaló que se manifiesta a través del socialismo del siglo XXI. “Cambian al guerrillero heroico de las guerrillas de los años sesenta por el abogado y el movimiento social. En lugar de tomar el poder por vía de la violencia, la guerra santa revolucionaria la toman por vía de la democracia”.

Por su parte, Castro comenzó contextualizando la situación actual de Cuba: “La situación es crítica, porque en la crisis económica no ha habido un tiempo donde hay abundancia. También hay una crisis energética agravada con una falta de combustible total”.

Para Castro, el olvido de Cuba por parte del mundo se debe, en parte, al “romanticismo, casi siempre, de un sector afiliado a la izquierda, que ve en Cuba un depositario de sus frustraciones, de esa revolución que vino a romper un modelo que detestan. Pero la realidad, contada por los exiliados, es que no funciona y que ha sumido a mi país en el caos y en la crisis humanitaria más grande, junto a Venezuela, que tiene América Latina”.

Respecto a la doble moral de quienes critican los excesos de los gobiernos democráticos de derecha, pero no lo hacen con Cuba, Castro destacó que es una contradicción, pues en “Cuba no podrían hacer uso de esos derechos que tanto utilizan en América Latina; estarían todos presos”. También expresó no entender la doble vara de la izquierda en la región, que “no quiere para los cubanos los derechos que ellos disfrutan en las democracias liberales, que pueden ser muy imperfectas, pero en la que gozan de derechos políticos, como los vemos todos los días en América Latina, manifestándose libremente en las calles”. 

Por otro lado, Castro considera que ha habido un cambio en la actitud de los cubanos. A pesar de que “Cuba está bajo un estado totalitario de corte estalinista, donde la protesta social es prácticamente un suicidio desde el punto de vista social y político”, ver a los cubanos protestando ofrece esperanza, señaló.

Para finalizar, indicó que se estima que hay alrededor de 1,102 presos políticos en Cuba, “sometidos en condiciones muy críticas”.

Para ver el programa completo, haga clic aquí.

Living Together, Respectfully, in Freedom
17 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos el proceso de desglobalización que atraviesa el mundo y sus implicaciones.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre la interconectividad del mundo y los factores comunes que compartimos como humanidad: las necesidades, los sueños y las ambiciones. A pesar de los conflictos y los ciclos de retrocesos, subrayó que estamos cada vez “más comunicados, mezclados y relacionados”.

Sin embargo, señaló que hoy nos enfrentamos a un ciclo de desglobalización, caracterizado por la reducción del comercio mundial y el proteccionismo económico, lo cual, advirtió, “trae peligros graves a corto plazo”. No obstante, Gutiérrez afirmó que este ciclo, al igual que los anteriores, pasará, y que los verdaderos desafíos del mundo actual radican en “la degradación política” y en cómo el mundo “se hace cada vez más ingobernable”.

Para concluir, Gutiérrez recordó que “lo primordial, lo fundamental, el origen de la creación, es el individuo, su libertad individual y la responsabilidad” con la que la ejerce. Por ello, subrayó la importancia de aprender a “vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad”, ya que es esto lo que permite construir especies duraderas y civilizaciones exitosas.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Héctor Schamis, economista y profesor universitario, y a Eduardo Fernández, doctor en ciencia política y profesor universitario, sobre el retroceso y desglobalización que atraviesa el mundo.

La desglobalización tiene distintas implicaciones, y una de ellas es el conflicto internacional. Schamis expuso que algunos analistas consideran que estamos ante la Tercera Guerra Mundial, “no solo por las múltiples guerras”, sino por la guerra en Ucrania, la cual es “sistémica”. Recordó que las guerras mundiales se han librado en Europa y que esta guerra en particular puede escalar fácilmente. Por ejemplo, mencionó la presencia de “armas y combatientes norcoreanos en Rusia” y señaló que, de ingresar a Ucrania, el presidente Biden ha dado “libertad para el uso de armas americanas, que hasta ahora no lo ha tenido”.

En el ámbito económico, Schamis expresó que la desglobalización “estanca la transmisión del conocimiento y, por lo tanto, estanca el crecimiento económico”. En su opinión, la globalización, al ser un fenómeno de carácter mundial, hace que ningún país tenga “la capacidad por sí mismo de detenerlo”.

Respecto a si China podría liderar un nuevo proceso de globalización, Schamis indicó que las tendencias apuntan hacia el unilateralismo, “en cuyo caso va a sufrir el espacio multilateral que es esencial para regular el comercio internacional”, impactando el crecimiento del mismo.

En el caso de América Latina, Schamis considera que el problema económico está más afectado por el “deterioro institucional, de las normas”, que por la desglobalización en sí. Si bien es cierto que “el crecimiento económico va de la mano de la globalización”, también es cierto que “la globalización va de la mano de instituciones que generen credibilidad y que reduzcan el riesgo del inversor”. En el caso de la región, no se ha “reducido el riesgo del inversor” por no contar con “instituciones robustas”, indicó.

Por último, respecto a la migración y los movimientos políticos en contra, Schamis subrayó que el “problema fundamental es que la globalización implica movilidad de recursos económicos, de bienes y servicios, de empleo, y el sistema internacional no tiene instituciones para enfrentar esta tendencia masiva” de migración. 

Por su parte, Fernández considera que estamos ante un proceso de desglobalización y que “son varias las tensiones que están afectando este proceso”. Por ejemplo, destaca el aumento del nacionalismo y el creciente proteccionismo económico”, los cuales forman parte de “la narrativa de actores políticos”. De este modo, se “están construyendo muros que impiden que la globalización avance de forma natural”, señaló.

En cuanto a las dimensiones de la globalización —el ámbito político internacional y el mercado— y en cuál de estas se ha sustentado, Fernández destacó que ambas están interrelacionadas bajo un mismo principio: "el intercambio global entre países".

Por otro lado, existe un debate político sobre la soberanía en el contexto de la desglobalización, un debate que, según Fernández, es erróneo. “Estamos mezclando temas, y eso suele ser gravísimo, porque al final, apelando a la soberanía, lo que estamos impidiendo es el desarrollo de acuerdos libres y voluntarios de naturaleza comercial entre personas que viven en distintos países”. Como consecuencia, habrá “menos oportunidades para todos”, advirtió.

Asimismo, se planteó que la desglobalización podría ser, en realidad, un problema más político que económico, con lo que Fernández está de acuerdo. A su juicio, este fenómeno se origina por “la incapacidad de las élites para lograr acuerdos y armonizar las relaciones entre distintos actores y países”. En este sentido, Fernández subraya que "la batalla de las ideas" es clave.

Finalmente, se planteó la premisa de que, al ser la globalización un fenómeno de interconexión, tiene un efecto pacificador en el sistema internacional. Al estar ante su retroceso, ¿podemos anticipar un aumento de los conflictos entre países? Fernández afirmó que "si dejamos de comerciar, las probabilidades de que surjan más conflictos de los que ya sufrimos aumentan".

 Para ver el programa completo, haga clic aquí.

Vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad
17 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos el proceso de desglobalización que atraviesa el mundo y sus implicaciones.

 

Dionisio Gutiérrez comenzó reflexionando sobre la interconectividad del mundo y los factores comunes que compartimos como humanidad: las necesidades, los sueños y las ambiciones. A pesar de los conflictos y los ciclos de retrocesos, subrayó que estamos cada vez “más comunicados, mezclados y relacionados”.

Sin embargo, señaló que hoy nos enfrentamos a un ciclo de desglobalización, caracterizado por la reducción del comercio mundial y el proteccionismo económico, lo cual, advirtió, “trae peligros graves a corto plazo”. No obstante, Gutiérrez afirmó que este ciclo, al igual que los anteriores, pasará, y que los verdaderos desafíos del mundo actual radican en “la degradación política” y en cómo el mundo “se hace cada vez más ingobernable”.

Para concluir, Gutiérrez recordó que “lo primordial, lo fundamental, el origen de la creación, es el individuo, su libertad individual y la responsabilidad” con la que la ejerce. Por ello, subrayó la importancia de aprender a “vivir juntos los distintos, con respeto, en libertad”, ya que es esto lo que permite construir especies duraderas y civilizaciones exitosas.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Héctor Schamis, economista y profesor universitario, y a Eduardo Fernández, doctor en ciencia política y profesor universitario, sobre el retroceso y desglobalización que atraviesa el mundo.

La desglobalización tiene distintas implicaciones, y una de ellas es el conflicto internacional. Schamis expuso que algunos analistas consideran que estamos ante la Tercera Guerra Mundial, “no solo por las múltiples guerras”, sino por la guerra en Ucrania, la cual es “sistémica”. Recordó que las guerras mundiales se han librado en Europa y que esta guerra en particular puede escalar fácilmente. Por ejemplo, mencionó la presencia de “armas y combatientes norcoreanos en Rusia” y señaló que, de ingresar a Ucrania, el presidente Biden ha dado “libertad para el uso de armas americanas, que hasta ahora no lo ha tenido”.

En el ámbito económico, Schamis expresó que la desglobalización “estanca la transmisión del conocimiento y, por lo tanto, estanca el crecimiento económico”. En su opinión, la globalización, al ser un fenómeno de carácter mundial, hace que ningún país tenga “la capacidad por sí mismo de detenerlo”.

Respecto a si China podría liderar un nuevo proceso de globalización, Schamis indicó que las tendencias apuntan hacia el unilateralismo, “en cuyo caso va a sufrir el espacio multilateral que es esencial para regular el comercio internacional”, impactando el crecimiento del mismo.

En el caso de América Latina, Schamis considera que el problema económico está más afectado por el “deterioro institucional, de las normas”, que por la desglobalización en sí. Si bien es cierto que “el crecimiento económico va de la mano de la globalización”, también es cierto que “la globalización va de la mano de instituciones que generen credibilidad y que reduzcan el riesgo del inversor”. En el caso de la región, no se ha “reducido el riesgo del inversor” por no contar con “instituciones robustas”, indicó.

Por último, respecto a la migración y los movimientos políticos en contra, Schamis subrayó que el “problema fundamental es que la globalización implica movilidad de recursos económicos, de bienes y servicios, de empleo, y el sistema internacional no tiene instituciones para enfrentar esta tendencia masiva” de migración. 

Por su parte, Fernández considera que estamos ante un proceso de desglobalización y que “son varias las tensiones que están afectando este proceso”. Por ejemplo, destaca el aumento del nacionalismo y el creciente proteccionismo económico”, los cuales forman parte de “la narrativa de actores políticos”. De este modo, se “están construyendo muros que impiden que la globalización avance de forma natural”, señaló.

En cuanto a las dimensiones de la globalización —el ámbito político internacional y el mercado— y en cuál de estas se ha sustentado, Fernández destacó que ambas están interrelacionadas bajo un mismo principio: "el intercambio global entre países".

Por otro lado, existe un debate político sobre la soberanía en el contexto de la desglobalización, un debate que, según Fernández, es erróneo. “Estamos mezclando temas, y eso suele ser gravísimo, porque al final, apelando a la soberanía, lo que estamos impidiendo es el desarrollo de acuerdos libres y voluntarios de naturaleza comercial entre personas que viven en distintos países”. Como consecuencia, habrá “menos oportunidades para todos”, advirtió.

Asimismo, se planteó que la desglobalización podría ser, en realidad, un problema más político que económico, con lo que Fernández está de acuerdo. A su juicio, este fenómeno se origina por “la incapacidad de las élites para lograr acuerdos y armonizar las relaciones entre distintos actores y países”. En este sentido, Fernández subraya que "la batalla de las ideas" es clave.

Finalmente, se planteó la premisa de que, al ser la globalización un fenómeno de interconexión, tiene un efecto pacificador en el sistema internacional. Al estar ante su retroceso, ¿podemos anticipar un aumento de los conflictos entre países? Fernández afirmó que "si dejamos de comerciar, las probabilidades de que surjan más conflictos de los que ya sufrimos aumentan".

 Para ver el programa completo, haga clic aquí.

Argentina: How Is a Country Rescued?
10 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos los ajustes económicos implementados en Argentina durante el primer año de gobierno de Javier Milei.

Dionisio Gutiérrez comenzó haciendo una serie de preguntas sobre las condiciones que permiten que una nación sea exitosa, mientras que otras fracasan; qué papel juegan los gobernantes en este proceso y si el nivel de participación cívica está relacionado con la calidad de los gobernantes. 

Expresó que “las respuestas a estas preguntas son más fáciles” de lo que creemos, pero que “lo difícil es convertir las respuestas en hechos, obras y resultados positivos para la gente”. 

Gutiérrez también indicó que “los países fracasan cuando están mal gobernados, cuando sus élites están distraídas y en sus burbujas, y cuando los ciudadanos dejan de ser ciudadanos”. Afirmó que fracasan “cuando no hay libertad económica, cuando no se respeta la propiedad y la certeza jurídica es inexistente; cuando gastan más de lo que ingresan, se endeudan y viven del déficit y la inflación, hasta que quiebran; y la soberbia y la corrupción toman control del Estado”. 

En este sentido, Argentina, después de 50 años de peronismo y gobernantes populistas, y tras haber sido uno de los países más ricos del mundo, es un claro ejemplo de este proceso. Actualmente, está “hundida en la quiebra moral y política, con más de la mitad de su gente forzada a la pobreza y su economía destrozada”. Sin embargo, para suerte de todos, “nunca es tarde cuando se debe rescatar, restituir y ordenar. En ello está la Argentina de Milei”, señaló Gutiérrez.

Para finalizar, Gutiérrez subrayó que, para América Latina, es crucial que Javier Milei tenga éxito en Argentina: “Si América Latina quiere encontrar la senda del desarrollo y la prosperidad, debe aprender a creer en la libertad, en el mercado, en el orden fiscal, en el trabajo, en la propiedad, en la división de poderes; debe aprender a creer en el poder del ciudadano en libertad”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, y a Adrián Ravier, doctor en economía, sobre las reformas económicas de Milei en su primer año de gobierno.

Abram destacó que, en este primer año, el presidente Milei ha logrado varios avances. En primer lugar, señaló que la sociedad ahora entiende que gastar por encima de los ingresos no es sostenible para el Estado. Además, mencionó que “ha logrado igualar los ingresos con los gastos, y que la deuda pública total en dólares baje. Es decir, ha logrado ordenar las cuentas públicas y una mejora de la solvencia” del país.

Sobre la caída temporal de la actividad económica y el aumento de la pobreza, como consecuencia de las reformas implementadas, y si estos factores ponen en riesgo el proyecto de rescate económico de Milei, Abram considera que no están en peligro. Aseguró que la recesión comenzó durante la gestión anterior, cuando “la gente dejó de consumir e invertir, no es por el ajuste de las cuentas públicas”.

Por otro lado, Abram destacó que Milei ha logrado aprobar reformas clave a pesar de contar con una minoría en el Senado y en la Cámara de Diputados, lo que refleja el costo político de no hacerlo: “La mayoría de los argentinos votó por Javier Milei; pusieron su esperanza en [él] y están dispuesto a aguantar los costos, porque siguen depositando su esperanza en Milei”. Además, señaló que “una parte de esa oposición propuso lo mismo que Milei”. 

Por su parte, Ravier contextualizó la situación en Argentina tras décadas de populismo: “Pasamos a ser una economía con altos niveles de pobreza, más del 50 %, y niveles de indigencia muy altos, casi del 20 %. Era un país que no crecía, con una inflación del 211 % en 2023”. Luego, destacó las medidas implementadas en Argentina para rescatar la economía, mencionando el equilibrio fiscal, el tema monetario y, finalmente, la tasa de cambio respecto al dólar estadounidense.

En relación con el aumento de la pobreza en 11 puntos porcentuales en 2024, Ravier explicó que esto es una consecuencia de las medidas adoptadas, como la devaluación del 118 % del tipo de cambio. Esto provocó un aumento “en la pobreza en el primer trimestre de 2024”, señaló. Sin embargo, indicó que, a partir del segundo trimestre, tanto la pobreza como la indigencia han comenzado a disminuir, y se espera que, para 2025, tanto la pobreza, como la indigencia, la inflación y el gasto público sigan en descenso.

Para finalizar, Ravier expresó su opinión sobre la viabilidad del plan de dolarización en Argentina, señalando que, a su juicio, sí es factible. Añadió que uno de los objetivos de la dolarización sería blindar la emisión de moneda en caso de que “el populismo vuelve al poder en Argentina” y utilice el Banco Central para financiar el gasto público.

 

Para ver el programa completo, haga clic aquí

Argentina: ¿Cómo se rescata a un país?
10 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos los ajustes económicos implementados en Argentina durante el primer año de gobierno de Javier Milei.

Dionisio Gutiérrez comenzó haciendo una serie de preguntas sobre las condiciones que permiten que una nación sea exitosa, mientras que otras fracasan; qué papel juegan los gobernantes en este proceso y si el nivel de participación cívica está relacionado con la calidad de los gobernantes. 

Expresó que “las respuestas a estas preguntas son más fáciles” de lo que creemos, pero que “lo difícil es convertir las respuestas en hechos, obras y resultados positivos para la gente”. 

Gutiérrez también indicó que “los países fracasan cuando están mal gobernados, cuando sus élites están distraídas y en sus burbujas, y cuando los ciudadanos dejan de ser ciudadanos”. Afirmó que fracasan “cuando no hay libertad económica, cuando no se respeta la propiedad y la certeza jurídica es inexistente; cuando gastan más de lo que ingresan, se endeudan y viven del déficit y la inflación, hasta que quiebran; y la soberbia y la corrupción toman control del Estado”. 

En este sentido, Argentina, después de 50 años de peronismo y gobernantes populistas, y tras haber sido uno de los países más ricos del mundo, es un claro ejemplo de este proceso. Actualmente, está “hundida en la quiebra moral y política, con más de la mitad de su gente forzada a la pobreza y su economía destrozada”. Sin embargo, para suerte de todos, “nunca es tarde cuando se debe rescatar, restituir y ordenar. En ello está la Argentina de Milei”, señaló Gutiérrez.

Para finalizar, Gutiérrez subrayó que, para América Latina, es crucial que Javier Milei tenga éxito en Argentina: “Si América Latina quiere encontrar la senda del desarrollo y la prosperidad, debe aprender a creer en la libertad, en el mercado, en el orden fiscal, en el trabajo, en la propiedad, en la división de poderes; debe aprender a creer en el poder del ciudadano en libertad”.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, y a Adrián Ravier, doctor en economía, sobre las reformas económicas de Milei en su primer año de gobierno.

Abram destacó que, en este primer año, el presidente Milei ha logrado varios avances. En primer lugar, señaló que la sociedad ahora entiende que gastar por encima de los ingresos no es sostenible para el Estado. Además, mencionó que “ha logrado igualar los ingresos con los gastos, y que la deuda pública total en dólares baje. Es decir, ha logrado ordenar las cuentas públicas y una mejora de la solvencia” del país.

Sobre la caída temporal de la actividad económica y el aumento de la pobreza, como consecuencia de las reformas implementadas, y si estos factores ponen en riesgo el proyecto de rescate económico de Milei, Abram considera que no están en peligro. Aseguró que la recesión comenzó durante la gestión anterior, cuando “la gente dejó de consumir e invertir, no es por el ajuste de las cuentas públicas”.

Por otro lado, Abram destacó que Milei ha logrado aprobar reformas clave a pesar de contar con una minoría en el Senado y en la Cámara de Diputados, lo que refleja el costo político de no hacerlo: “La mayoría de los argentinos votó por Javier Milei; pusieron su esperanza en [él] y están dispuesto a aguantar los costos, porque siguen depositando su esperanza en Milei”. Además, señaló que “una parte de esa oposición propuso lo mismo que Milei”. 

Por su parte, Ravier contextualizó la situación en Argentina tras décadas de populismo: “Pasamos a ser una economía con altos niveles de pobreza, más del 50 %, y niveles de indigencia muy altos, casi del 20 %. Era un país que no crecía, con una inflación del 211 % en 2023”. Luego, destacó las medidas implementadas en Argentina para rescatar la economía, mencionando el equilibrio fiscal, el tema monetario y, finalmente, la tasa de cambio respecto al dólar estadounidense.

En relación con el aumento de la pobreza en 11 puntos porcentuales en 2024, Ravier explicó que esto es una consecuencia de las medidas adoptadas, como la devaluación del 118 % del tipo de cambio. Esto provocó un aumento “en la pobreza en el primer trimestre de 2024”, señaló. Sin embargo, indicó que, a partir del segundo trimestre, tanto la pobreza como la indigencia han comenzado a disminuir, y se espera que, para 2025, tanto la pobreza, como la indigencia, la inflación y el gasto público sigan en descenso.

Para finalizar, Ravier expresó su opinión sobre la viabilidad del plan de dolarización en Argentina, señalando que, a su juicio, sí es factible. Añadió que uno de los objetivos de la dolarización sería blindar la emisión de moneda en caso de que “el populismo vuelve al poder en Argentina” y utilice el Banco Central para financiar el gasto público.

 

Para ver el programa completo, haga clic aquí

Venezuela, 3 Months Later
03 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos las proyecciones del cambio de poder previsto para el 10 de enero de 2025 en Venezuela, en medio de un régimen autoritario.

Dionisio Gutiérrez comenzó recordando el fraude del 28 de julio en Venezuela: “Hace tres meses, ante la mirada indiferente del mundo, se ejecutó, una vez más, el secuestro de la nación venezolana”. Señaló que, para los venezolanos, este día fue tanto histórico como esperanzador, ya que derrocaron a la narco dictadura de Nicolás Maduro. Sin embargo, “a los criminales que la encabezan no les importó dar un golpe de Estado a la soberanía del pueblo venezolano”. 

Subrayó la decepción, vergüenza y peligro de que “al mundo libre le importe poco que Venezuela se consolide como una base de drogas, violencia, corrupción y terrorismo, apadrinada y protegida por el eje del mal que forman China, Rusia e Irán”. Al permitir este atropello, se consolida una “amenaza para las débiles democracias de América Latina” con el apoyo y los pasos que siguen Colombia y México.

Gutiérrez también reflexionó sobre el drama que vive el pueblo venezolano: el exilio, la pobreza, el abandono. “Su casa, su futuro, su destino, su país, su democracia, su libertad, su vida han sido violentadas”, afirmó. No obstante, destacó que la lucha por la libertad debe continuar, y que los venezolanos siguen adelante a pesar de toda adversidad. Además, indicó que, si las fuerzas armadas “escogen seguir de cómplices de una narcotiranía, es al mundo libre al que le corresponde dar un paso al frente y decir presente”.

Finalmente, Gutiérrez enfatizó que, como ciudadanos libres, debemos hacer todo lo posible para luchar por la libertad de Venezuela.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a John Polga, profesor de política comparada en la Academia Naval de EE.UU., y a Orlando Avendaño, periodista, columnista y escritor venezolano, sobre la situación política en Venezuela y las posibilidades de que Edmundo González tome posesión el 10 de enero de 2025.

Polga señaló que, ante la crisis política y el fraude electoral en Venezuela, democratizar el régimen es una tarea complicada que “requiere la ayuda de toda la comunidad internacional y de países en la región como Brasil y Colombia, Estados Unidos, de la Unión Europea y también de la presión interna en Venezuela”. Lamentablemente, el mundo está distraído con otros problemas en Medio Oriente y Ucrania, agregó.

Ante la posibilidad de que Maduro usurpe el poder nuevamente el 10 de enero de 2025, y considerando la probabilidad de que la comunidad internacional lleve a cabo una operación especial para capturarlo, Polga expresó que la orden de captura internacional que tiene Maduro es una forma de ejercer presión para limitar su movimiento. Sin embargo, en su opinión, “la probabilidad de una intervención militar es bajísima”.

Además, destacó que Maduro se mantiene en el poder porque “cuenta con el apoyo del alto mando militar, con el apoyo de un círculo íntimo de civiles y también el apoyo de las instituciones del Estado”. Polga subrayó que, para lograr un cambio, se necesitan “oficiales valientes que estén dispuestos a sacrificarse y sacrificar su poder para salvar al pueblo venezolano”. 

Por último, Polga considera que las consecuencias para la democracia y la libertad en América Latina, si la narcotiranía de Caracas se impone, serán graves: “Ofrece una lección para toda la región y para todo el mundo de que el mundo está bien con las dictaduras. Que no hay consecuencias y, definitivamente, significa un debilitamiento de la seguridad regional. Mayor migración y posiblemente mayor crimen organizado”.

Por su parte, Avendaño indicó que, en el ambiente dentro de las fuerzas armadas de Venezuela, hay una persecución “sin precedentes”. Señaló que la estrategia de María Corina Machado “ha provocado una crisis de legitimidad y de gobernabilidad internas del chavismo, que en cualquier momento pueden provocar el desmoronamiento del sistema”. A su parecer, el Ejército no está dividido; más bien, “la mayoría desprecia al régimen”. Como ejemplo, mencionó que “en los centros electorales donde votaba la Fuerza Armada, Edmundo González ganó en la misma proporción que fuera”. 

Respecto al aumento de la represión y los crímenes cometidos por el régimen, Avendaño enfatizó que estos niveles de violencia se deben a que, para ellos, “la retención del poder es una cuestión existencial y van a transgredir todos los límites posibles para retener ese poder”. Sin embargo, considera que el hecho de que, 25 años después de que la tiranía se instauró, y a pesar de épocas violentas, los venezolanos no se hayan sometido al sistema, es significativo.

Por otro lado, advirtió que, si Edmundo González no asume la presidencia legítima el 10 de enero de 2025, “Venezuela va a entrar en una etapa de aislamiento internacional, como nunca había visto, y de repudio, que implique presión financiera y no solamente diplomática. Si Maduro se logra imponer, vamos a ver crisis migratorias nuevamente”.

Para finalizar, Avendaño expresó que el exilio “puede hacer mucho, sobre todo denunciar”. Desde una perspectiva cívica, debe apoyar a ser la voz de quienes aún están en el país, aunque señaló que los empresarios en el exilio podrían hacer mucho más.

 

Para ver el programa completo, haga clic aquí

Venezuela, 3 meses después
03 Nov 2024

En el programa de esta semana, analizamos las proyecciones del cambio de poder previsto para el 10 de enero de 2025 en Venezuela, en medio de un régimen autoritario.

Dionisio Gutiérrez comenzó recordando el fraude del 28 de julio en Venezuela: “Hace tres meses, ante la mirada indiferente del mundo, se ejecutó, una vez más, el secuestro de la nación venezolana”. Señaló que, para los venezolanos, este día fue tanto histórico como esperanzador, ya que derrocaron a la narco dictadura de Nicolás Maduro. Sin embargo, “a los criminales que la encabezan no les importó dar un golpe de Estado a la soberanía del pueblo venezolano”. 

Subrayó la decepción, vergüenza y peligro de que “al mundo libre le importe poco que Venezuela se consolide como una base de drogas, violencia, corrupción y terrorismo, apadrinada y protegida por el eje del mal que forman China, Rusia e Irán”. Al permitir este atropello, se consolida una “amenaza para las débiles democracias de América Latina” con el apoyo y los pasos que siguen Colombia y México.

Gutiérrez también reflexionó sobre el drama que vive el pueblo venezolano: el exilio, la pobreza, el abandono. “Su casa, su futuro, su destino, su país, su democracia, su libertad, su vida han sido violentadas”, afirmó. No obstante, destacó que la lucha por la libertad debe continuar, y que los venezolanos siguen adelante a pesar de toda adversidad. Además, indicó que, si las fuerzas armadas “escogen seguir de cómplices de una narcotiranía, es al mundo libre al que le corresponde dar un paso al frente y decir presente”.

Finalmente, Gutiérrez enfatizó que, como ciudadanos libres, debemos hacer todo lo posible para luchar por la libertad de Venezuela.

En el siguiente segmento, Dionisio Gutiérrez entrevistó a John Polga, profesor de política comparada en la Academia Naval de EE.UU., y a Orlando Avendaño, periodista, columnista y escritor venezolano, sobre la situación política en Venezuela y las posibilidades de que Edmundo González tome posesión el 10 de enero de 2025.

Polga señaló que, ante la crisis política y el fraude electoral en Venezuela, democratizar el régimen es una tarea complicada que “requiere la ayuda de toda la comunidad internacional y de países en la región como Brasil y Colombia, Estados Unidos, de la Unión Europea y también de la presión interna en Venezuela”. Lamentablemente, el mundo está distraído con otros problemas en Medio Oriente y Ucrania, agregó.

Ante la posibilidad de que Maduro usurpe el poder nuevamente el 10 de enero de 2025, y considerando la probabilidad de que la comunidad internacional lleve a cabo una operación especial para capturarlo, Polga expresó que la orden de captura internacional que tiene Maduro es una forma de ejercer presión para limitar su movimiento. Sin embargo, en su opinión, “la probabilidad de una intervención militar es bajísima”.

Además, destacó que Maduro se mantiene en el poder porque “cuenta con el apoyo del alto mando militar, con el apoyo de un círculo íntimo de civiles y también el apoyo de las instituciones del Estado”. Polga subrayó que, para lograr un cambio, se necesitan “oficiales valientes que estén dispuestos a sacrificarse y sacrificar su poder para salvar al pueblo venezolano”. 

Por último, Polga considera que las consecuencias para la democracia y la libertad en América Latina, si la narcotiranía de Caracas se impone, serán graves: “Ofrece una lección para toda la región y para todo el mundo de que el mundo está bien con las dictaduras. Que no hay consecuencias y, definitivamente, significa un debilitamiento de la seguridad regional. Mayor migración y posiblemente mayor crimen organizado”.

Por su parte, Avendaño indicó que, en el ambiente dentro de las fuerzas armadas de Venezuela, hay una persecución “sin precedentes”. Señaló que la estrategia de María Corina Machado “ha provocado una crisis de legitimidad y de gobernabilidad internas del chavismo, que en cualquier momento pueden provocar el desmoronamiento del sistema”. A su parecer, el Ejército no está dividido; más bien, “la mayoría desprecia al régimen”. Como ejemplo, mencionó que “en los centros electorales donde votaba la Fuerza Armada, Edmundo González ganó en la misma proporción que fuera”. 

Respecto al aumento de la represión y los crímenes cometidos por el régimen, Avendaño enfatizó que estos niveles de violencia se deben a que, para ellos, “la retención del poder es una cuestión existencial y van a transgredir todos los límites posibles para retener ese poder”. Sin embargo, considera que el hecho de que, 25 años después de que la tiranía se instauró, y a pesar de épocas violentas, los venezolanos no se hayan sometido al sistema, es significativo.

Por otro lado, advirtió que, si Edmundo González no asume la presidencia legítima el 10 de enero de 2025, “Venezuela va a entrar en una etapa de aislamiento internacional, como nunca había visto, y de repudio, que implique presión financiera y no solamente diplomática. Si Maduro se logra imponer, vamos a ver crisis migratorias nuevamente”.

Para finalizar, Avendaño expresó que el exilio “puede hacer mucho, sobre todo denunciar”. Desde una perspectiva cívica, debe apoyar a ser la voz de quienes aún están en el país, aunque señaló que los empresarios en el exilio podrían hacer mucho más.

 

Para ver el programa completo, haga clic aquí